Videos Cuba Hoy.- Cada Primero de Mayo, la alegría contagiosa de los cubanos abre paso entre la multitud, se apodera de plazas, calles y parques para dar sentido a la celebración del Día Internacional de los Trabajadores. Muchos son las razones que tenemos los cubanos para festejar días como estos y para que amigos de todo el mundo, decidan compartirlas con nosotros. Un equipo de Cuba Hoy desfiló en la Plaza de la Revolución José Martí junto a personas de muchas edades y procedencias, para reafirmar las verdades y el sentido de un Primero de Mayo en nuestro país.
Unidos por un socialismo próspero y sostenible
El primero de los primeros
Camilo Villa Juica - Granma.- Siempre vi el primero de mayo cubano por televisión. De todas las marchas del mundo que la pantalla mostraba, esta era la única que no terminaba en disturbios ni en enfrentamientos con la policía. Algo difícil de asimilar para quienes vivimos en sociedades donde la represión impacta de frente contra los "atrevidos" trabajadores y estudiantes que alzan su voz para exigir respeto a sus derechos.
"Algún día estaré allí", me decía mientras el locutor informaba los miles de asistentes al desfile. Y aquí estoy, maravillado aún con la experiencia.
Qué grato es caminar por este gran mar de fueguitos, como diría Eduardo Galeano, sin la amenaza de un chorro de agua deseoso por apagarnos, y sin palos, y sin gases, y sin esposas. Nada ni nadie nos extingue.
Deseé que mis compatriotas vieran esto, de seguro no me creerán cuando les cuente de las banderas mapuche flameando al compás del viento. En mi país, los mapuche son brutalmente reprimidos. Paradójicamente, a miles de kilómetros de su tierra, reciben educación gratuita y desfilan libremente por las calles.
Pese a que el cielo estaba cubierto por nubes grises, un arcoiris imponente se erguía por entre este y nosotros: eran banderas de todas las naciones, que enarboladas por hombres y mujeres de los distintos rincones del mundo, hacían solo una, la bandera de la humanidad.
Y allí estaba el Presidente Raúl, saludando a quienes pasábamos por la plaza decididos a defender la patria, que hace muchos años dejó de ser solo de los cubanos, pues es de todos quienes nos sentimos hijos de Cuba, quienes estudiamos en ella y quienes creemos en su proyecto, como este chileno que escribe emocionado después de pasar su primer primero de mayo en la Isla.
Un punto en la muchedumbre
Blog de Yohandry Fontana.- Estoy entre miles y entre ellos no tengo nombre propio, ni huellas digitales, ni álbum fotográfico con los recuerdos de mi infancia. Soy solo eso, uno más entre la muchedumbre.
Hace instantes, alguien me confundió saludándome y preguntándome por mis gatos; yo, que no tengo gatos. Pero le sonreí y le devolví el saludo, porque igual podría ser aquel. Y, de seguro, ese también está aquí.
Aunque nadie sabe quién soy y yo no sé al lado de quien marcho, me siento profundamente acompañado y seguro, como en esas fiestas familiares de fin de año.
En esta explanada gigante, nos unen motivaciones y raíces tan hondas como indestructibles, esas que algunos allende los mares no se explican; y no pueden entender por qué venimos a esta Plaza cada primer día de mayo.
Nosotros, los que estamos aquí y aquellos que igual marchan en las otras provincias de Cuba, lo entendemos clarito; aunque a veces sea difícil vestir de palabras las razones.
Pero aquí vamos, marchando. Y yo, soy un punto más de la muchedumbre, sabiéndome tan imprescindible como cualquier otro.