El grupo español (en la foto Lamari, su vocalista) y el cantautor cubano Carlos Varela compartirán escenario en la noche de este viernes en el Karl Marx. 

Yelanys Hernández Fusté - Juventud Rebelde.- Chambao, una de las principales agrupaciones de la música alternativa española, recibió este jueves en La Habana el Premio Internacional Cubadisco 2014 por la placa discográfica Diez años around the world, de manos de Neris González Bello, presidenta del jurado del evento.

Durante una conferencia de prensa, Lamari, líder del grupo malagueño, dijo sentirse emocionada por estar en nuestro país y conocer de cerca a los cubanos, a quienes regalará dos horas de canciones.

La agrupación se unirá hoy en la noche a Carlos Varela en el teatro Karl Marx, como parte de las actividades de la Feria Internacional Cubadisco 2014.

La cantante anunció que en compañía de Varela interpretará dos piezas de este trovador: Habáname y Bendita lluvia.

Seducida por el sonido del tres cubano, Lamari cumplirá el sueño de unirse en el escenario a un virtuoso de ese instrumento, Pancho Amat. La vocalista no reveló detalles de ese momento, sino que prefirió dejar todas las expectativas para la presentación.

Flamenco chill en Cubadisco: Chambao “habáname”

Yenys Laura Prieto Velazco - Cuba Contemporánea.- Hay un pentagrama tatuado en su brazo derecho. Tiene el mar de fondo aunque sea un paisaje seco. Lo tiene en el nombre y uno no escapa fácilmente de ciertas marcas. Pero ella, Lamari, hace tiempo aceptó esa voluntad de tener los pies y la voz fuera de los límites de cualquier frontera. María del Mar Rodríguez es andaluza, pero igual pudo ser marroquí, andina, escocesa o hindú, porque no deja que los moldes ni los márgenes laceren su búsqueda constante de la libertad y la belleza. Por eso, sigue apostando por Chambao, un proyecto musical que comenzó hace varios años en Málaga y que ha ganado reconocimiento en la escena de la world music durante más de una década.

Ahora llega a La Habana en el contexto de la Feria Internacional Cubadisco 2014, para subir al escenario del teatro Karl Marx junto al cantautor –y eterno “topo” de una generación esencial en la trova cubana– Carlos Varela. El disco 10 años around de world, reconocido en la categoría de fonograma extranjero, es el resumen de muchos años de creación durante los cuales, desde muchas facetas, demostró su capacidad de sobrevivir y reinventarse en la vida y el arte.

“Cuando compones una canción no te detienes a pensar a qué público va dirigida. Son preguntas que surgen después. Realmente lo que aprendí en mi casa fue a vivir la vida de una manera lo más sencilla y natural, a ir andando por la vida mientras intentas ser feliz, reír, querer a los tuyos. Vivir y dejar vivir. Mi música es un poco eso”. No olvidemos que “chambao” es una construcción simple de pescadores, ubicada de cara al mar.

Desde que en 2005 salió al mercado el disco Pokito a Poko, Lamari se convirtió en líder de una agrupación que descansa sobre los cruces de distintos referentes étnicos y folclóricos. Entre el flamenco y la música electrónica ambiental han construido una sonoridad que no deja de incluir texturas musicales de otras latitudes. De ese concepto artístico nacieron discos como Flamenco Chill (2002), Endorfinas en la mente (2004), Con otro aire (2007) y En el Fin del Mundo (2009).

"Somos un recuento del mundo, cuando nacemos tenemos un número, una cifra que nos designa. Y abordamos esos temas porque nos afectan cotidianamente, no porque eso signifique que así vamos a ser más populares".

“Un tema como Papeles mojados –que habla sobre la vida de los indocumentados, los inmigrantes– refleja realidades que están en el día a día. Es una desgracia mundial, un problema que se expande desde África hasta Europa. Creo que como ser humano puedes moverte por donde quieras y hacer tu vida o intentar mejorar tu vida, buscarte trabajo y crear una familia en el sitio que más te dé una oportunidad. Es algo que deberíamos poder hacer todos sin necesidad de fronteras ni de papeles”, asegura la vocalista de Chambao.

Somos un recuento del mundo –nos dice María del Mar– cuando nacemos tenemos un número, una cifra que nos designa. Y abordamos esos temas porque nos afectan cotidianamente, no porque eso signifique que así vamos a ser más populares o por eso van a escuchar más a Chambao. Todo lo que pasa alrededor suele reflejarse en lo que uno hace, al menos así ocurre en mi caso, comenta.

