tal es el caso de la Revolución Cubana y su principal figura el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y el proceso venezolano que llegó al poder exactamente 40 años después de haber triunfado el proyecto nacional liberador cubano, cuando asumió como presidente de Venezuela el entonces Teniente Coronel Hugo Chávez Frías quien se convirtiera en la cabeza de la Revolución Bolivariana. Quiso la historia que a lo sucedido con el joven líder Fidel Castro en los años 50 del siglo pasado sucedieran 4 décadas después acontecimientos análogos con Hugo Chávez Frías.
En múltiples ocasiones Fidel ha señalado que su pensamiento ético ha surgido del estudio y aplicación práctica de las ideas martianas, cuyo hilo conductor pudiera subrayarse en gran medida provienen de su antecesor en las ideas libertarias para este continente, nos referimos a Simón Bolívar, el mismo ideólogo del proceso venezolano.
En la trayectoria de lucha de Fidel Castro encontramos variables con alto grado de similitud a la azarosa vida del apóstol de la independencia cubana, el jefe del movimiento 26 de julio hizo el mismo recorrido por los E.U.A. con el interés de recabar fondos, simpatía y apoyo para la causa revolucionaria, como antes – finales del siglo XIX- lo había desplegado José Martí, en Tampa, Cayo Hueso y Nueva York.
El mejor discípulo del Héroe Nacional Cubano (José Martí), sin lugar a dudas ha sido Fidel Castro, la epopeya protagonizada el 26 de julio de 1953, es una muestra inequívoca de cuanto habían calado en él y sus compañeros las ideas libertarias, independentistas y transformadoras de una sociedad anquilosada en los intereses de una minoría poseedora por sobre los anhelos de la mayoría olvidada, marginada y auténticamente desplazada de las riquezas de la nación.
Señalar al apóstol como autor intelectual de la acción en los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes no era una simple frase circunstancial sino la convicción profunda que solo alcanzando una definitiva independencia podríamos tener patria y dignidad, habría que acudir por tanto a la sabia del maestro. Evidentemente eso le costaría el aislamiento que el régimen despótico de aquel momento le impondría a los valerosos jóvenes que encabezados por Fidel asumieron la gesta emancipadora, aun cuando el ataque no tuvo el éxito militar esperado, en lo político significó que el pueblo de Cuba conociera y tomara conciencia de la lucha que se llevaba a cabo en contra de la tiranía y por una sociedad mejor.
Los años de cárcel a los que fueron sometidos los jóvenes se convirtieron en la escuela política para posteriormente alcanzar la victoria. De ese encierro, salieron por la movilización popular en torno a su liberación, para salir hacia México, organizar una expedición y desarrollar la guerra de guerrillas en las montañas de oriente que hicieron posible el triunfo, la llama del Moncada había prendido.
Años más tarde el 26 de Julio sería considerado el día de la Rebeldía Nacional, ese hecho fue la chispa que echó a andar el motor de la Revolución que abrazó todo el pueblo cubano.
De igual forma un movimiento de jóvenes soldados con las ideas de Bolívar en lo más alto generaba noticias un 4 de febrero de 1992, desde la cuna del libertador, atacan al palacio presidencial de Venezuela. Al mismo tiempo se asaltaron la residencia presidencial (La Casona), y otras importantes ciudades del país. Una vez terminado el enfrentamiento el joven oficial y líder del movimiento, Hugo Chávez Frías, señalaba que las acciones no habían tenido el éxito deseado, él tuvo la oportunidad de dirigirse al pueblo venezolano explicando lo sucedido y dijo: “Compañeros, por ahora los objetivos que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital, ustedes lo hicieron muy bien por allá, pero ya es tiempo de evitar más derramamiento de sangre, ya es tiempo de reflexionar y vendrán nuevas situaciones…”, muchas fueron las emociones de los venezolanos al escuchar esas palabras y aunque no se cumplió lo planificado y todos los participantes en esta acción fueron llevados a prisión por su actuación, el hecho transformó radicalmente la vida política venezolana, sus causas fueron sobreseídas posteriormente y puestos en libertad dos años después.
Para estos jóvenes no existió condena popular, más bien hubo manifestaciones por su excarcelación y reclamando la dimisión del entonces presidente Carlos Andrés Pérez, a través de consignas como “el pueblo unido jamás será vencido” y “Pérez, idiota acepta tu derrota”. La Corte Suprema de Justicia de Venezuela declaró con lugar la solicitud de antejuicio de mérito contra el presidente Pérez por malversación de fondos.
Hoy en día este hecho tiene una gran repercusión y cada año los venezolanos celebran la Revolución del 4 de Febrero de 1992 que hizo resurgir de las cenizas una nueva Patria. Siendo una orden del líder bolivariano "no bajar la guardia" ante los ataques de la oposición y a estar alerta con la derecha manipuladora y corrupta de Venezuela.
Las revoluciones están hechas de sangre y el sufrimiento del ser humano, pero la epopeya triunfante en Cuba con Fidel al frente en 1959 y la protagonizada por Chávez a partir de 1999, fueron respaldadas por toda una nación sedienta de libertad, de justicia, humanismo y sobre todo de tener una Revolución del pueblo, por el pueblo y para el pueblo pues al decir de nuestro líder histórico el día del entierro de las víctimas de Barbados: “cuando un pueblo enérgico y viril llora la injusticia tiembla”. A lo que añadiríamos que las circunstancias históricas parecen que acarician y enternecen a los hombres y procesos verdaderamente genuinos como en estos dos acontecimientos.
