Prensa Latina - AIN.- Las sesiones finales del IX Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) comienzan hoy aquí centradas en debates sobre el periodismo que requiere el socialismo de este país en el escenario mediático actual.

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De acuerdo con el programa del evento, La prensa como sistema, aspiraciones y escenarios, y la Profesionalidad: forma, contenido, rutinas y desempeños. Gestión de la calidad, figuran también entre los asuntos acerca de los cuales intercambiarán los delegados.

Otros tópicos de la reunión, que concluye mañana en el capitalino Palacio de Convenciones, aluden a la situación material de la prensa y su impacto en la eficacia informativa, y a la experiencia de medios, periodismo y política.

Asimismo, se presentará el Informe Central y el Congreso realizará una declaración sobre los cinco antiterroristas cubanos condenados en Estados Unidos por monitorear grupos violentos que desde Miami operan contra esta nación antillana.

Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Fernando González y Antonio Guerrero cumplen largas condenas, mientras que René González se encuentra en Cuba tras pasar más de 12 años en prisión y luego de renunciar a la ciudadanía norteamericana como condición para su retorno a la isla.

Previo a las sesiones finales, se efectuaron las 184 Asambleas IX Congreso en cada delegación de base, celebradas entre septiembre y noviembre de 2012, y las discusiones en las provincias, el municipio especial Isla de la Juventud y las delegaciones ramales (entre ellas, prensa escrita, radio y televisión).

El encuentro acontece poco antes de que la organización -fundada el 15 de julio de 1963- arribe a su medio siglo de existencia.

Antonio Moltó nuevo presidente de la UPEC

Cubaperiodistas.- El Primer Pleno del Comité Nacional, en la víspera del inicio del IX Congreso de la UPEC, eligió, por votación directa y secreta, presidente de la organización a Antonio Moltó Martorell y como primera vicepresidenta a Aixa Hevia González.

También fueron electos vicepresidentas Bárbara Doval y Belkis Pérez Cruz.

Quedaron como miembros de la Presidencia de la UPEC, no profesionalizados, Rosa Miriam Elizalde, Arleen Rodríguez Derivet, José Alejandro Rodríguez, Ariel Terrero, Angélica Paredes, Raúl Garcés y Yosvani Albelo.

El Comité Nacional, integrado por 56 miembros (los 40 electos durante las votaciones efectuadas en las 20 asambleas provinciales, de Isla de la Juventud y los bloques ramales de la radio, la televisión, la prensa escrita y variado) y, de oficio, según los Estatutos, los presidentes de esas instancias que no resultaron elegidos, efectuó su Pleno en la Casa de la Prensa.

Cumpliendo lo establecido en los Estatutos, la Comisión Nacional de Candidatura presentó una candidatura de once nombres para presidente, primer vicepresidente, vicepresidentes y miembros de la Presidencia no profesionales. Se explicó el proceso previo de consultas que se había realizado tanto ante los integrantes del Comité Nacional electo como ante la anterior presidencia de la UPEC, así como, una vez tenido un consenso, se consultó la disposición de cada uno de los profesionales incluidos en la candidatura.

El Pleno aprobó, antes de proceder a la votación, incorporar a tres compañeros más en la boleta. Fueron, pues, 14 los integrantes de la boleta, para elegir once. Se decidió también que se elegiría por el voto secreto y directo al Presidente y que, posteriormente, los once que mayor votación alcanzasen determinarían quien ocuparía los otros cargos profesionalizados, es decir primer vicepresidente y dos vicepresidentes.

Mucho énfasis se hizo durante esta sesión del Pleno en la necesidad de que el Comité Nacional trabaje en el perfeccionamiento del reglamento electoral de la organización para lograr una mayor eficacia.

El Pleno también analizó las proyecciones de trabajo para el próximo quinquenio, documento que deberá ser aprobado por el IX Congreso.

Tras ser electo, el presidente Antonio Moltó hizo varias propuestas: Declarar Presidente de Honor de la UPEC a Ernesto Vera Méndez, fundador de la organización y quien la dirigió durante más de 20 años, y a Tubal Páez Hernández., presidente saliente tras dos décadas de exitoso trabajo. A propuesta de un integrante del Comité Nacional se aprobó también hacerlo con Julio García Luis, ya fallecido.

También Moltó hizo la propuesta de que se otorgase el Premio a la Dignidad a Tubal Páez Hernández, y que le fuese entregado en la sesión final del IX Congreso.

Al inicio del Pleno se informó que la Comisión Nacional de Ética electa por el IX Congreso, en su primera reunión, aprobó por unanimidad que fuese presidida por Juan Marrero.

Rolando Alfonso Borges, jefe del Departamento Ideológico del Comité Central, expresó un reconocimiento a todos los que han concluido su trabajo en la Presidencia de la UPEC, afirmó que todo presagia que tendremos un congreso sólido e hizo un llamado a enfrentar con la unidad de siempre todo lo que anda mal, sin olvidar la situación real del país.

