Alberto Corona - AIN.- Ciertamente nadie puede anticipar con exactitud la ocurrencia de un evento catastrófico ni prever la magnitud de su impacto, pero si es posible adoptar una posición preventiva que aminore sus efectos o disipen sus consecuencias.

En el caso de las empresas, expuestas a una gran variedad de riesgos y amenazas, la gravedad surge cuando se trata de sucesos que ponen en peligro la sustentabilidad de la misma o el funcionamiento y desempeño de su actividad.

Un buen plan preventivo se puede complementar con un seguro, que cubra los posibles daños y reactive en el menor tiempo posible la labor del afectado.

Así lo consideró en diálogo con Prensa Latina Juan José Rodríguez, director de Contabilidad y Finanzas de Seguros Internacionales de Cuba, S.A (Esicuba), compañía que por más de cuatro décadas ha mantenido el liderazgo del mercado nacional de seguros, a partir de la profesionalidad, solidez financiera, estabilidad y capacidad de pago demostradas en su gestión.

Al referirse a la importancia del seguro como un factor de desarrollo en la economía, Rodríguez subrayó que el sector empresarial, tanto cubano como extranjero, tiene en Esicuba una garantía de cubrir sus riesgos, en beneficio de los bienes que ese empresariado tiene en sus manos.

Recordó que si bien las empresas deben producir, también deben resguardar esa producción, para lo cual ese segmento cuenta con una compañía que ofrece una amplia gama de seguros que buscan satisfacer las peculiaridades de cada tipo de negocios.

Entre esos seguros sobresalen aquellos vinculados a los riesgos a que está sometida la industria y los referentes al tráfico de mercancías de importación y exportación, al tiempo que ofrece coberturas a todos los intereses cubanos y extranjeros en el país, siendo el asegurador de las mayores empresas y grupos corporativos que operan o radican en Cuba.

Realmente una vía de resguardo económico y financiero es Esicuba, pues es capaz de respaldar las pérdidas que se generan y aliviar así la economía nacional, a fin de que pueda retomar su cauce de inversiones, cumplir sus planes de producción y seguir adelante con su desenvolvimiento, apuntó.

En ese sentido, Rodríguez enfatizó que la aseguradora tiene garantizada su capacidad de respuesta para los eventos que se producen, ya sean corrientes o catastróficos.

Evidencia de esto último fue el huracán Sandy que azotó al país en octubre del 2012 y causó pérdidas millonarias, tras lo cual la empresa dio una respuesta rápida con financiamiento a sus asegurados, según consta en los registros y balances.

Para ello, según explicó, la aseguradora cuenta con provisiones técnicas y un capital en el orden de los 140 millones de CUC (peso cubano convertible), para satisacer las demandas de sus 788 clientes nacionales y extranjeros, con un valor asegurado de más de 27 mil millones.

En tanto, en el ramo de daños la empresa tiene más de 25 mil millones de dólares, que incluye transportación de mercancías, cascos marítimos y de aeronaves, incendios y líneas aliadas, riesgos de ingeniería, petróleo y gas y vehículos, entre otros.

De esa manera el rol de una empresa aseguradora es administrar los fondos que compensarán a los perjudicados por un determinado siniestro, a través de un sistema de base solidario ya que las primas que abonan los asegurados que no sufrieron una pérdida contribuyen a resarcir el daño a los afectados.

Pero además de ese sentido solidario que el seguro lleva intrínseco, expertos consideran que la actividad también puede contribuir con otros aportes a la economía mediante la inversión de una parte de las primas, lo cual contribuiría al financiamiento de distintos sectores de la llamada economía real.

De ahí que Rodríguez subraye el aporte que el seguro puede brindar para el crecimiento constante de la economía, por lo que estimó necesario fomentar aún más una cultura en este sentido, a tono con la actualización del modelo económico cubano.

Realmente nosotros como aseguradora tenemos una gran incidencia en la economía nacional. En 2012 con el huracán Sandy tuvimos un volumen de trabajo grande, con lo cual cumplimos con nuestro objeto social y la misión de aliviar a la economía nacional, ejemplificó.

Al respecto, explicó que las pérdidas de los asegurados por el huracán estuvieron en el orden de los 66 millones aproximadamente, de los cuales 53 millones fueron CUC, como parte de alrededor de 183 reclamaciones que afectaron a más de 500 riesgos, y en un año en el que por primera vez Esicuba rompió la barrera de los 100 millones en ingresos por primas de seguro.

"Fueron casi 126 millones, de los cuales 123 millones fueron en CUC", precisó, al tiempo que destacó el incremento a la producción que desde hace varios años registra la empresa.

En tanto, para el conjunto de 2012 se presentaron unas 85 mil 962 reclamaciones en cuanto a valores, que en términos cuantitativos obedecen a unas cuatro mil 991, de las cuales cuatro mil 642, es decir el 97 por ciento, fueron atendidas con prontitud dentro del mismo año.

De acuerdo con Rodríguez, fue un proceso de pérdidas grandes, pero también un proceso de pagos a cuentas a aquellos asegurados que tenían necesidad de reponer de una manera rápida sus bienes afectados.

Por otra parte, indicó que las exportaciones de la aseguradora (ventas de servicios) se cumplieron en un 118 por ciento, mientras las ventas a las (empresas extranjeras y mixtas en un 187 por ciento.

En cuanto a las importaciones, el directivo señaló que estuvieron por debajo del 100 por ciento, a un 79 por ciento, y el valor agregado casi en un cinco por ciento, con un ciclo de inventario en el orden de los 85 días, inferior a la media de 90 días estipulada.

Para el ejecutivo, Esicuba obtuvo resultados favorables en 2012 pese a no registrar los volúmenes de utilidades previstos, pues cumplió con su misión de proteger a sus asegurados y los intereses del país.

"Mientras más gastamos más cumplimos con nuestra misión, que es aliviar al presupuesto del Estado de la carga de las pérdidas que se provocan en nuestros clientes".