Noel Manzanares Blanco – Cubainformación.- Con mucho interés leí y volví a leer una reciente Entrevista a Esteban Morales en la que él relata —entre otras asuntos de interés para quienes seguimos el latir del Socialismo en la Isla— qué sucedió a partir de la publicación de un artículo suyo titulado La corrupción en Cuba: ¿la verdadera contrarrevolución?, a mediados del 2010. Ello me sirve de pretexto para abordar sucintamente qué aconteció al respecto en aquella altura.
Recuerdo con marcada nitidez el bochinche armado a la sazón por equis representantes de la “nueva” ¿izquierda? en la Mayor de las Antillas, quienes siempre están a la caza de cualquier gazapo y/o desdicha producto del quehacer en la Revolución Cubana.
Me permito decirle al lector/a que en aquel tiempo sentí la obligación moral de alegar que era un Fetichismo el planteamiento que sigue:
“Recientemente, después de publicar un artículo donde advertía de los peligros para la Revolución de la corrupción en el estado, el prestigioso intelectual revolucionario negro, comunista, acaso nuestro más completo especialista en asuntos norteamericanos, el Dr. Esteban Morales, desapareció de la Mesa Redonda, donde participaba tradicionalmente cuando se abordaban temas relacionados con EE. UU. […]” —subrayado por mí para indicar la muestra de fetiche.
¿En qué me pude apoyar para hacer tal indicación, si el propio Esteban confirmó, en la citada entrevista, que quedó excluido inmediatamente de los espacios televisivos en los que participaba como la Mesa Redonda? —constituye un asunto que en este minuto no debo pasar por alto.
Pues, en mi rótulo , difundido en Octubre de 2008 —una versión apareció en la Web de la Revista Cuba Socialista, del Partido Comunista de Cuba—, consta:
“Así, podemos y debemos darle un puntapié a todo lo que se asocie al burocratismo y la corrupción, amén de luchar contra el formalismo, el verticalismo, el papeleo, el peloteo, el reunionismo, la insensibilidad y subestimación de las ideas de los entendidos, entre otras desgracias. Es un asunto de seguridad nacional […]” —las negritas son de ahora, para indicar lo que traté antes del artículo en cuestión del Profesor Morales.
Agrego a lo anterior que el 8 de junio del 2010 un sitio adversario a la Revolución Cubana, notificó: “El académico oficialista Esteban Morales negó este martes haber sido objeto de sanciones políticas por parte del régimen, como consecuencia de un artículo sobre la corrupción que fue ampliamente reseñado por la prensa extranjera”.
No obstante, si todavía alguien alberga duda de la verdadera causa de la sanción partidista a Esteban Morales, le invito a detenerse en lo que él mismo expuso hace apenas unos días:
“Presenté mi apelación en tres ocasiones; Municipio, Provincia y Comité Central, y todas las veces en que lo hice me dijeron que no, hasta que le escribí al compañero Raúl Castro y fue entonces que comenzó a revertirse el proceso. Obviamente en esa circunstancia, alguien se había equivocado, en un momento de exabrupto, y por eso fue que apelé a Raúl. El 29 de junio del 2011, un año exacto después de la sanción de separación, al retornar de una estancia de trabajo en los Estados Unidos, (ya habían insistido varias veces en llamarme estando aun allá) me llamaron a la Comisión de Apelaciones del Comité Central, la misma que había denegado mi última apelación, diciéndome entonces que luego de analizar profundamente el problema y mi actitud después de la sanción, me iban a devolver el carnet del Partido.
“[…] Pregunté si podía hacer pública tal decisión, me dijeron que si, y al llegar a mi casa puse una nota en mi blog. Lo que provocó otra avalancha. Unos me decían que por qué había regresado a esa “basura”, refiriéndose al Partido. Les dije que ese era mi partido, que no tenía ni tendría otro nunca. La mayoría se alegraba y me felicitaba. Estos últimos asumían siempre mi modesta victoria como propia” —las negritas son mías, para asomar intencionalmente su indiscutible rectitud revolucionaria.
Entretanto —al tiempo que resalto que publiqué ¿Desinformación u omisión cómplice? y Una contestación imprescindible insistiendo en mi tesis acerca del tema de la sanción—, significo que al expresar el Presidente Raúl Castro con posterioridad que la “corrupción es equivalente a la contrarrevolución”, de facto fue legitimada la certeza y verticalidad del destacado intelectual de marras, la médula del artículo que provocó la temporal y tristemente célebre separación de la Militancia Partidista del distinguido Profesor cubano.
Entonces, por mucho tengo sobradas razones para acreditar que el Doctor en Ciencias nombrado Esteban Morales Domínguez, es símbolo de la Dignidad Revolucionaria en nuestro Caimán Verde.
