Abel Castillo Noriega y Zenia Camps Vidal - Cubainformación.- Frank Palacios, conocido artísticamente como “El que todo lo puede” ha estado involucrado en el movimiento musical urbano de Cuba desde la primera década del presente siglo cuando fue llamado a integrar las filas de la popular agrupación Los 4. Este productor musical desde los comienzos de su carrera incursionó en varios ritmos pero sus mayores éxitos a nivel internacional le han llegado en el género del reggaetón.

Con el sólido apoyo de sus seguidores y el deseo personal de compartir la visión musical que posee con jóvenes artistas, Frank fundó su propia compañía (8 Productions) que le ha brindado la oportunidad de colaborar con diversos exponentes del género y actualmente es el productor principal de la popular agrupación Gente De Zona.

El nuevo proyecto musical que lo absorbe va por la línea de temas comerciales fusionados con varios de los ritmos actuales como house y el merengue electrónico. Simpatía y cordialidad son cualidades que definen la personalidad de este joven que captó por línea directa de su madre, la pianista Regla Naranjo, el amor por la música. La variedad de géneros por los que ha incursionado tiene como objetivo mantener su lugar dentro del reggaetón e introducirse en otros campos del panorama musical cubano.

¿Háblanos de tus inicios en la música?

Empecé por el sistema de enseñanza que se estudia en Cuba: nivel elemental, medio y superior. A la edad de 16 años me incorporé a trabajar como pianista y flautista en el grupo Mayoguacán. Le agradezco mucho a su director Rafael Guedes por haber confiado en mí a pesar de ser un joven sin experiencia que empezaba a dar sus primeros pasos en el mundo de la música. En el 2004 me uní al proyecto de Polito Ibáñez y fue una experiencia súper bonita. Estando en esta banda me llegaron varias propuestas de grupos de música alternativa y tuve la oportunidad de conocer y trabajar con artistas de la talla de William Vivanco, David Torrens, Telmaris, Haidé Milanés y Robertico Carcasés.

¿Cómo llega Frank Palacios a la producción musical?

En el mundo de la producción comienzo en el nivel medio, con unas amistades mías que daban clases en el laboratorio de música electroacústica y ahí empezamos a hacer los sistemas MIDI (son las siglas de la Interfaz Digital de Instrumentos Musicales) la música por computadora no enfocada en el reggaetón pero que me sirvió para proyectos futuros. Un día me llega la noticia de que los muchachos del grupo de reggaetón Eddy K se habían separado y que estaban en el proceso de restructuración y buscaban un productor musical. Yo me presenté y Jorgito (Jorge Jr, Director de Los 4), me preguntó sobre mi experiencia en el mundo de la música y como se podía insertar mi propuesta dentro del trabajo de ellos. Después de probarme con Don Metra me dice que le parecía interesante lo que yo hacía y desde ese momento me incorporé a trabajar con Los 4. Con este grupo experimenté mucho, trabajé con muchas personas y me aportó mucho a mi carrera.

¿Qué diferencia a Frank de otros productores musicales?

Yo vi la posibilidad de crear en el reguetón, de hacerlo más musical, que no sea tan simple sin perder la esencia de que la gente baile que es el objetivo fundamental. Yo mezclo la música cubana con el reggaetón, lo que algunos llamaron cubatón y otros timbatón. Esta música ha ido variando con el tiempo, es un ritmo que viene funcionando desde hace años y se ha mantenido hasta nuestros días en la preferencia del público. El reggaetón que está surgiendo tiene cosas buenas aunque es cierto que algunos exponentes del género utilizan en sus letras palabras obscenas y no tienen en cuenta que esta música la oye desde un niño hasta un abuelito. En mi opinión se debe censurar a esas personas, pero no a todos los que hacemos reggaetón porque existen varios grupos que son muy cuidadosos con los temas que presentan y siempre adaptan el mensaje para que sea comprensible para todo tipo de público, debe quedar claro que si un género musical arrastra a tantas personas de diferentes sectores es porque tiene algún valor artístico. Se puede trabajar con el doble sentido pero sin llegar a la chabacanería porque está demostrado que no es lo que se dice sino como se dice. En estos momentos a nivel internacional hay un nuevo despertar y se ve un reggaetón más activo, más simple, que dice menos cosas porque se refuerza más la base ritmática. Yo voy a seguir haciendo reggaetón porque fue la primera puerta que se me abrió, pero no quisiera que mi compañía fuera solamente de este género, me gustaría poder hacer todo tipo de música.

¿En tu opinión por qué muchos jóvenes dentro del amplio espectro musical prefieren al reggaetón?

La salsa no es el ritmo que se está haciendo ahora, la gente no quiere bailar salsa, por mucho que están queriendo rescatar los espacios de bailes. Yo me acuerdo que en mi etapa de secundaria y pre universitario se hacían muchas ruedas de casino. Antes eran dioses Gilberto Santa Rosa, Marc Anthony como hoy son Don Omar y Daddy Yankee. A algunos jóvenes les da miedo insertase dentro de este baile porque es muy complejo y demasiado elaborado. En la sociedad actual no saber bailar es un problema, bailar casino es muy complicado, sin embargo el reggaetón es mucho más sencillo o sea más fácil de entender. Pienso que el problema que están teniendo los salseros es que se están distanciando del pueblo.

Las escuelas de salsa de Europa que eran las que contrataban las giras de todos los grupos que salían en los 90, hoy por hoy les interesa comprar más el reggaetón porque es más económico, las escuelas de la salsa ahora son escuelas de reggaetón donde se les enseña a bailar este ritmo a todos los interesados. El reggaetón maneja un lenguaje y un ritmo que atrae a la juventud.

¿Con qué artista le gustaría compartir el escenario?

He tenido la dicha de compartir el escenario con varios de los mejores grupos de nuestro país entre los que se encuentran Van Van, Alain Daniel, Paulo FG y Manolito Simonet, entre otros. Me gustaría realizar uno de mis sueños que es trabajar con Carlos Valera porque era el ícono de mi adolescencia, también quisiera volver a tocar con ese gran músico que responde al nombre de Polito Ibáñez porque con él aprendí muchas cosas, el me enseñó a madurar como músico ya que yo entré a su banda con muchas ganas de sonar y me mostró que el silencio también es música y que la parte más difícil de esta profesión es aprender a estar callado. Quisiera compartir experiencias con productores internacionales, desearía intercambiar conocimientos y que ellos me mostraran sus conceptos musicales. Conscientemente sé que ellos nos escuchan porque Don Omar sabe perfectamente quienes somos nosotros y saben el peligro que representamos en su mercado porque el artista cubano es muy emprendedor y tiene mucha calidad. Hay ciudades en que la diáspora cubana es súper importante por ejemplo para entrar en Miami tienen que hacerlo con artistas cubanos, no en balde Farruko, Henry y J. Álvarez han colaborado con Osmany García y El Micha buscando la opción de llegar a ese mercado.

¿De dónde surge el pseudónimo…el que todo lo puede?

Antes de trabajar con Los 4 yo pertenecía al proyecto Havana Show y un día el Micha me preguntó si yo podía hacer eso mismo arriba de su concierto y yo le dije que no había problema, luego le dijo a Jorgito que le había gustado mi trabajo y que yo era el que todo lo podía y desde ese momento se me quedó ese calificativo. Yo tenía mis dudas porque me parecía que algunas personas podían pensar que era un poco prepotente. Siempre se le busca un poco de atractivo a los nombres artísticos y creo que este aunque tiene muchas palabras y es difícil de simplificar lleva una gran idea de que musicalmente soy capaz de hacer todo tipo de música. Yo siempre le digo a la gente bromeando que soy el que casi todo lo puede.