Yeneily García García - AIN - Video: teleSUR.- La etapa de la XXIII Feria Internacional del Libro, que desde el 13 sentó campamento en la capitalina Fortaleza San Carlos de La Cabaña, cerró hoy sus puertas con una asistencia que sobrepasó los 380 mil visitantes, 130 mil más que en la pasada edición. La ceremonia de clausura, celebrada en la Sala Nicolás Guillén, del antiguo recinto militar, contó con la participación de Abel Prieto, asesor del Presidente; el titular de Cultura, Rafael Bernal; y Zuleica Romay, Presidenta del Instituto Cubano del Libro, entre otras personalidades.

Edgar Ponce, embajador de la República de Ecuador en Cuba, agradeció la condición de Invitado de Honor que su país ostentó en esta versión 23 de la cita, la cual contribuyó a unir más a los dos pueblos y acercarlos desde una dimensión más diversa, dijo.

Aseguró que se siente orgulloso de participar en esta magna fiesta de las letras, a la cual llegaron con una delegación de más de un centenar de miembros y unos 10 mil libros, que serán donados a la red nacional de bibliotecas.

Zuleica Romay reconoció el éxito de la Feria, sobre todo en los jóvenes, quienes representan –anunció- las dos terceras partes del total de asistentes, al tiempo que expresó su satisfacción por la respuesta que han tenido los entusiastas del libro en las otras sedes capitalinas, situadas la mayoría en El Vedado.

El programa del evento se consolidó con el esfuerzo de unas 140 casas editoras, de ellas 78 cubanas y el resto pertenecientes a varios de los 41 países participantes, donde resaltan las presentaciones de textos y celebraciones por los aniversarios de figuras como Gertrudis Gómez de Avellaneda y Samuel Feijóo, expresó.

Esta edición 23 se despide de La Cabaña dejando un saldo de más de 265 mil 948 ejemplares vendidos y unos cuatro millones de pesos recaudados, informaron los organizadores, quienes además precisaron que la cita seguirá su recorrido por las provincias en dos etapas.

La primera del 26 de febrero al dos de marzo en los territorios de Pinar del Río hasta Sancti Spiritus, y del cinco al nueve, de Ciego de Ávila hasta Guantánamo, con la clausura oficial en Santiago de Cuba donde se anunciará el Invitado de Honor y las personalidades a las que estará dedicada la próxima versión.

Publicados por primera vez apuntes íntimos de Carpentier

Lianet Leandro López - AIN.- Apuntes personales y reflexiones sobre literatura, poesía y música, aparecen en Diario (1951-1957), compilación de folios de Alejo Carpentier cuya existencia se desconocían hasta hace poco tiempo, y que se presentaron hoy en la XXIII Feria Internacional del Libro Cuba 2014.

Editado por Letras Cubanas, gracias a la colaboración de la fundación que lleva el nombre de ese gran escritor, el volumen constituye un aporte valioso para investigadores y lectores, pues abarca una etapa fecunda en la vida del autor.

Según reseña la contraportada del volumen, es la época en la cual da los toques finales a su novela “Los pasos perdidos”, y se siente inseguro ante un material que lo desgarra en lo más hondo, por ello los textos responden a la profunda necesidad de encauzar sus angustias.

Durante la presentación, Armando Raggi, encargado de la papelería carpenteriana en la citada institución, comentó que el diario resulta una novedad, porque muestra a un hombre aún no consciente de sus extraordinarias habilidades como escritor y en la búsqueda de un estilo propio.

Los apuntes íntimos concluyen en 1957, y alrededor de ese año también está gestando El siglo de las luces, publicada en 1962, y una de las obras cumbres de ese intelectual y uno de los mayores clásicos de la literatura latinoamericana, acotó Raggi.

Como reflejo de sus vivencias personales, el diario incluye especiales momentos en la vida de Carpentier, como su relación con José Lezama Lima, Cintio Vitier, Fina García Marruz, Eliseo Diego y otros artistas de vanguardia, identificados por su participación en la publicación de la revista Orígenes.

Para él, fue muy significativo conocerlos pues representaban la renovación artística y cultural, destacó Raggi en un aparte con la AIN.

La feria concluyó hoy su etapa en la Fortaleza San Carlos de La Cabaña, y en los próximos días se extenderá al resto de la Isla.

