Andrés Marí – Cubainformación.- Con suficiente regocijo estaba celebrando 55 años de rotunda soberanía, transparente dignidad y fundamentales aspectos de la vida resueltos por la Revolución Cubana cuando de golpe y porrazo se me aparece Ofelia, una gran amiga de juventud, y prácticamente me pide que le haga de Hamlet. Bien, adelante. Me dice que en Cuba ya se está realizando un cambio de régimen…

¿Por qué?, le pregunto, dispuesto a escucharla. La cosa está cantada, me contesta, ya se puede comprar una casa, un carro y viajar al extranjero, pero resulta peor que antes, las embajadas ya no dan visas, hay que trabajar más de 10 horas diarias en los negocios privados que se van creando y el dinero que te pagan no alcanza para todo. Raúl dice que no habrá terapia de choque con el pueblo, pero está repartiendo el país entre sus generales mientras el pueblo pasa las de Caín.

¿Qué dices, te volviste loca? Ni Raúl ni nadie puede repartir un país que es de todos. Eso garantiza que no haya terapia de choque. A ver, ¿dónde están los certificados de propiedad de los generales?

Cuando el río suena.

Puede arrastrarlo todo, ten cuidado… Plantea tus dudas.

¿Como la enfermera de Caibarien? Ese tipo sí está loco: “Cuando no entiendo algo, pregunto, y si sigo sin entender, vuelvo a preguntar, y si no me convencen, grito, ellos saben que a mí me da igual ripiarme que quitarme una chancleta”. No, yo no soy Adela…

Hay miles de formas para plantear los problemas, pero habrás de entender lo más importante: Cuba ha sido obligada por las circunstancias a comenzar una nueva etapa muy diferente…

Que dejen hacer todas las posibilidades.

En eso trabajan los que nos gobiernan.

Mentira, no quieren Socialismo, quieren el poder.

Sí, para que rehagamos el país que ya hicieron con los niveles de formación humana que tenemos.

No pueden seguir, que dejen probar a otros. Ya su etapa pasó.

¿Tú crees que ellos quieren ir contra sí mismos?

Es lo más parecido, nos vamos quedando sin ideales.

El mundo no nos dejaría continuar como íbamos.

Ni el pueblo cubano tampoco.

¿Te das cuenta lo difícil que lo tenemos? La peor situación que hemos vivido y no hay una varita mágica… Hay que ir improvisando…

Eso, se improvisa con todo, y claro, los de arriba tienen que vivir bien, como siempre, los de abajo pagamos esa vida con la nuestra…

¿Me dejas terminar? Cualquiera que esté en el poder, si quiere hacer las cosas bien, habrá de probar una y otra vez y se las verá muy mal para acertar de golpe y porrazo, porque se trata de que ninguna vida pague otra, sino de que todas las paguemos todos y ninguna sea indigna, pero…, todos tienen sus expectativas, tú misma, ¿no querías viajar, no querías comprarte una casa y un carro, no querías vivir un nuevo proyecto de vida? Todo eso tiene un precio y el país tiene unos límites, ¿qué creías, que te regalarían la vida que quieres?

En el país está entrando mucho dinero, ¿qué se hace con él?

Segurísimo que no está entrando lo suficiente como para que todos nos compremos una casa, un carro y un pasaje al extranjero.

No sé…

Tú sí sabes. Alguna gente tiene mucho dinero y ya se sabrá si nos lo robaron, porque será muy difícil convivir con esa gente, pero…

Sí, va a ser muy difícil convivir con esas desigualdades…

Pero las habrá… No tanto como en otros países, pero las habrá y tendremos que ver cómo se resuelven…

Si no se resuelven ahora…, olvídate. Cuando el cambio esté terminado ni mil Fidel podrán echarlo para tras…

Por eso hay que probar y probar y todos debemos estar activos. Contéstame una cosa: ¿En nuestro país sigue habiendo tranquilidad y se mantiene el buen acceso a la educación y a la sanidad, a la cultura, al deporte, el respeto a la niñez, a la ancianidad, a la vida?

No quiero seguir oyendo eso, ya eso aburre…

Sí, aburre, es verdad, pero eso está en el dinero que entra al país.

