Durante 16 días el piano reunirá en La Habana a multilaureados artífices de ese instrumento, los cuales asistirán al Primer Encuentro de Jóvenes Pianistas, desde el 25 de mayo hasta el 9 de junio.
La sala Ignacio Cervantes y la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís, ambas en La Habana Vieja, serán las sedes del certamen, anunció a la prensa la musicóloga Miriam Escudero, su coordinadora general.
El director del encuentro —añadió— será el pianista cubano Salomón Gadles Mikowsky, catedrático en Manhattan School of Music de Nueva York y autor del libro Ignacio Cervantes y la danza en Cuba, texto de referencia sobre la obra de tan insigne músico. Editado por Letras Cubanas en 1988, su reedición en nuestro país —a cargo de la Editorial Boloña— se presentará el domingo 26, a las seis de la tarde, en la Cervantes, espacio que pronto se engalanará con una imagen del instrumentista y compositor y algunas de las partituras de sus piezas.
Miriam contó que con la donación de Salomón hace un año de un piano Steinway a la sala Cervantes surgió la idea de que La Habana Vieja pudiera crecer en el sonido del piano. De este modo se creó en el centro histórico, bajo la gestión de la Oficina del Historiador, un espacio fijo para el sonido del piano y regalar melodías desde la Cervantes, la Basílica Menor y la sala San Felipe Neri, sedes permanentes para la música de cámara.
El programa del certamen lo integran tanto obras obligadas de concurso como repertorios cubanos, entre los que se destaca la integral de las danzas de Ignacio Cervantes, a cargo de Wenqiao Jiang (China), de 15 años. Otros talentos que participarán —en su mayoría alumnos del maestro Mikowsky— son Ruiqi Fang y Yuan Sheng (también chinos), Alexandra Beliakovich (Belarús), Gustavo Díaz-Jerez (España), Simone Dinnerstein (EE.UU.), Khowoon Kim y Youngho Kim (Corea del Sur), Alexandre Moutouzkine y Tatiana Tessman (Rusia), Wael Farouk (Egipto) y los cubanos Willanny Darias Martínez, Liana Fernández Neira y Daniel Rodríguez Hart.
La clausura del evento será un concierto de lujo a cuatro manos de los pianistas cubanos Aldo López-Gavilán y Harold López-Nussa.