En un intermedio del Pleno, sus participantes participaron en una exposición fotográfica sobre Hugo Chávez Frías, presentada en el vestíbulo de la Casa de la Prensa, a la cual asistió el embajador venezolano Edgardo Ramírez. La muestra es del fotógrafo de Granma José Manuel Correa. Angélica Paredes, miembro de la Presidencia de la UPEC, pronunció las palabras de presentación.

En horas de la tarde, el Comité Nacional de la UPEC y los delegados analizaron las modificaciones a los Estatutos y el Código de Ética que deberán aprobaron en la plenaria del Congreso.

Desde la imagen tributo a Chávez de periodistas cubanos

Rosalia Carmona Ledesma

La Habana, 12 jul (AIN) “Viaje a la esperanza” se titula la muestra fotográfica inaugurada este viernes en la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), en saludo al aniversario 50 de esta organización y dedicada al líder histórico de la Revolución Bolivariana, Hugo Rafael Chávez Frías.

Rolando Alfonso Borges, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y jefe de su Departamento Ideológico, presidió la presentación de las 30 instantáneas de José Manuel Correa, fotorreportero del diario Granma, quien tributó homenaje a uno de los hombres más valiosos de los siglos XX y XXI.

Angélica Paredes, reportera de la emisora nacional Radio Rebelde, destacó que estas imágenes son fruto de la responsabilidad y la consagración del trabajo periodístico en aras de honrar la memoria de Chávez.

Las fotografías representan un recorrido por el último año de vida del Comandante-Presidente (fallecido el cinco de marzo último), y ratifican su presencia en “el polvo, el agua, el aire y sobre todo, en el pueblo latinoamericano”, agregó Paredes.

Correa, autor de la muestra, señaló que la exposición contiene momentos significativos del líder bolivariano, entre ellos, su participación en el acto de cierre de la campaña electoral el cuatro de octubre del pasado año, así como el último derecho al voto que ejerciera el mandatario.

Además, fueron captados en las fotos las vigilias, rezos y oraciones del pueblo venezolano en demostración del amor y el apoyo a Chávez durante todo el período post-operatorio.

Asistieron a la actividad Edgardo Antonio Ramírez, embajador de la República Bolivariana de Venezuela en Cuba, Tubal Páez Hernández, presidente de la UPEC, Alicia Herrera, periodista venezolana y autora del libro de denuncia Pusimos la bomba...¿y qué?, y otras personalidades.

Los periodistas cubanos en congreso

Pedro M. Otero Cabañas - Radio Habana Cuba.- Este fin de semana sesiona en el Palacio de Convenciones de La Habana el noveno congreso de la UPEC, la Unión de Periodistas de Cuba, nacida hace 50 años, exactamente el 15 de julio de 1963.

La UPEC agrupa a los pocos más de 4 000 profesionales del sector en todo el archipiélago cubano y califica como organización No gubernamental, lo que en el mundo se entiende hoy como fuerzas que componen la llamada sociedad civil.

No es la UPEC, sin embargo, una agrupación intermedia entre sociedad y revolución. Es más bien una de las fortalezas con las que ha contado la Revolución Cubana durante toda su rica historia. Los periodistas cubanos han sido y son arietes en la maquinaria constructiva del modelo socialista cubano que empezó a gestarse hace más de 10 lustros.

En este noveno congreso de la organización que los agrupa, los periodistas cubanos se aprestan a renovar todo su quehacer profesional en correspondencia con los tiempos que se viven. Tiempos de cambiar todo lo que debe ser cambiado, como definió Fidel Castro hace 13 años el concepto de Revolución.

Por eso, para muchos, la principal misión de los periodistas cubanos es acercar la prensa que hacemos todos los días a la realidad que vive el país, con sus soles y lagunas, y erradicar para siempre su triunfalismo, estridencia y retórica fatua.

Una prensa revolucionaria en todo el vasto concepto de esta palabra, que abra las puertas a la información veraz, responsable y bien elaborada, así como al ejercicio inteligente de la crítica, que señale y ayude a corregir las insuficiencias, a educar y a contribuir al mejoramiento de cada miembro de la sociedad y de sus instituciones. Deberá ser, por lo mismo, una simbiosis entre contenido y forma.

Una nueva generación de profesionales del sector ya ha germinado y otra se halla en camino. Jóvenes formados con una concepción más abierta y abarcadora sobre el papel del periodismo en la sociedad y que en un futuro cercano se volverán mayoría en todos los medios nacionales de prensa.

Este es el momento de profundizar en los cambios que le urgen al periodismo cubano. El noveno congreso de la UPEC tiene la posibilidad de pronunciarse de manera absoluta por transformar el agotado quehacer de la prensa de hoy e impulsar el ejercicio de un periodismo más valiente, crítico, educativo y apegado, como madre e hijo, a las aspiraciones del pueblo, del cual, debe ser su reflejo.

La prensa en Cuba se mueve

Jorge Legañoa Alonso - Cubadebate.- Acusada de inmovilismo, oficialista, lejana de la realidad del cubano, la prensa nacional vuelve al colimador de muchos en el inicio del congreso de la organización que agrupa a los profesionales del sector, la Unión de Periodistas de Cuba.

