AIN.- A propuesta del Presidente cubano, Raúl Castro Ruz, la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) aprobó hoy en esta capital a Miguel Díaz-Canel Bermúdez, también como primer vicepresidente del Consejo de Ministros.
Previamente, al ser presentado el resultado de la votación de la ANPP en el Palacio de Convenciones de La Habana, Díaz-Canel Bermúdez había resultado electo como Primer Vicepresidente del Consejo de Estado.
Igualmente, los parlamentarios ratificaron la composición del Consejo de Ministros.
Consejo de Estado de la República de Cuba electo el 24 de febrero de 2013
Juventud Rebelde ofrece la relación de integrantes del Consejo de Estado de la República de Cuba, elegido este domingo en el Palacio de Convenciones de La Habana
Presidente
General de Ejército Raúl Castro Ruz
Primer vicepresidente
Miguel Díaz-Canel
Vicepresidentes
José Ramón Machado Ventura
Gladys Bejerano Portela
Ramiro Valdés Menéndez
Lázara Mercedes López Acea
Salvador Valdés Mesa
Secretario
Homero Acosta Álvarez
Otros miembros
Inés María Chapman
Leopoldo Cintra Frías
Abelardo Colomé Ibarra
Guillermo García
Tania León
Álvaro López Miera
Marino Murillo Jorge
Sergio Rodríguez
Lester Alain Alemán
Teresa Amarelle
Yaramis Armenteros
Miguel Barnet
Yuniasky Crespo
Ileana Flores
Félix González
Carmen Rosa López
Martha del Carmen Mesa
Carlos Rafael Miranda
Miriam Nicado
Miladys Orraca
Bruno Rodríguez Parilla
Lyz Belkis Rosabal
Adel Yzquierdo
Continuidad y renovación en la Revolución Cubana
Arleen Rodríguez Derivet - Cubadebate.- Pocas veces una fecha significó tanto. Exactamente 118 años después del reinicio de la Guerra Necesaria, la que organizó y condujo desde el Partido Revolucionario cubano, José Martí, uniendo a los veteranos y a los pinos nuevos, tras el objetivo no conseguido entonces de hacer libre e independiente a la nación, este 24 de febrero de 2013, la llamada generación histórica hizo trascendente la misma fecha, con un paso que Raúl Castro – Presidente reelecto con el 100 por ciento de los votos del nuevo parlamento cubano- calificó como “definitorio en la configuración de la dirección futura del país mediante la transferencia paulatina y ordenada a las nuevas generaciones de los principales cargos”.
Fue en una jornada marcada por hechos simbólicos y trascendentes y cargada de emociones, la primera cuando a las 9 y 58 de la mañana el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, hizo su entrada en la sala plenaria del Palacio de Convenciones, junto a Raúl, su hermano de sangre y de luchas. Diputados e invitados reverenciaron a la historia al ovacionarlos de pie durante varios minutos.
Tras la tradicional instalación de la Asamblea y el juramento de los 606 diputados presentes de los 612 elegidos, la Comisión de Candidaturas presentó la propuesta de nuevo presidente y de ratificación de la vicepresidenta y la secretaria.
Por primera vez en la historia legislativa cubana, un negro, un hombre cuyo primer oficio fue cortador de caña, que se hizo profesional de la Economía entre demandantes tareas revolucionarias, preside el máximo órgano del Estado y a su lado, coinciden dos mujeres en los cargos que completan la presidencia.
El primer acto del flamante presidente de la Asamblea, tras agradecer la confianza y convocar a los diputados a acompañarlo en el desafío de impulsar el cumplimiento de los lineamientos que marcan al rumbo de la nación, fue darle la palabra al diputado Fidel Castro.
En su discurso, tan breve como profundo, Fidel habló de “la escuela política más eficiente que ha tenido nunca un país”, esa que abrió sus puertas hace más de 50 años y de la que todos “hemos sido alumnos”. Recorrió en segundos la intensa historia de la Revolución y del mundo en los últimos decenios, elogió la vocación internacionalista del pueblo que con apenas 7 millones de habitantes al triunfo de 1959, ha llevado a más 800 000 personas a cumplir abnegadas misiones en todo el mundo y terminó complacido de “rendir tributo al que sembró en los jóvenes las primeras semillas del deber.”
EL MOMENTO DEL CAMBIO
Raúl lo dijo con su estilo directo y franco: “llegó el momento del cambio”. Y lo ilustró de la mejor manera posible, al contar en un intercambio con los diputados que al analizarse la necesidad de abrir paso a las nuevas generaciones en la dirección del país, José Ramón Machado Ventura puso a disposición su cargo como primer vicepresidente y él mismo propuso a Díaz Canel para ocuparlo.
De amistad y compañerismo basado en principios, habló el General de Ejército, refiriéndose a Machado y a Abelardo Colomé Ibarra (Furry), quien también renunció a la vicepresidencia que ocupó hasta esta fecha. Y con admiración y respeto de camaradas habló al resumir méritos más y menos conocidos de ambos, desde los días de combate en la clandestinidad y en la Sierra, pasando por actos fundacionales, de hospitales y otras obras sociales uno, de organismos de defensa y de misiones especiales el otro.
Al final, en su discurso de cierre de la histórica sesión, Raúl sintetizaría esencias y lecciones refiriéndose a ambos: “La actitud de Machado Ventura y Colomé Ibarra –dijo- no es casual ni debe sorprender a nadie, es una demostración concreta de su genuina fibra revolucionaria, en la que no hay cabida a la vanidad y el interés personal, ni mucho menos el aferramiento a cargo alguno. Esa es la esencia de la generación fundadora de esta Revolución. Así actuó Fidel hace cinco años, dando un ejemplo enaltecedor. Así confiamos que también sean las nuevas generaciones”.
Más del 60 por ciento de la Asamblea está compuesto por las generaciones que nacieron después de 1959. Y no es un dato menor que un hombre que nacería un año después del triunfo de la Revolución sea el nuevo Primer Vicepresidente del Consejo de Estado y de Ministros. Pero no por mérito generacional se le ha elegido. Raúl fue claro al advertir que Díaz Canel “no es un advenedizo ni un improvisado” y citar su trayectoria de casi 30 años de servicio revolucionario desde la base.
Tampoco se debe al azar la confirmación de dos mujeres vicepresidentas y un líder obrero en ese cargo. La Revolución, que por siempre deberá seguir siendo “de los humildes, con los humildes y para los humildes” y que jamás permitirá que se soslaye al pueblo como fuente de soberanía, dio pasos trascendentes este domingo 24 de febrero, como sus padres fundadores hace 118 años, para seguir siendo ese hecho absolutamente radical, capaz de cambiar todo lo que deba ser cambiado…
Que también es preciso tomar en toda su trascendencia la decisión de Raúl de cerrar sus palabras con el concepto de Fidel sobre REVOLUCIÓN, una palabra que en sí misma es la historia nuestra. Seguramente por eso su invitación a todas las generaciones de patriotas y revolucionarios cubanos para que “esta magistral definición (nos) sirva para siempre de guía”.