Con el festejo en la jornada de hoy también se marcó el comienzo de las celebraciones por el aniversario 50 de esa casa de altos estudios, que será en el 2014.
Durante casi medio siglo el centro ha cumplido con el supremo objetivo de formar integralmente ingenieros y arquitectos en las 13 carreras que se cursan, en las siete facultades con que cuenta.
Es la principal universidad tecnológica del país, con una matrícula cercana a los 14 mil estudiantes, incluyendo los de pregrado, posgrado, maestrías y doctorados.
De sus aulas han egresado 54 mil 467 profesionales, de ellos mil 947 extranjeros.
Posee un experimentado claustro de profesores e investigadores, y un 40 por ciento de ellos ostenta el grado de Doctor en Ciencias Técnicas.
El elevado nivel científico y pedagógico de su enseñanza, la amplia vinculación con empresas e instituciones del país, y la masiva participación de catedráticos y alumnos en programas científicos de prestigiosas universidades del mundo, avalan el prestigio del instituto.
La Cujae fue inaugurada por el Comandante en Jefe Fidel Castro, el dos de diciembre de 1964, en los terrenos del central azucarero Manuel Martínez Prieto, antiguo Toledo, radicado en el municipio de Marianao.
Surgió como una obra puramente genuina de la Revolución, para cumplir la aspiración de generaciones estudiantiles de antes de 1959, y el compromiso contraído con José Antonio Echeverría, presidente de honor de la Federación Estudiantil Universitaria.
Con la creación del Ministerio de Educación Superior cambió su nombre por el de Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría.
Hoy la obra auténtica y creadora de la Cujae ratifica las palabras de Fidel, en la carta de agradecimiento que enviara al recibir el título de Doctor Honoris Causa, en el contexto del aniversario 45 del prestigioso centro.
“…Nada mejor podíamos hacer al triunfo de la Revolución que desarrollar nuestras universidades. Sus frutos han llenado de prestigio y autoridad moral a nuestro pueblo. En las ciencias están hoy las únicas esperanzas de que la vida humana pueda preservarse….”.
