Diana Ferreiro - Foto: Maylin guerrero Ocaña - Granma.- El Premio Nacional de Periodismo José Martí, por la obra de toda la vida, fue concedido este viernes por la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) a Santiago Cardosa Arias, por su trayectoria profesional, maestría en géneros como el reportaje, labor pedagógica y aporte, en general, al desarrollo de nuestra prensa.

José Martí por la Obra de la Vida. Santiago Cardosa, quien fuera en sus inicios vendedor de periódicos y tipógrafo, inició su vida profesional en 1951 en La semana, y trabajó luego en Carteles, Adelante, Radio Baracoa y Granma, entre otros me-dios de prensa.

"He querido hacer un periodismo al servicio de la Revolución, con amor, sin escatimar esfuerzos", expresó emocionado.

Se dieron a conocer también los Premios Nacionales Juan Gualberto Gómez, por la obra del año 2013. En Prensa Escrita, la galardonada fue Mayra García Cardentey, del periódico Guerri-llero, de Pinar del Río; y además obtuvieron mención José Luis Estrada Betancourt, de Juventud Rebelde y Dayamís Sotolongo, del periódico Escambray en Sancti Spíritus.

En Televisión, se le otorgó el reconocimiento a Abdiel Bermúdez Bermúdez, de Telecristal; mientras Julio Acanda, del Sistema Informativo de la Televisión Cubana, recibió una mención especial.

Por su parte, el jurado de prensa radial concedió el premio a Abel Falcón Surí de la emisora CMHW de Villa Clara, y menciones a Alberto Ajón, de Radio Reloj y Rosa María Ramírez de Radio Libertad en Las Tunas.

En Gráfica, el reconocimiento correspondió al fotorreportero de la Agencia de Información Nacional, Marcelino Vázquez Hernández; y el jurado concedió menciones a Raynel Cabarroi Hernández, diseñador de la Editorial de la Mujer y a Noel Bravo, camarógrafo de Isla-Visión.

Iroel Sánchez García, autor del blog La pupila insomne, recibió el premio en la categoría de Prensa Digital; y la periodista Isairis Sosa obtuvo mención.

El Premio Nacional de Periodismo José Martí y el Juan Gualberto Gómez serán entregados el próximo 12 de marzo en el Memorial José Martí de la capital.

Ecuador en tres épocas desde las letras de Abdón Ubidia

Lianet Leandro López

La Habana, 21 feb (AIN) Para el escritor ecuatoriano Abdón Ubidia, una época no es una sucesión de años al azar, sino una burbuja de tiempo donde acontecen historias únicas, que posiblemente nunca se repitan.

En el espacio Encuentro con…, de la XXIII Feria Internacional del Libro Cuba 2014, de la cual Ecuador es Invitado de Honor, el acreedor del premio nacional Eugenio Espejo, máximo galardón otorgado en ese país a destacados en el ámbito cultural, expuso su visión sobre diferentes atmósferas temporales de su nación.

Quito, la capital, es el centro de escenarios hiperrealistas que describe Ubidia en sus textos Ciudad de Invierno, Sueño de Lobos y La madriguera, suerte de trilogía que evoca los años 80 y 90 del pasado siglo, y el 2000 como fin de un milenio despedido en medio de una crisis bancaria que llevó al éxodo a dos millones de ecuatorianos.

A través de esas líneas temporales, el autor se preocupa sobre todo por mostrar cómo las circunstancias afectan al ser humano y lo transforman, y cómo ese cambio genera a su vez una nueva sociedad que se mueve de acuerdo a las demandas de la moderna realidad.

Así, el primero de los libros muestra el choque de la tradicional y conservadora familia quiteña, y por extensión de la ecuatoriana, con los embates de una renovación llegada gracias a la boyante situación económica de la década de 1970, cuando el petróleo generaba fuertes ingresos al país.

Señaló que posteriormente sobrevino una época de crisis descrita en Sueño de Lobos, a propósito del pago de la deuda externa contraída, donde toda la riqueza de la sociedad era apropiada por el capital financiero.

Muestra entonces una clase media sin rumbo, insomne, con una sensación de soledad, y que fue arrastrada a la crisis de dos décadas después, escenario de La madriguera, texto que presentó el creador en la actual edición de la feria literaria cubana.

Ubidia destacó la recuperación económica y social del país actualmente, sin embargo remarcó la importancia de volver sobre esas historias del pasado, para asumir mejor los retos del futuro, que es impredecible y se escapa de la voluntad de los actores del presente.

En Feria del Libro texto-denuncia contra el narcotráfico

José Armando Fernández Salazar

La Habana, 21 feb (AIN) Cifras oficiales reconocen que más de 60 mil mexicanos han muerto como resultado de la guerra contra el narcotráfico, una realidad que han tratado de silenciar los grandes medios de comunicación, advirtió hoy en esta capital la periodista Sanjuana Martínez.

La reportera lleva siete años en la cobertura de esta cruzada violenta, llena de historias conmovedoras como las que aparecen en la selección periodística Ese cáncer que llamamos crimen organizado, presentada hoy en la XXIII Feria Internacional del Libro, Cuba 2014.

El texto fue editado por el proyecto Para Leer en Libertad, y en él aparecen 10 reportajes de profesionales de la comunicación de la nación azteca, quienes asumieron el riesgo de investigar sobre un tema que ha causado la muerte de al menos 160 periodistas de ese país.

La expansión de los cárteles de la droga, el tráfico humano y de armas, la corrupción, la violencia y las soluciones que ha puesto en práctica la sociedad civil mexicana, son algunos de los temas que aparecen reflejados en las historias recogidas en la publicación.

Medios de prensa como la revista Time y el canal de noticias CNN pretenden construir una realidad idílica de México, por lo que la edición de libros como este resulta indispensable para reivindicar la verdad por encima de los interese políticos, dijo Martínez a la AIN.

La presentación de la antología en la Feria de La Habana -agregó- es una denuncia a la violencia y la corrupción que engendra el narcotráfico, pero también a la censura que existe sobre el tema, cuya presencia mediática se circunscribe a la llamada prensa alternativa.

El lanzamiento editorial del título estuvo a cargo del escritor y activista político Paco Ignacio Taibo II, quien apuntó que en Estados Unidos radica el mayor mercado para las drogas, sin embargo han exportado la violencia hacia naciones como México.