Cuba y Chiqui Vicioso, conspirando por la buena literatura

AIN.- Dominicana, mulata, caribeña por los cuatro costados y con una gracia aguda y profunda, Sherezada (Chiqui) Vicioso, es una de esas personas con quienes conversar deviene una fiesta enriquecedora y feraz.

En el derrotero inquieto de sus andanzas por el mundo, no se pueden contar las veces en las que las agujas de su brújula se han quedado titilando sobre Cuba, desde que en 1977 llegara a la Isla por vez primera.

Poeta, dramaturga y ensayista, resulta una de esas intelectuales de casta, que prestigian y hacen avanzar a la literatura de nuestras islas y pueblos.

De nuevo en La Habana, en la XXIII Feria Internacional del Libro Cuba 2014, sería un sacrilegio no acercársele y saldar el compromiso coordinado en este enero cuando fungió como miembro del jurado de la 55 edición del Premio Casa de las Américas, en el género de Estudios sobre la mujer y por complicaciones de última hora no pudo ser.

A la feria cubana la califica como única, solo comparable en cuanto a asistencia de personas con el Festival de Poesía de Medellín, Colombia, en cuya apertura leyó su obra para unos siete mil asistentes.

Aquí hay intención y cultura, constituye la feria más importante de América, donde el protagonista es el libro y las gentes acceden a él y lo compra, afirma, quien ha sido galardonada con la Anacaona de Oro y la Medalla de Oro al Mérito a la Mujer en 1992.

Al comparar la cita literaria cubana con la de su país, dice que por la de Santo Domingo pasa un millón de personas, pero porque programa muchos espectáculos de música, teatro, danza y otros géneros, gratuitos, se oferta comida barata y es uno de los pocos lugares de asueto para el segmento más popular de su nación.

En esta ocasión vino a propósito del centenario del natalicio de Julia de Burgos (17 de febrero de 1914 - 6 de julio de 1953), excelsa poeta nacional puertorriqueña, que si en su época Borinquen hubiera tenido una industria editorial, se la consideraría entre las grandes figuras como Gabriela Mistral, Alfonsina Storni, Delmira Agostini y Juana de Ibarbourou, grupo al que pertenece generacionalmente.

Considerada por Chiqui como la última de sus madre espirituales, De Burgos fue también fundamental dentro del independentismo de puertorriqueño, activista destacada en el movimiento de los exiliados dominicanos en Cuba a causa de la tiranía de Trujillo y solidaria con las luchas más nobles de los pueblos de Nuestra América.

Chiqui confiesa que no pudo esperar a la sesión de entrega de los Premios Casa de lasAméricas porque tuvo que partir a Dominicana donde coordinaba el primero de los homenajes a Julia de Burgos, que continuarán en Cuba, Puerto Rico y Nueva York.

Acerca de su obra personal dice que tiene una novela entre manos, de la que no quiere dar detalles porque según los gitanos las cosas no se anuncian para que puedan ser y sólo revela que tendrá muchos detalles autobiográficos, referidos a su vida de una década en Nueva York cuando estaban candentes la activista negra Ángela Davies, los Panteras Negras, el movimiento hippie, la revolución sexual y toda aquella avalancha progresista de los años 60.

Afirma que probablemente se quede en Cuba para escribirla porque en Dominicana tiene un ajetreo constante, le piden que escriba teatro sobre infinidad de mujeres destacadas y no tiene ni un minuto para dedicárselo a su obra personal.

Mujer de muchos caminos, se compara con una bomba a la que no puede acercársele ni un fosforito porque puede estallar en cualquier momento, aunque dice haberse librado de eso milagrosamente, cuando estuvo en Nueva York, en Cuba, África o Haití.

Revela que en la mayor de las Antillas le piden ahora que escriba una pieza sobre Gertrudis Gómez de Avellaneda, una dramaturga extraordinaria y mujer muy avanzada para su época..

Destaca que La Tula era una aristócrata que se atrevió a escribir la novela Sab y hacer una reivindicación del negro, en pleno apogeo de la esclavitud y que para tratarla implicaría una gran investigación capaz de abarcarla en todas sus facetas.

Asediada por las peticiones, siempre presta a un diálogo sobre los más diversos asuntos, ojala que ahora Chiqui Vicioso encuentre el tiempo que precisa para concretar sus proyectos, los cuales, de seguro añadirán más páginas brillantes al legado imperecedero de la literatura caribeña, latinoamericana y universal.