Francisco G. Navarro - AIN.- Mi trabajo siempre es leer, asegura la uruguaya Edda Fabbri, miembro del jurado que hoy concederá el Premio Casa de las Américas en la categoría de literatura testimonial, quien trabaja habitualmente como correctora de prensa.
En Fabbri, quien dialogó con Prensa Latina en la ciudad sureña de Cienfuegos, coinciden la jueza literaria y la escritora laureada en la edición de 2007 del propio concurso, por su único libro editado hasta la fecha, Oblivion.
Aunque representan dos tipos de lecturas muy diferentes, el entrenamiento del trabajo cotidiano es válido, aquello me sirve, destacó quien llevara a la literatura su experiencia como prisionera política durante casi tres lustros de las décadas de los 70 y los 80.
Fabbri confesó que no escribió el original de manera expresa para el Premio Casa, de cuyas labores de lectura participó durante una semana en esta ciudad, 250 kilómetros al sudeste de La Habana.
Con anterioridad había participado sin igual suerte en un concurso en Montevideo, en el cual no pasó nada, y después lo envié al Juan Rulfo, de Radio Francia Internacional, y tampoco, recordó la exguerrillera del Movimiento de Liberación Nacional (Tupamaros).
Luego el crítico literario uruguayo Oscar Brando, que había leído mi texto, fue quien me recomendó presentara aquel original al Premio Casa de las Américas, el cual tenía una categoría donde el proyecto de libro encajaba mejor, apuntó.
Interrogada acerca de su continuidad como escritora tras recibir el Casaâ?Ö2007 manifestó que: "a quien le gusta escribir siempre está escribiendo, pero no he publicado más, algunas cosas cortas sí, en el semanario Brecha o algún cuento en antologías, pero ese es mi único libro".
Después de la edición príncipe de Oblivion por Casa de las Américas, en enero de 2008, la obra fue presentada al público uruguayo por la editorial El caballo perdido, que dirige Oscar Brando, el "culpable" en buena medida del reconocimiento literario de aquel testimonio, concluyó su autora.