Ricardo Alonso Venereo - Granma.- La cantante Emilia Morales acaba de ser declarada Embajadora Cultural de Cuba en Azerbaiyán, convirtiéndose así en la primera artista de la Isla en recibir tan alto reconocimiento en este país europeo.
Durante su estancia en esta nación la destacada bolerista y cancionera dejó una profunda huella entre el público azerbaijano para el cual actuó, recientemente, en calidad de invitada en un Concierto por la Paz celebrado en el teatro Behbudov, en Bakú, la capital, promovido por Aybeniz Hashimova, folclorista y artista de mérito de la República de Azerbaiyán, quien afirmó que Emilia: "Es una persona sencilla, pero con una gran sensibilidad humana que desborda de alegría hasta las almas más sufridas, porque sus interpretaciones son un alimento espiritual".
En sus múltiples presentaciones compartió con excelentes músicos locales, como la pianista Farida Huseynova y el violinista Selim Abbasov. También con reconocidos intérpretes como Karimov, de Kazajstán; Tahmina Niyazov, de Tayikistán; Oya Ergun, de Turquía; e Ismailov, Aynichan, Vugar Agayev y Bulbuller, de Azerbaiyán.
En el Conservatorio de Música de Bakú, las diferencias idiomáticas no fueron barrera para que el encuentro de profesores y estudiantes del centro con Emilia deviniera en clase magistral sobre la canción latinoamericana. Emilia se granjeó la aceptación de los televidentes al aparecer en un programa estelar en vivo, con una duración de más de un hora en el canal líder de la televisión azerbaiyana.
Pero si importantes fueron estas presentaciones, que alternó con un intenso programa de visitas a sitios de interés histórico y cultural, también lo fue su encuentro con autoridades de la ciudad de Taus (a 500 kilómetros de Bakú), donde recibió un SAS, instrumento musical autóctono, y una placa en reconocimiento a la solidaridad manifestada con su canto, y como muestra del agradecimiento y la admiración de los arzerbaiyanos por su visita y su elevado nivel profesional.
Igualmente departió con soldados de las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán, en la frontera con Armenia, donde rindió tributo a la memoria de los caídos en la guerra entre Azerbaiyán y Armenia por el territorio de la actual república de Nagorno Karabaj, acontecida entre los años 1988 a 1994. Allí reconoció el patriotismo de los soldados y les explicó que ese mismo aire se respira en Cuba. A ellos les dio a conocer la lucha por la libertad de nuestros Cinco Héroes antiterroristas presos injustamente en cárceles norteamericanas.