German Marte - El Día (República Dominicana).- Hace 54 años que un pequeño grupo de soñadores arriesgó sus vidas y comenzó a escribir una de las más grandes epopeyas del continente, y a partir de entonces la historia de Cuba y de toda América Latina es otra.

Hoy, hasta los más obtusos enemigos de la Revolución Cubana reconocen los logros alcanzados por un pueblo que -con Fidel Castro al frente- decidió emprender la marcha en busca de su propio destino.

Con un liderazgo ganado a sangre y fuego, pero sobre todo en base a la claridad de sus ideas, la justeza de sus planteamientos y a la firmeza revolucionaria, Fidel Castro supo guiar a Cuba en la construcción de una sociedad socialista, donde todas las personas, sin importar su color u origen, disfrutan de igualdad de oportunidades, una sociedad más justa, más humana; es un proceso aún inconcluso, pero que sin dudas debería servir de modelo a las demás naciones de nuestra América Morena en muchos aspectos.

A pesar de haber tenido todo el poder en sus manos durante décadas, nadie -ni siquiera sus más acérrimos detractores- se atreve a decir que Fidel Castro, ni ningún miembro de su familia, se haya beneficiado económicamente a costilla del erario, como se estila en otros países (República Dominicana, por ejemplo), donde muchos ven un cargo público como una patente de corso y roban tanto que les bastan cuatro u ocho años como funcionarios para dejar de ser unos "patas por el suelo" y convertirse en multimillonarios, en "tutumpotes" cuyas fortunas no podrían justificar ni que sumaran a los suyos los salarios de toda la vida de sus hijos, sus esposas, sus queridas y los de sus compañeros sentimentales, en el caso de aquellos que son abiertamente gays o cundangos.

A pesar de haber sido sometida durante más de cincuenta años a un bloqueo económico, que más que embargo es una brutal e ilegítima acción de guerra, Cuba ha alcanzado los más altos niveles en materia de Salud y Educación.

Y los problemas de seguridad ciudadana, narcotráfico y consumo de drogas son, hasta ahora, intrascendentes en la mayor de las Antillas, algo muy distinto a lo que ocurre en países como México y República Dominicana, donde el poder de los capos supera al de los funcionarios civiles y militares, y donde el lavado de activos es tan grande que si se sacara de golpe todo el dinero que mueven provocarían un colapso en la economía.

Para nadie es un secreto que si estos últimos 50 años Cuba no ha avanzado más en cuanto a mejorar la calidad de vida de su gente y en desarrollar su aparato productivo se debe, más que a deficiencia del sistema a los efectos del bloqueo económico que le ha impuesto la nación más poderosa del planeta.

Pese a todo, Cuba es hoy por hoy el mejor ejemplo de que cuando un pueblo quiere y lucha por alcanzar mejor distribución de las riquezas todo es posible.

Cuba es un ejemplo de dignidad y de valentía para los demás países de nuestra América, pues nunca se ha doblegado a los designios de un enemigo mil veces más poderoso.

Y a pesar de no ser un país rico, en Cuba hace décadas que eliminaron el analfabetismo, tiene una de las expectativas de vida más alta del continente, enfermedades que en otros países causa estragos allí están bajo control, y registra menos muertes maternas que países desarrollados. En suma, el sistema de Salud cubano es superior inclusive al de Estados Unidos. Siendo relativamente pequeña, Cuba socialista es por mucho la nación más solidaria del planeta, eso nadie lo discute.

Podría citar otros logros, pero me voy a quedar con este último: en Cuba no se premia a los corruptos.

Por eso y muchas cosas más digo y mantengo que Cuba es un ejemplo para muchos de nuestros países. Creo que no exagero si digo que América Latina sería mejor para vivir si en vez de una hubiera varias Cuba.