Dimitri Medvedev, estancia que permitió la firma de varios acuerdos en diferentes áreas.
Procedente de Brasil y como parte de un periplo latinoamericano, Medvedev llegó a esta capital el jueves 21 de febrero en reafirmación del interés de ambas naciones de marchar por la senda de la cooperación.
La Habana y Moscú establecieron relaciones diplomáticas en octubre de 1942, interrumpidas en 1952 por el régimen de Fulgencio Batista y reanudadas en mayo de 1960, y hoy esos vínculos son calificados por ambos países de excelentes.
Con los honores correspondientes, el dirigente ruso fue recibido en el Palacio de la Revolución por el dignatario cubano, Raúl Castro, con quien pasó revista a las relaciones bilaterales.
Según fuentes oficiales, los estadistas ratificaron la voluntad política de continuar profundizando los nexos en materia de inversiones, comercio y en las esferas del turismo, salud, educación, ciencia y cultura.
Medvedev y Raúl Castro presidieron la firma de una decena de acuerdos sobre cuestiones sociales, científicas, tecnológicas y culturales.
Uno de los mecanismos suscritos tiene que ver con la cooperación en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre para fines pacíficos, mientras que otros se refieren al intercambio en el campo de la hidrometeorología, el monitoreo del ambiente y las preferencias aduaneras.
Las partes rubricaron un memorando de entendimiento para la cooperación en áreas de educación, y establecieron otro sobre la colaboración entre el Archivo Nacional del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba (Citma) y la Agencia Federal de Archivos de Rusia.
El Citma y la Corporación Estatal de Energía Atómica Rosatom coincidieron en un memorando de entendimiento para colaborar mutuamente en medicina nuclear y producción de preparados radioactivos para fines médicos.
Además, establecieron un acuerdo de intenciones para el suministro de técnica aeronáutica rusa y su aseguramiento entre Ilyushin Finance Company y la Corporación de la Aviación Cubana.
En la actualidad, la flota aérea cubana cuenta con varios aparatos de fabricación rusa para el transporte de pasajeros a medianas y largas distancias.
Durante su visita de trabajo, Medvedev sostuvo, en un ambiente calificado de fraternal y amistoso, un encuentro con el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, en el que intercambiaron impresiones sobre el panorama internacional.
Entre los temas abordados estuvieron la situación alimentaria mundial y los peligros a los que está sometida la humanidad por el incremento de los precios, así como los efectos nocivos que está sufriendo el medio ambiente y la dramática amenaza que implica el cambio climático para la especie humana.
La agenda del primer ministro también incluyó homenajes al héroe nacional de Cuba, José Martí, y al soldado internacionalista soviético, así como un recorrido por el stand de Rusia en la XXII Feria Internacional del Libro Cuba-2013, concluida el pasado fin de semana.
Acompañado por Raúl Castro, Medvedev colocó una ofrenda en el Mausoleo del Soldado Internacionalista Soviético, en las afueras de La Habana, monumento que recuerda en la isla la solidaridad y el apoyo recibidos durante décadas de la Unión Soviética.
Relaciones historicas y estrategicas
En entrevista concedida a Prensa Latina, Medvedev consideró que las relaciones bilaterales con Cuba son históricas, sólidas, estratégicas y se encuentran en un camino ascendente, pues hoy no existe obstáculo alguno que impida elevar esos nexos al máximo nivel.
Medvedev recordó que en 2009 en su primer encuentro en Moscú con el presidente cubano, Raúl Castro, suscribieron un memorándum que establece las relaciones estratégicas y estos convenios siguen esos planes.
Sobre ese plan, precisó que existen amplias perspectivas de desarrollo de los vínculos y la cooperación sobre todo en las esferas de energía, industrial, de las altas tecnologías, la medicina o el cosmos.
El primer ministro ruso aseveró que el actual intercambio comercial, de poco más de 200 millones de dólares, no es suficiente, pero es posible incrementarlo en los próximos años.
Destacó que, a despecho de la gran distancia que separa a ambas naciones, creció el interés de turistas rusos de visitar la isla caribeña, y que sólo en 2012 disfrutaron sus vacaciones aquí más de 90 mil personas.
Medvedev también calificó de anacrónico e inhumano el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba hace más de 50 años.
En una ocasión, el embajador de Rusia en La Habana, Mijail Kaminin, aseguró que Cuba es para su país un socio estratégico, y las posiciones de ambos Estados coinciden en temas claves del panorama internacional.
Kaminin destacó el incremento del intercambio material, especialmente en la esfera de los hidrocarburos, las comunicaciones, el turismo y la industria farmacéutica, entre otras. Rusia es un amigo de Cuba que siempre tratará de contribuir con sus recursos, aseveró.
En noviembre pasado, en el contexto de la XXX Feria Internacional de La Habana, se firmó un Plan de Acción para la cooperación bilateral en el 2013-14.
Otro importante paso en la colaboración lo constituye la firma meses atrás de tres contratos de asociación económica internacional para la exploración y explotación de petróleo en el yacimiento de Boca de Jaruco.
En esa ocasión, la dirección de Cubapetróleo (Cupet) explicó que el objetivo de la rúbrica es la recuperación e incremento de la producción en esa zona del litoral norte habanero, proyecto del que se esperan buenos resultados gracias a la introducción de novedosa tecnología destinada para este fin.
Esta inversión -de conjunto con la empresa rusa Zarubezhneft- es de gran relevancia para la nación antillana.
Nikolay Grigonievich, director de Zarubezhneft, manifestó que esta asociación será beneficiosa para ambos países, y cifró sus esperanzas en los métodos de exploración previstos a utilizar, los cuales permiten aumentar el coeficiente de recuperación de petróleo en la medida que se planifique.
