Xenia Balón de la Cuesta - Cubadebate - Foto: Ismael Francisco.- Para algunos, las comisiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular representan un lugar común, en donde cada diputado eleva los planteamientos de su localidad, sin que a veces se le dé la adecuada solución o respuesta. En una Isla donde conviven aproximadamente 11 millones de personas, es cierto que la solución no se encuentra en un chasquido de dedos, pero el esfuerzo por mejorar cada día las limitaciones y deficiencias se hace notar.

Si los que comparten esa idea, escuchara atentamente la crítica constructiva que hacen los diputados, respecto a temas de interés nacional, la búsqueda de alternativas para acelerar los procesos y las expectativas que ponen tras la realización de este evento cada, de seguro cambiarían su percepción.

Toda esa parafernalia de infamias acerca de la libertad de expresión en Cuba, creada por esos que miran a la Isla con una lupa diferente, los que critican sin poner en una balanza los logros de la Revolución; se derrumba cuando un diputado hace su alocución en la Asamblea. Es la voz del pueblo, la voz de uno más que vive, padece, sufre y se enorgullece del destino de su nación y que con su aporte quiere ayudar al avance de su proceso revolucionario.

El logro principal de la Asamblea ha sido, desde sus inicios, propiciar la participación activa de los ciudadanos, lo cual permite la intervención directa de estos en la dirección de los asuntos del Estado y todas las actividades de la sociedad. Esta vez no fue diferente. Entre las sesiones que pude presenciar estaban la Comisión de Salud y Deporte y la Comisión de Industria, Construcción y Energía que se refirió, entre otros temas, al programa de subsidios para la construcción de viviendas.

La Comisión de salud destacó la expectativa de vida y el bienestar de nuestra población, el mantenimiento en los últimos 4 años de la tasa de mortalidad infantil por debajo de 5 por 1000 nacidos vivos, la atención rigurosa y especializada a las embarazadas, como parte del seguimiento a la baja natalidad y fecundidad, existente en el país, lo que nos ubica como uno de los países más envejecidos de América Latina.

No obstante, persiste la fuerte denuncia sobre la insuficiencia de contenedores para la recogida de basura, el desorden social en la recogida de esta y un llamado a elevar la cultura sanitaria de la población.

«Salud es más que atender enfermos: es higiene», aseguró el presidente de la Comisión Jorge González. Y es que todavía, principalmente en la capital, aún no se comprende semánticamente el significado del cartel: ¡No arrojar basura!

Con los latones desbordados, el mal olor que inunda el ambiente, se encuentran algunas calles de La Habana en las que al parecer suciedad, indica sinónimo de limpieza.

Esas esquinas tienen historias. A ellas asisten numerosos “especialistas” en el arte de cómo botar el dichoso paquete. En algunas ocasiones, te lo encuentras que van con su bolsita y la colocan a un costado del tanque. Otros que al parecer son muy ahorrativos y vierten el contenido de la bolsa, fuera del latón. Por si fuera poco, también escuchas: ¡Ay, tengo que botar la basura, pero me pesa llevarla hasta allá!

- No te preocupes hija,- comenta la vecina-, déjala por ahí que después pasa el camión y la recoge.

Si bien es cierto, que sentido de pertenencia es identificarse con el barrio y nuestras costumbres, muy poco estamos dando a demostrar con esta actitud.

Por otro lado, la construcción de viviendas y su mantenimiento en Cuba fue un tema que mereció una mirada, pues aún constituye un desafío. Para nadie es un secreto que el fondo habitacional cubano, no figura con muy buenas condiciones. El azote constate de huracanes y eventos meteorológicos ha influido notablemente en el deterioro de muchos hogares.

De ahí la alternativa de la construcción por esfuerzo propio. Para el desarrollo de esta variante el gobierno asiste con créditos y subsidios. Grisel Castro, presidenta de la Comisión de Asuntos Económicos, reveló que además fueron entregados 1 192 millones de pesos en créditos, destinados al financiamiento de la adquisición de materiales para la construcción, transportación y mano de obra. Asimismo, entre los años 2012 y el 2013 ha ascendido a 860 millones de pesos el monto por subsidios entregados, en Cuba, a personas de bajos ingresos.

Teniendo en cuenta que este último es un financiamiento que no se devuelve, por parte de la población, los planteamientos de los diputados se inclinaron en esta sección a la verificación sistemática de los clientes, luego de otorgado el dinero para constatar la realización de construcciones, correspondientes al pedido.

Asimismo, se discutió sobre los retrasos en la entrega de subsidios por violaciones de la metodología de este proceso, la falta de información para orientar a los clientes por parte del arquitecto de la comunidad y de otros funcionarios y la baja calidad de algunos materiales ofertados en los puntos de venta.

También se abordó sobre la realización de cheques al cliente que se correspondan con la mercancía existente en los puntos de venta y que esta llegue en el momento preciso, la mejora de las condiciones de trabajos de los que allí laboran y el enfrentamiento de ilegalidades en estos centros.

Estas fueron algunas de las deficiencias detectadas en estos temas medulares en el avance y perfeccionamiento de nuestro modelo económico. «Orden, disciplina y exigencia», expresó el General de Ejército Raúl Castro Ruz, en la clausura del Segundo Período Ordinario de Sesiones de la VIII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, son las líneas para enfrentar los problemas. Puntualiza que estos, «deben preverse antes de su aparición y si surgen, hay que actuar de inmediato, sin vacilación, preferentemente cuando son pequeños y aislados, que siempre será preferible a pagar el costo político que entraña la inercia y la pasividad en hacer cumplir la legalidad».

«Continuaremos avanzando con decisión en la implementación de los acuerdos del Sexto Congreso», pero nuestro trabajo ha de ser «sin prisas, pero sin pausas», agregó.

Las comisiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el contexto cubano actual constituyen una luz, un camino cierto para las personas: El espacio para poner cada cosa en su lugar.