Granma.- Lograr que nuestros niños tengan el mejor comienzo en la vida, es uno de los llamados que la Organización Mundial y Panamericana de la Salud (OMS/OPS) ha hecho en la Semana Mundial de la Lactancia Materna, celebrada entre el 1ro. y el 7 de agosto, con el propósito de estimular el interés entre los jóvenes de ambos sexos, para que perciban la importancia de esta práctica en la sociedad actual.
Se trata de la “primera vacuna que recibe el bebé”, dice a Granma el doctor Roberto Álvarez Fumero, jefe del Departamento Materno-Infantil del Ministerio de Salud Pública, quien dialogó con este rotativo sobre los beneficios y retos que tiene esta práctica.
“En Cuba ha quedado demostrado que la lactancia materna es una acción de salud sumamente eficaz en su contribución a la reducción de la mortalidad de los niños menores de cinco años, y de la mortalidad infantil en sentido general. Protege a las niñas y niños contra múltiples infecciones y alergia, mejora la respuesta a la inmunización, constituye una fuente ideal de nutrientes, es una estrategia básica para reducir la anemia en la infancia y resulta económica y segura”, explicó el especialista.
La lactancia materna —que ha sido propuesta como una intervención clave para acelerar los Objetivos de Desarrollo del Milenio relacionados con la salud— favorece el desarrollo intelectual, emocional y motor.
De acuerdo con el doctor Álvarez Fumero, son múltiples los beneficios de esta práctica. “Provee seguridad alimenticia total para el lactante en los primeros seis meses, disminuye el número de mujeres que desarrollan cáncer de ovario, mamario y osteoporosis, constituye si se realiza de forma exclusiva, una forma natural de espaciar los embarazos, libera recursos que se gastan en la alimentación artificial del bebé para otras necesidades familiares, e incluso reduce la contaminación del aire, del agua y la tierra producida por la transportación y preparación de leches artificiales y el deshecho de los embalajes”.
El experto comentó que la OMS recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de vida y luego mantenerla hasta los dos años o más, asociada a una alimentación complementaria, segura y apropiada, cuya frecuencia debe ser dos veces al día para las niñas y niños entre los seis y ocho meses, y tres veces al día para los niños y niñas de nueve a once meses de edad.
“Se estima que las prácticas óptimas de lactancia materna (exclusiva y complementaria) son capaces de salvar anualmente hasta 1, 5 millones de niños menores de cinco años”, dijo el doctor Álvarez Fumero.
Cuando se inicia tardíamente la lactancia materna, se incrementa el riesgo de mortalidad neonatal. Se plantea que esta práctica debe comenzar en los primeros 30 minutos del parto”, indicó.
Sin embrago, comenta el especialista, “existe un grupo de mujeres que renuncian demasiado pronto a esta práctica para cambiar a fórmulas que pueden contribuir a afectar el crecimiento, provocar desnutrición por déficit de micronutrientes y diarreas; sobre todo porque se estaría obligado a utilizar un agua segura, y no en todos los hogares podemos asegurar que la preparación de la fórmula se realice de esta manera”.
LACTANCIA MATERNA EN CUBA
“¿Qué recomendamos en Cuba? Pues que la lactancia se inicie dentro de la primera hora de haber dado a luz. Cuando el niño succiona el pezón, la hipófisis produce cantidades aumentadas de una hormona llamada oxitocina, que favorece la contracción uterina y disminuye el riesgo de hemorragia postparto, una de las principales causas de mortalidad materna directa en el mundo y en Cuba”, refirió el jefe del Departamento Materno-Infantil.
Asimismo, el especialista enfatizó en que garantizar prácticas óptimas de lactancia requiere del apoyo de la familia y especialmente de la pareja, el cual debe compartir los desvelos de la madre y apoyar en todos los sentidos.
Por otra parte, refirió que la lactancia ha sido estrechamente vinculada a una mejor relación madre-hijo, mayores cocientes de inteligencia y mayor inteligencia emocional. Además ha sido asociada a la conducta social a largo plazo, que resulta con mayor frecuencia adecuada en aquellos niños que recibieron lactancia materna exclusiva.
