Ana Laura Arbesú - Prensa Latina.- Un variado y amplio programa cultural atrajo visitantes al centro histórico habanero, sitio que se antoja obligado para el disfrute de los cubanos y turistas llegados aquí desde cualquier punto del planeta.

La Habana Vieja celebró en grande este 2012 las tres décadas de su incorporación en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco con varias actividades durante todo el año. La visita de Irina Bokova, directora general de esa institución dio realce a los festejos.

Entidades académicas y culturales como la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños y el Instituto Superior de Arte figuraron en la agenda de la funcionaria.

Al programa de su estancia en la isla se sumó la inauguración de una muestra expositiva en las rejas del Castillo de la Fuerza frente a la bahía habanera y la visita al Palacio del Segundo Cabo, en plena fase restauradora con auspicio de la Unesco.

Otro de los momentos significativos fue la entrega por vez primera del Premio de Patrimonio Cultural. El Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal, principal artífice de la obra preservadora de esta urbe fue distinguido con ese lauro.

Para hacer una obra de esta envergadura que hemos hecho todos se requieren muchas personas, muchas de ellas anónimas que no aparecerán en los reconocimientos, subrayó Leal en las palabras de agradecimiento.

Me declino ante Cuba, ante la patria, a la que debemos todos los favores, permitirme contribuir a una obra de naturaleza grande y pura, dijo.

A Cuba dedico todo lo que hago y haré, sentenció Leal.

Consagrado además a conmemorar el aniversario 40 de la puesta en marcha de la Convención de Patrimonio Cultural y Natural de la Unesco, en este 2012 el Museo Napoleónico, uno de los cinco de su tipo más importante del planeta mereció el Premio Nacional de Restauración.

Concedido como parte de los festejos por el Día Internacional de los Monumentos y Sitios, el trabajo de preservación del inmueble, antigua residencia de familia aristocrática habanera, incluyó el rescate de los bienes muebles, de grandes valores artísticos e históricos.

En el plano musical, una de las manifestaciones artísticas más autóctonas, el repentismo fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la nación. Su manera de interpretarlo constituye un signo de identidad, afirmó en aquella ocasión a Prensa Latina el poeta e improvisador cubano Alexis Díaz Pimienta, uno de los máximos exponentes del género.

Principales parques, plazas y calles de La Habana Vieja se convirtieron en escenarios de las artes visuales en la bienal consagrada a estas manifestaciones.

Uno de ellos fue el populoso malecón, con el proyecto Detrás del muro, con 25 propuestas sobre todo de artistas cubanos contemporáneos. Performances, instalaciones, intervenciones, esculturas de gran formato, integraron la muestra.

También llegaron los artistas rusos-estadounidenses Ilya y Emilia Kabakov con su Barco de la Tolerancia.

El navío de madera se emplazó en el patio del Castillo de la Fuerza y exhibió en sus velas 500 dibujos con las visiones de los niños de varios proyectos socio-culturales sobre la tolerancia.

En alusión al rescate de las tradiciones, más de 30 talleres para niños y jóvenes sesionaron durante el verano en la zona más antigua, destinados a acercar a ese grupo poblacional a conocer la historia de su país y del mundo.

Rutas y andares, el proyecto participativo que llegó a su 12 edición, ofreció clases didácticas en museos y casas-museos, centrados en temáticas como el cine, la danza, las artes plásticas, las ciencias naturales y astronómicas, la historieta y las artes manuales entre otras.

Otro de los acontecimientos significativos fue la apertura de un museo con más de 100 reproducciones en madera de las creaciones del pintor, filósofo e investigador italiano Leonardo da Vinci, cuyas piezas el público puede disfrutar, palpar, interactuar con ellas.

Son las máquinas y las maravillosas invenciones extraídas de los diseños y proyectos de Leonardo da Vinci, resalta una gigantografía expuesta en la entrada del Salón Blanco del Convento de San Francisco de Asís en el centro histórico, donde está emplazada para siempre.

La muestra es una réplica de la exposición original del Complesso Monumentali di S. María del Popolo, en Roma, a partir de los bocetos de Leonardo plasmados en su Códice Atlántico, enciclopedia de 12 libros con gran parte de sus intuiciones científicas, dibujos y escrituras.

Un acercamiento a las tradiciones británicas ofreció la primera semana de la cultura de ese país europeo, que recordó además el 250 aniversario de la llegada e invasión de los ingleses a esta ciudad costera.

Como es habitual hace ya varios años, llegaron delegaciones de Italia y Bélgica para mirar de cerca su arte. Las semanas culturales de ambos países son esperadas por el público, y sobre todo los jóvenes, por sus disímiles propuestas.

Con un consolidado programa socio-cultural que marcha paralelo a su restauración, la Habana Vieja constituye en la actualidad uno de los lugares preferidos por los cubanos para reencontrarse con su pasado y conocer de cerca su historia y la del mundo.