¿Y no alcanza para más? Porque hay gente que vive con más.

Respóndeme, ¿se mantienen las conquistas sociales?

¿Vas a seguir con eso?

¿Se mantienen o no?

Bueno, sí, se mantienen, pero da un poco de pena cómo las tenemos, además, ya eso lo teníamos… No, no, yo no quiero lo peor del Sistema Capitalista… Hay una cantidad de hijoeputas…

Los hijoeputas están en todas partes y sencillamente hay que combatirlos donde quiera que estén.

¿Combaqué? Tú estás jugando… Yo tengo unas nobles aspiraciones…

¿Qué aspiraciones?

Las que tiene todo el mundo, vivir, lo más normal...

¿Y sabes tú que lo más normal del mundo es trabajar, si lo consigues, como un loco para, a veces, tener algunos accesos, no todos, y vivir con bastantes preocupaciones y temores? ¿Esa es tu normalidad?

No, perdona, nosotros teníamos unos ideales para que nunca nadie tuviera que mendigar su vida…, queríamos que todos tuviéramos la oportunidad de vivir con dignidad…

Mantengamos también esos ideales…

¿Y las aspiraciones? No se puede vivir con lo justo, hace falta algo más…, y para todos.

Perfecto, ¿y cómo se entiende eso? ¿Pensaste que todos íbamos a ser ricos y traeríamos esclavos de Haití?

No, te equivocas, yo no hablo de riquezas, hablo de ideales…

Cuéntame.

Han sido muchos años imaginando una vida mejor, hemos pasado de todo. Se han cometido muchos errores, se ha destruido un país y ahora lo vamos a enterrar, ¿para esto luchamos tanto? Es muy triste, yo no sé cómo la gente aún no se ha tirado a la calle… ¿Quiénes pueden comprarse la vida que se les prometió a todos? No, no juguemos con aquellos ideales…, ya todo está perdido…

Si piensas así, espera que alguna embajada te dé visa y cuando vivas en un país que se precie de su normalidad conocerás otras promesas.

¿Y mientras…, sigo comiéndome el hígado?

No, tú también puedes dirigir la nueva etapa…

¿Yo? Qué bien, después de más de 50 años haciendo lo que me decían, de golpe y porrazo yo tengo que dirigir la nueva etapa…

Sí, tú misma, y todos…

Pero si no dejan hacer nada…

Depende de ti, ve con todos. Insiste, habla, averigua, comparte, participa, vive… Donde quiera que vivas habrás de arriesgarte.

No, no, en Cuba no se arriesga nada, en Cuba se puede perder todo.

¿No decías que ya todo está perdido?

No, no, no me entiendes… Por suerte, Cuba sigue siendo un país diferente.

Pues depende de nosotros mismos que lo siga siendo y que mejore.

¿De golpe y porrazo?

Como podamos… Ahí está la realidad. Nadie, a no ser que viva en las nubes, está impedido para apreciarla y ponerle su mentalidad y su granito de arena. El país es nuestro, para eso se hizo la revolución, y si ya es nuestro podemos hacerlo como queramos. Si no te lo crees, entonces sí todo está perdido…, para ti. Alguien dijo que “el mundo dejó de ser una maravilla y hay que reencantarlo”. Si tampoco te lo crees, hay un lugar más fácil para estar, vete a un convento.

¿Por qué? A ver, ¿por qué tengo que irme a un convento? Tú lo entiendes todo, estás de acuerdo con todo y de contra ya sabes lo que tengo que hacer, ¿por qué? A ver, ni muy muy ni tan tan, ¿por qué los dos no lo vemos todo regular y tratamos de entendernos?

Por mí, no hay problemas, pongamos todo regular. Ni yo lo entiendo todo, ni estoy de acuerdo con todo, ni pienso que debes irte a un convento. Pero si tú dices que ya todo está perdido y no crees que debemos encantarnos otra vez con nuestro país, ¿qué puedo decirte? Vete a un convento. Seguro que tú me dirías lo mismo: Vete a un convento. Bien, si ninguno lo decimos, ¿qué podemos hacer?

Celebrar que podemos entendernos y rehacer juntos nuestro país.