Ibis Frade Brito* .- Dicen los bailadores cubanos que Pupy tiene su "caché" y al parecer, esa opinión también la comparte el jurado que le confirió el Premio Nacional de Música 2013, junto al cantante Adriano Rodríguez.

A César de las Mercedes Pedroso Hernández, Pupy para sus amigos y el público de esta isla, lo tomó por sorpresa el lauro y casi lo abandonaban las fuerzas al enterarse de la noticia, reveló a Prensa Latina

Cualquier estímulo que un músico reciba, ya sea un aplauso, un estrechón de manos o una felicitación, resulta un reconocimiento entonces es muy grande cuando te confieren un galardón de tanta envergadura como este, añadió.

"En Cuba hay mucho talento y me sorprendió ser seleccionado, sentí una de las emociones más fuertes de mi carrera cuando el presidente del jurado, Juan Formell, me lo dijo hasta se me aflojaron las piernas".

Recibir un Grammy con el disco Premiso que llegó Van Van fue una alegría tremenda, agregó, pero este reconocimiento significa mucho más: avala todo mi trabajo y ahora tengo fuerzas renovadas, explicó Pupy.

También es un honor recibirlo junto a Adriano Rodríguez, uno de los mejores cantantes de la trova tradicional cubana.

DE LOS VAN VAN A LOS QUE SON SON

Según Pupy, Los Van Van son una escuela y una familia, "con Juan Formell aprendí muchísimo, nos conocimos cuando integrábamos la orquesta de Elio Revé y ahí descubrí que además de tocar el bajo, él tenía un proyecto diferente a lo hecho hasta el momento".

"Una de las decisiones más difíciles de mi vida ha sido precisamente separarme de esa agrupación, considerada el tren musical de Cuba, pero a medida que pasa el tiempo van surgiendo nuevas inquietudes"

Decirle a Formell "no voy a seguir en la orquesta" fue muy duro, si tengo que repetir ese momento, lo pensaría dos veces, dijo el pianista.

"Antes de crear mi agrupación realicé varias producciones discográficas con otros músicos cubanos como Omara Portuondo, Raúl Planas, Isaac Delgado, Xiomara Laugar, Ángel Bonne, Pío Leyva, Raúl Planas y comencé a poner a consideración del público mis composiciones".

Con Pupy y los que son son pude saber si mi trabajo tenía buenos resultados, y actualmente la agrupación tiene su papel dentro de la música popular, aunque siempre recuerdo a Los Van Van con mucha añoranza, señaló.

"Todavía mantengo una compenetración musical muy fuerte con Formell y cada vez que un bajista entra a la orquesta, debe tocar parecido a como lo hacía mi amigo Juan".

Casi siempre cuando un músico se separa de una formación, aún en los mejores términos, suelen quedar tensiones y eso nunca sucedió con Los Van Van, precisó Pupy.

A Formell le agradezco mucho sus enseñanzas, fue mi guía musical y hasta tomé un poco de su paciencia porque soy muy explosivo en el carácter, agregó. "Lo aprendido con él también lo aplico en la dirección de mi grupo, sobre todo su sentido del compañerismo: tener el mando conlleva no solo responsabilidad creativa, es necesario tratar de canalizar las inquietudes de los integrantes."

El nombre de mi orquesta es un tributo al son, además me parecía tener los elementos musicales necesarios para mis planes, "todos los que son", detalla.

Formar su propia agrupación y tratar de crear un sello diferente al trabajo con Los Van Van fue un reto para Pupy, pero hoy su orquesta figura entre las de vanguardia de lo popular bailable.

Casi todos los temas compuestos para el tren musical de Cuba como Seis semanas, Azúcar, El negro está cocinando, Temba, tumba y timba, y Qué cosas tiene la vida resultan todavía grandes éxitos, mientras las nuevas canciones llevan la marca de Los que son son.

EL SANDUNGUERO DE POGOLOTTI

El 24 de septiembre de 1946, en la barriada habanera de La Timba, la familia musical de los Pedroso celebró el nacimiento de un nuevo miembro al que llamarían más tarde cariñosamente, Pupy.

"Venir de una familia de soneros influyó mucho en mi carrera, en mi casa todo el día se hablaba de música y por ahí desfilaron grandes de la canción y la composición en esta isla."

"Recuerdo que en la sala había un piano grande y yo me ponía a tocarlo, hasta que sacaba alguna melodía".

Además de sus consejos y buena crianza, mi padre resulta el patrón fundamental de mi estilo y forma de tocar, destacó el pianista.

"También mi abuela y mi tía influyeron de forma positiva en mí, me enseñaron a ser disciplinado, estudioso y a preocuparme por las cosas de la casa, sin esa formación, hoy no estaría disfrutando el Premio Nacional de Música."

Otros que me llevaron por el buen camino fueron Elio Revé, con su disciplina militar, y Juan Formell con su guía musical, agregó.

En mis composiciones trato de seguir fiel a esos pilares, dijo, y también recurro a mis vivencias porque los temas de la música popular bailable casi siempre se basan en crónicas de la vida diaria, situaciones amorosas, un dicho o una palabra de moda

Por ejemplo, Seis semanas la dediqué a una novia de mi barrio habanero en Pogolotti, allí transcurrió buena parte de mi vida, tuve mi primer amor, hice amigos, pues aunque yo nací en La Timba me llevaron a vivir al poco tiempo con mis abuelos, explicó. "Ahí comenzó mi pasión por el son y hasta hoy es mi género preferido.

"El lugar de mi infancia también marcó muchas facetas de mi carrera profesional: en Los Van Van me decían el sandunguero de Pogolotti y uno de mis discos se titula De la Timba a Pogolotti.

"Y precisamente, en la gente de barrio encuentro el cariño sincero del público, me hacen sentir realizado, querido, mimado por eso me gustan mucho las presentaciones en las plazas abiertas", subrayó.

A veces, hay poca promoción en las discotecas, problemas con las locaciones, pero el interés por lo popular bailable está latente, en tanto la gente sigue a las orquestas de su preferencia en los conciertos al aire libre y plazas, consideró Pupy.

"No creo que exista una crisis, esta isla ha sido históricamente una potencia musical, pero debemos defender nuestra propia música para que las más jóvenes generaciones la conozcan", aseguró el reconocido músico.

Tal vez Pupy ya no pueda formar su orquesta ideal con Formell en el bajo, Raúl Cárdenas en la tumbadora, Samuel Formell en la batería, Changuito en el timbal, Hugo Morejón en el trombón, José Luis Cortés en la flauta, su tío Julio Pedroso en el güiro y su papá César "Nene" Pedroso en el piano, mientras cantan Pedrito Calvo, Sixto Llorente, Mayito Rivera, José Gómez, Armando Cantero y Cándido Fabré.

Pero promete seguir engrosando sus más de 150 composiciones con nuevos proyectos discográficos que van de lo instrumental a lo popular bailable, pues Pupy no entiende de géneros para mostrar que "tiene su caché", como dice la letra de una de sus canciones.

*Periodista de la Redacción de Cultura de Prensa Latina