Prensa Latina / Granma.- El trabajo de Cuba en el enfrentamiento a huracanes y desastres naturales fue destacado por Margarita Astrálaga, directora de la Oficina Regional para América Latina y el Caribe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
La experta, quien participa en la IX Convención Internacional sobre Medio Ambiente y Desarrollo que sesiona en La Habana, señaló que la isla tiene mucho que enseñar en materia de prevención, cómo evita la pérdida de vidas humanas, mientras en otras naciones mueren miles de personas por esta situación.
Hay mucho que aprender de estas experiencias, aseveró Astrálaga.
La víspera, en la jornada inaugural, la representante del Pnuma, valoró la situación ambiental mundial y consideró que aún cuando se han hecho grandes esfuerzos, todavía quedan muchos retos.
Estamos llegando a un callejón sin salida, el calentamiento global es inequívoco y acelerado, lo que conlleva a un riesgo creciente de impactos bruscos e irreversibles, manifestó.
Inundaciones, salinización, mayor incidencia de eventos extremos, pérdida de la biodiversidad, cambios en los patrones de circulación acechan al planeta, y la región de América Latina y el Caribe no escapa a esta problemática, dijo.
Resaltó la situación precaria que exhiben los arrecifes de coral, amenazados por las altas temperaturas y la acidez de los mares, la reducción de los glaciares andinos, y el aumento progresivo de las tormentas y huracanes, con la consiguiente afectación de mayor número de personas.
No obstante, consideró que existen posibilidades de revertir estos procesos, y destacó algunas iniciativas como el Corredor Biológico Mesoamericano y el del Caribe, que fomenta la interacción entre países.
En un aparte con Prensa Latina, Astrálaga señaló que la educación a todos los niveles de la vida, innovación para desarrollar tecnologías propias y poder político de las instituciones, son elementos claves para conservar el medio ambiente.
Indicó la necesidad de definir políticas racionales que prioricen el capital natural, conservarlo al tiempo que nos desarrollamos y no repetir y cambiar los patrones de consumo de las naciones desarrolladas, refirió.
La cooperación sur-sur es otro aspecto fundamental, cada país tiene sus fortalezas y debilidades y la riqueza está en poder compartirlo. Se adapta mas a nuestras condiciones, en lugar de traer unas tecnologías importadas, ese es el camino, intercambiar expertos, diseñar estrategias, señaló Astrálaga.
Más de mil delegados de unas 40 naciones asisten a la importante reunión, que sesionará hasta el próximo viernes, e incluye seis congresos y cinco coloquios sobre cambio climático, manejo de ecosistemas y biodiversidad, educación ambiental, áreas protegidas y gestión ambiental.