Sentada en un café habanero del Vedado, en medio de una lluvia irrespetuosa que difumina nuestra mirada al mar, Lamari piensa en la música cubana y en los sonidos que le llegan desde nuestra Isla. “Tal parece que la música cubana es anterior al surgimiento del mundo –sonríe y continúa hablando– lo digo por el fuerte arraigo que tiene a nivel internacional. Abarca muchos ritmos, matices. Creo que tiene mucho que ofrecer al panorama musical del mundo”.

“La gente se ve muy identificada desde la melodía, la rítmica, la letra, la voz, la guitarra. ¿Influencias de aquí? No me alcanzaría el tiempo para mencionarlas. Ahí están por supuesto los Van Van, y los maestros del jazz Bebo y Chucho Valdés. Más cercanos a mi generación encuentro otros artistas que me resultan muy interesantes. Todo el son cubano, toda la percusión, creo que ese es uno de los mayores aportes de la música cubana”.

Lamari canta: “La impotencia en su garganta con sabor a sal, / una bocanada de aire le da otra oportunidad. Tanta noticia me desespera, ponte tú en su lugar, / el miedo que en sus ojos reflejan, la mar se echó a llorar”. Desde este lado, Varela nos dice: “Detrás de los que no se fueron / detrás de los que ya no están / hay una foto de familia donde lloramos al final”. Uno percibe que hay esencias semejantes, puntos para la coincidencia que auguran un concierto memorable, nos dice.

“Apenas nos conocimos hace unas horas, en un sentido personal digo, porque ya estábamos conectados a través del teléfono, el correo y, por supuesto, a partir de la música. Teníamos el interés de compartir el espacio con él, sobre todo, por la admiración que sentimos por Varela y toda su trayectoria artística”, afirma Lamari. Hay vivencias y reflexiones análogas, está presente esa idea de reivindicar ciertos temas y sujetos, asegura la vocalista. “Hemos intentado hacer dos conciertos en uno”.

“El disco que estamos promocionando es una recopilación de la carrera de los 10 años de Chambao. Es un disco de agradecimiento al público de principio a fin, porque sin él no hubiéramos resistido ni uno, ni tres, ni diez años. Para nosotros ha sido difícil elegir qué canción entraba. Hay muchas colaboraciones, compañeros que en algún momento nos hemos encontrado y hemos intercambiado. Finalmente resultó ser un doble CD con colaboraciones de artistas como Totó la Momposina y Lila Downs. En el segundo hay colaboraciones donde yo aparezco cantando en discos de otros artistas que nunca antes habían sido recogidos en Chambao”.

En el concierto solo invito al público a ser libre: a cantar, bailar, a hacer lo que quiera. Luego todo vendrá de la mano de Carlos y de Chambao. Esperamos que el público disfrute fuera de las presiones del día a día, concluye María del Mar. “Considero que también nos parecemos en el cariño. No somos tan diferentes entre Cuba y Andalucía. Somos personas cercanas, afables, de tocar, interactuar, y eso es lo que espero encontrar por acá”.

"En el concierto solo invito al público a ser libre: a cantar, bailar, a hacer lo que quiera. Luego todo vendrá de la mano de Carlos y de Chambao".

“Creo que va a ser un concierto muy mágico y coherente no solo desde el punto de vista musical sino también desde el punto de vista poético”, precisa el cantautor cubano Carlos Varela. “Conozco la obra de Chambao hace algunos años. Vamos a combinar las dos bandas. Escogí dos canciones que me gustan mucho. Una se llama Detalles y la otra es Papeles mojados, una canción hermana de mi Foto de familia, porque ambas abordan el tema de la emigración. Seguramente este proyecto es solo el comienzo de un trabajo conjunto. Me gustaría que ella me acompañara en un tema nuevo de mi próximo disco. Después de este concierto seguro vendrán otras colaboraciones”, afirma.

Tres décadas después de aquellas canciones iniciales, Varela sigue creando. “Encuentro ese impulso necesario para componer cuando descubro que algunos temas de esos nueve discos que conforman mi recorrido por la música son parte del corazón y el alma de varias generaciones. Eso es lo que te mantiene vivo. Que algunos insistan en escuchar canciones y poesía, en medio de los tiempos que estamos viviendo, creo que es una verdadera bendición”.

Precisa Varela que “hay modas que pasan de moda, pero por suerte todavía queda espacio para canciones que te sacuden de un modo irreversible”. Lamari lo sabe. Ella lleva tatuada en el puño izquierdo la palabra “respeto”. Con esa bandera llegará al concierto en el teatro Karl Marx junto a Chambao, porque a fin de cuentas Lamari, como Cuba, tiene el mar de fondo, y uno no escapa fácilmente de ciertos signos de la fe.