Comentó el doctor Álvarez Fumero, que de acuerdo con la tercera versión de la Encuesta por Conglomerados Múltiples, realizada en Cuba entre el 2010-2011, el 77 % de los niños y niñas nacidos en el país recibe lactancia materna en la primera hora de vida y el 90 % en el primer día de nacido.
Dicho estudio demostró que el 49 % disfrutó la lactancia materna exclusiva hasta el sexto mes. La región oriental fue la que arrojó el valor más elevado con un 58,7 % de cobertura y las provincias centrales reflejaron el más bajo con un 29,6 %.
Según los resultados de la encuesta, las madres con mayor nivel escolar brindan mayor cobertura de lactancia materna exclusiva que las de niveles educacionales inferiores: 45,1 % frente a 59 %. Pero, esta diferencia se acrecienta con los meses de lactancia: los niños que continúan recibiendo leche materna de madres con nivel de secundaria representan el 42,8 % mientras que los de madres de nivel superior solo son el 19,1 %.
“Aún estamos muy inconformes con estos resultados, porque si hay un país donde existen condiciones para promover y fomentar la lactancia materna es este”, comentó el experto, quien destacó la importancia de contar con una ley que favorece el mejor desarrollo de los infantes y protege la lactancia materna, como lo es el Decreto Ley 234 de la Maternidad de la Trabajadora.
Asimismo, dijo, es importante destacar cómo se ha articulado el Programa Nacional de Lactancia con otros como el de Paternidad y Maternidad Responsable, el cual persigue alcanzar un incremento de la participación de los hombres en el proceso del embarazo, el parto y la lactancia materna (técnicas, cómo debe alimentarse la futura madre) y un desarrollo de la cultura de la salud en la mujer mediante acciones educativas.
“Estamos enfocados también en combatir las prácticas de alimentación con el biberón. Lamentablemente el 70 % de los niños y niñas en Cuba son alimentados con el biberón, práctica que no es segura, ni higiénica. Los padres deben conocer que hay formas más sanas de alimentar a sus hijos, entre ellos la lactancia”, explicó el doctor Álvarez Fumero.
El Estado cubano, mediante el apoyo y la promoción a la lactancia materna cumple con el artículo 24 de la Convención sobre los Derechos del Niño, en cuanto a propiciarles a niños y niñas el disfrute del más alto nivel de salud.
En ese sentido, el especialista subrayó la importancia de poder contar en el país con seis Bancos de Leche Humana, cuya creación tomó impulso en la Isla a partir del 2010 mediante el programa conjunto entre la UNICEF y las autoridades cubanas, Apoyo a la lucha contra la anemia en grupos vulnerables en Cuba.
“Hoy tenemos estas instalaciones en las provincias de Pinar del Río, Las Tunas, Holguín, Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo. Se terminarán este año uno en Camagüey y otro en La Habana.
“Durante el 2013 el número de madres donantes fue de 2 599, para un total de 884 litros de leche procesados, de los cuales se beneficiaron 954 pacientes. En el primer semestre del 2014 el número de donantes ascendió a 1 409, con 574 litros de leche procesados y 616 niños beneficiados, lo que indica que los resultados serán más positivos que el año precedente.
“Es necesario que las parejas conozcan, especialmente las madres, que pueden ir a donar leche humana a estas instituciones, lo cual es fundamental para contribuir a la sobrevida de los niños bajo peso al nacer o con malformaciones congénitas, por lo cual es necesario operarlos”, apuntó el experto.
EN EL SIGLO XXI, AMAMANTAR DONDE SEA, CUANDO SEA
En el siglo XXI, amamanta donde sea, cuando sea es el mensaje que la OPS/OMS está difundiendo esta Semana Mundial de la Lactancia Materna con el fin de generar conciencia sobre la importancia para la mujer y su hijo de ser amamantado cada vez que tiene hambre o necesita consuelo, sin importar el momento y el lugar donde se encuentren.
Según esta organización, uno de los factores que obstaculizan que las mujeres amamanten por dos años o más es la influencia de comportamientos sociales, que las desalientan de amamantar en público, a causa de la marginación social que a menudo se produce cuando lo hacen.
“Debemos apoyar a las madres para que se sientan cómodas al amamantar a su bebé y lo hagan donde sea, cuando sea”, es uno de los llamados de la OPS/OMS en esta semana para redoblar esfuerzos con el propósito de que la lactancia materna se convierta una vez más en una norma social reconocida, aceptada y valorada como la única manera sana, natural y nutritiva de alimentar a un niño.
El inicio de la vida
Juventud Rebelde.- Este jueves culmina la Semana Mundial de la Lactancia Materna, dedicada a promover una práctica que favorece el desarrollo saludable de los bebés. Sancti Spíritus acoge hoy el acto nacional por la jornada
El 3 de julio de 2014 llegó al mundo, sin que nadie la esperara, Ayamei Águila Nápoles. La fecha exacta para su nacimiento estaba prevista para septiembre. Sin embargo, por esos contratiempos de la naturaleza hubo que realizar una cesárea urgente pues el feto, debido a su posición, le comprimía los riñones a la joven madre.
«La prioridad era salvarme a mí. Estuve a punto de sufrir un paro renal. Le debo al equipo de médicos que asistió el nacimiento, y sobre todo los de esta sala, que un mes después mi niña esté a mi lado», explica Norvi Nápoles, con los ojos marcados por el desvelo y la preocupación.
La bebé Ayamei es uno de los ejemplos de los más de 650 ingresos en el Servicio Provincial de Neonatología del Hospital General Universitario Camilo Cienfuegos, de Sancti Spíritus. Desde hace varios años esa institución se ubica entre las mejores de Cuba por los indicadores favorables en la calidad de los servicios, visibles en una tasa de mortalidad infantil en menores de un año de 1,8 fallecidos por cada mil nacidos vivos hasta la fecha.
Desde 2008, la existencia de un cubículo especial en el centro, habilitado con seis camas, permite la estadía permanente de la madre con su pequeño entre los senos, método que minimiza el trauma psicológico que implica la ruptura temprana del lazo afectivo, causada por el parto prematuro. De esa forma, se eliminan los riesgos de la ventilación artificial y otros procederes.
Para Bertha Bombino Álvarez, enfermera intensivista pediátrica con 51 años de trabajo, esa experiencia es imprescindible para el crecimiento, el desarrollo intelectual y la nutrición de los neonatos.
Especialistas del Servicio Provincial de Neonatología en Sancti Spíritus brindan además charlas educativas, conversatorios y departen con madres para que amamanten a sus hijos y no les suministren ningún otro complemento hasta el sexto mes de vida.
Detrás del cristal
Los fríos cristales de la sala muestran la vigilancia permanente a los pacientes, donde 22 médicos y 65 enfermeras, junto a otros trabajadores, dan seguimiento a los impulsos de vida de cada recién nacido.
Según el doctor Manuel López Fuente, especialista en Neonatología, predominan en el servicio los niños pretérminos y los de bajo peso. También se asiste a quienes padecen enfermedades frecuentes en las primeras horas después del nacimiento, como la hipertensión pulmonar, las sepsis y otras de tipo congénito.
«En los últimos cinco años en la provincia han crecido los índices de madres adolescentes y añosas, así como los casos de progenitoras con enfermedades crónicas, como la diabetes mellitus. Esas son algunas de las causas del elevado número de ingresos», refirió el galeno espirituano, con más de una década en la especialidad.
En la sala todo es movimiento. Impresionan las cunas térmicas, rodeadas muchas de estas de equipos de ventilación, de monitoreo de los signos vitales y ultrasonido, de bombas de infusión y demás medios… También sobrecoge la entrega de quienes brindan constante seguimiento a los pacientes.
La joven enfermera Mildrey González Calzada labora allí desde hace siete años. Y aunque nunca olvida cuando deja de latir el corazón de un infante, asegura que prefiere el cubículo de cuidados intensivos, donde en función de cada enfermo permanece constantemente un especialista.
«Me siento útil. