Orfilio Peláez - Granma.- Incrementar el arbolado y mejorar la composición de las especies que lo conforman acorde con las características del entorno citadino, figura entre los objetivos de la Estrategia Ambiental de La Habana para el periodo 2011-2015.
Autoridades de la delegación provincial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, indicaron que los árboles mejoran las condiciones higiénico-sanitarias y ambientales de la urbe, pues tienen un alto poder de refracción de la luz y el sonido, reducen la densidad de polvo en el aire y contribuyen a regular la temperatura y la humedad relativas.
Según refleja el Plan General de Ordenamiento Territorial y Urbano 2006-2012, elaborado por la Dirección Provincial de Planificación Física, el índice de áreas verdes en la ciudad puede considerarse medianamente alto (18 metros cuadrados/habitante), al incluir la superficie ocupada por sus grandes pulmones verdes, como el Jardín Botánico Nacional, el Parque Lenin, y el Almendares.
Pero la distribución territorial presenta grandes diferencias, porque en áreas de elevada densidad de población localizadas en los municipios de Centro Habana, Habana Vieja, y parte del Cerro y Diez de Octubre, los indicadores son muy inferiores debido a la urbanización compacta presente allí.
De ahí que la mencionada estrategia contemple de manera específica la necesidad de impulsar las acciones de reforestación en esas localidades.
El uso de especies inadecuadas ha perjudicado el estado de las aceras y redes técnicas, lo que unido a la cantidad de árboles enfermos o envejecidos, incrementa la vulnerabilidad ante fuertes vientos asociados a fenómenos meteorológicos.
También debe mejorarse la calidad de las podas y mantenimientos que se ejecutan sobre el arbolado urbano, además de lograr mayores niveles de supervivencia dentro de la totalidad de los plantados.