Videos Cuba Hoy.- En la tercera etapa del "Bastión 2013" se destacan las acciones del país durante la lucha del desgaste sistemático del enemigo. Los universitarios como parte del pueblo cumplen con los deberes asignados y dinámicas de los ejercicios.
Solidez combativa y emociones juveniles
Dilbert Reyes Rodríguez
GRANMA.— En la energía desbordada y la seguridad de sus actos, es posible medir la garantía que ofrece un joven oficial o soldado en la trinchera de combate cuando siente satisfacción en lo que hace; porque conoce el altísimo valor de la soberanía, de la patria libre, porque se sabe también un hombre útil, pero además... porque le gusta.
No es fácil ignorar en un joven esas emociones evidentes que provoca el placer de hacer algo que disfruta. Por eso al suboficial Juan Rafael Frías Hidalgo no le ha incomodado llevar más de 48 horas bajo tierra, ni perder la percepción de si es de día o de noche, "aunque sé con precisión cuál es la hora exacta, y jamás me pierdo ni me atraso en la emisión de informaciones, en la recepción de instrucciones o en las respuestas a las dinámicas tácticas", advierte Frías, sin desatender las señales de su equipo de comunicación.
"En mi carrera militar todo ha sido cuestión de gusto; pero sin duda, lo que más disfruto son estos momentos de intensa operatividad, de ejercicio práctico. Sinceramente me emociona demostrar en el terreno, en un ambiente muy parecido a una situación real de guerra, cada detalle de lo aprendido durante mucho tiempo. El Bastión es el instante ideal para eso.
"De verdad que satisface mucho comprobar uno mismo cuánto ha elevado su preparación; no solo en los últimos meses, sino de un Bastión a otro, porque este es mi segundo ejercicio de este tipo.
"Hoy nadie tiene que convencerme de que estamos más preparados para enfrentar al enemigo si osara agredirnos. Yo lo noto en mi propia persona, en mis conocimientos y habilidades desarrolladas en tan poco tiempo, como oficial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
"Que nuestra patria es militarmente invulnerable no es una consigna, es una realidad y los jóvenes podemos garantizarlo; tanto los uniformados como los civiles, porque en definitiva, todos somos partes del mismo pueblo que se vestirá de verde olivo si se viera amenazado".