Ronald Suárez Rivas - Granma - Foto: Ismael Francico/Cubadebate.- A casi cinco años del inicio de una ofensiva dirigida a poner en explotación miles de hectáreas ociosas, nuevas medidas —enmarcadas en el Decreto-Ley 300— aumentan las perspectivas de esa importante experiencia.


Con ellas se reforzaron las facilidades ofrecidas por el Decreto-Ley 259, cuya implementación a partir del 2008 allanó el camino para la entrega en usufructo de aquellos terrenos que permanecieran sin cultivarse.

Desde entonces, según el Centro de Control de la Tierra, 9 585 personas naturales y 236 jurídicas (Cooperativas y UBPC) han recibido áreas por ese concepto en Pinar del Río.

“La mayoría con la intención de fomentar la ganadería, el arroz y los cultivos varios, aunque también hemos procesado solicitudes para la plantación de frutales, tabaco y caña”, explica Roberto Carlos Pimentel, quien dirige esta actividad en Vueltabajo.

En total, han sido otorgadas 64 mil 391 hectáreas (ha), de las cuales, alrededor de 50 mil 620 ya están en uso, precisa el funcionario.

¿Pero, de qué manera incide este programa en la producción de alimentos?

Del surco a la tarima

Con más de 50 mil nuevas hectáreas en explotación, los especialistas aseguran que el impacto debería ser palpable; sin embargo, las estadísticas de la Dirección Provincial de Economía y Planificación indican lo contrario.

Si se comparan los resultados productivos alcanzados entre el 2008 y el 2012, ninguno de los principales renglones evidencia un aumento significativo, y algunos como la leche de vaca, la carne de ganado ovino-caprino, el plátano y las hortalizas, decrecen.

Es una tendencia que se mantuvo durante el último lustro. En el 2012, por ejemplo, de acuerdo con las cifras oficiales, se obtuvieron 19 mil 785 toneladas menos de hortalizas, 13 mil 891 toneladas menos de viandas, y 1,1 millones de litros de leche menos que en el 2011.

No se trata de una reducción planificada. De hecho, el pasado año, la cosecha de viandas quedó un 13,8 % por debajo de lo previsto, la entrega de leche lo hizo en un 22,8 % y la carne de ganado ovino-caprino, un 22,4 %.

Algo más que números

¿Cómo explicar que con muchas más áreas en explotación, la entrega de alimentos mantenga el mismo nivel, o incluso disminuya?

Para Rogelio Iglesias, delegado de la Agricultura en la provincia, el fenómeno pudiera tener varias causas. “En el caso de la leche o el arroz, por ejemplo, el Decreto-Ley 259 acogió una cantidad importante de tierras que ya estaban en uso mediante otras legislaciones, y por tanto, no podrían influir en las cifras”.

No obstante, asegura que más que un asunto de producción, el principal problema radica en el control.

“Hay que reconocer que no hemos creado los mecanismos para captar todos los alimentos que se generan. Esto es algo en lo que nos ha faltado rigor y que estamos obligados a cambiar”, señala.

“Evidentemente, hay un nivel de producción que se escapa”, coincide Juan Miguel Hernández, subdelegado a cargo del área de funcionamiento, y advierte que la solución del problema estaría en un proceso de contratación más eficiente.

“Exigir el cumplimiento de lo contratado y darle seguimiento en todas sus etapas es lo que nos puede permitir acercarnos a la verdad”.

Una verdad necesaria, que más allá de los números, hoy estaría marcando la diferencia entre los productos que llegan a los mercados estatales con precios topados, más asequibles a la población, y los que van bajo el sistema oferta-demanda.

Jorge Luis Salas, director de Economía y Planificación en el territorio, concuerda en que puede haber una relación directa entre los incumplimientos en materia de producción y la oferta de los mercados.

Pero no es este el único inconveniente. “Las producciones que no se controlan escapan a todo análisis financiero e impactan en el estancamiento de determinados renglones como la leche. Actualmente no basta con mantener los niveles, incrementar sostenidamente la producción agropecuaria constituye una necesidad debido al alza que han experimentado los precios de los alimentos que se importan”.

“Imaginemos entonces cuál es el efecto, si en lugar de aumentar, las cantidades disminuyen”.

Esto, sin embargo, es lo que ha venido sucediendo debido a la falta de rigor en materia de contratación y de orden, desvirtuando los esfuerzos que realiza el país en pos de su seguridad alimentaria y recargando sobre su economía el precio del descontrol.

Cuba
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Presentación del Informe de Economía. Foto: Enrique González (Enro)/ Cubadebate....
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