Lo que debiera ser momento de recuento de los últimos años de trabajo y concertación de futuro, está siendo utilizado para abrir fuego –sin misericordia– contra los medios de comunicación masiva y sus hacedores.

No pretendo tapar el sol con un dedo. Mucho se ha hablado de las problemáticas de los medios de comunicación masiva y de las articulaciones de este con “el poder”, pero no me enfoco ahora a allí. Me voy en esta ocasión al comentario que pulula: hueco, sin argumentos, tecnicista, pesimista en extremo, que habla del apocalipsis y propone poco.

Me quito el sombrero todos los días ante los que “hacen”: periodistas, fotorreporteros, camarógrafos, personal de apoyo y directivos, que en las condiciones de una sociedad compleja que se ha transformado en los últimos años por la tozudez de un gobierno, el estadounidense, con su bloqueo a una Isla que no renuncia a crear aquí el Socialismo que nadie ha alcanzado en plenitud.

Fui de los niños que han vivido las bondades de la salud y la educación, pero también las penurias de nuestro proyecto socialista, que subsistió al periodo especial gracias a los mil inventos de la familia; de los que miraba las pizzas con resquemor ante la posibilidad de un queso- condón derretido, los de las piernas medio arqueadas de tanto pedal en bicicleta, y que también vio menguar las páginas del diario que llegaba a casa o sus hojas asemejarse más a un papiro antiguo que al diario de la mañana, pero ese fue el periódico, el noticiero de la televisión y la radio a la que muchos se aferraron con la esperanza de que saldríamos adelante y aquí estamos.

Es cierto, tenemos mucho que transformar, pero hablo de “tenemos” y me pregunto, ¿dónde están las otras manos? Mientras, anhelo que mi nombre –lo pongo como el primero en esa lista de los “kamikazes”– no sea el único entre los que están dispuestos, mañana mismo, a revolucionar todo en los medios de comunicación masiva en cualquier lugar de Cuba. Y si la cosa es de navegar, pues en el yate, cuál mejor que ese que trajo la sonrisa a este país.

Llegó el 9no Congreso de la UPEC y no soy de los que les gusta hablar y punto, sino comprometerse, trabajar, proponer… Esa última cualidad que aprendí en Juventud Rebelde: Soñar, proponer e investigar. Ahí está el meollo del asunto.

Mediaciones más, autorregulaciones menos, o si lo preferimos –para no andar de refinado y por las ramas– censuras o autocensuras, dejemos lo fútil y vanidoso de pretender una prensa químicamente pura –ya lo dijo Nicolás Guillén que no existe nada puro– y asumamos el reto de lidiar con lo que hoy nos lastra.

Lo más importante es enfrentar junto al pueblo lo corrupto de la sociedad –caiga quien caiga– y comencemos a hacer periodismo con el corazón bien en la izquierda, la sangre roja y los oídos en la tierra.

Hace algunos días escuchaba al presidente Raúl referirse a todo cuanto lastra la sociedad. Me cuestiono, ¿acaso la prensa que hacemos no es el reflejo de la sociedad que tenemos? Se puede debatir mucho en torno a eso.

No son pocas las regulaciones jurídicas que existen para el trabajo de la prensa, desde la propia Constitución hasta las reiteradas indicaciones partidistas. ¿Son suficientes? Quizás no, pero sí aisladas. ¿Qué ha pasado con esas normas? Algunos entes comprometidos con hacerlas cumplir, las ignoran olímpicamente. ¿No sucede lo mismo en una parte de la sociedad?

Una Ley de Prensa estoy seguro llegará, pero ahora mismo creo que no es lo fundamental. Fenómenos mil veces dichos siguen frenando la prensa que el pueblo está pidiendo y no es precisamente por la falta de una regulación jurídica, sino de cabezas duras –y también a veces huecas– que desde la comodidad de su aire acondicionado empapelan el mundo y no tienen los oídos cerca de los inquietos. La palabra de orden es SERVIR al pueblo. ¿Se olvidó ese concepto?

Urge que el país entero gane en cultura de comunicación, no solo la prensa, sino dentro de las propias instituciones, el gobierno, el Estado. En la medida que todos los actores –no son pocos– sientan la necesidad de COMUNICAR algo, la sociedad se irá transformando y la prensa –en su concepto más amplio: escrita, radial, televisiva o los digitales– logrará parecerse más a su gente que a la utopía individual de país.

Hace apenas unos días vi como un trabajo escrito por una bloguera –entiéndase los que escriben en una plataforma digital con una política editorial y visión muy personal– migraba de su plataforma a las páginas impresas de Granma. Según me contaron, los teléfonos no dejaron de sonar en todo el día pidiendo conocer a la muchacha valiente y a los que se unieron para defender sus derechos ante un conductor indolente.

No es solo una campanada, llegó el momento de la verdadera y decisiva transformación de nuestros medios de comunicación masiva. Tengo fe en ello; viene caminando. Contrario a lo que algunos piensan la prensa se está moviendo y no es solo cuestión de congresos.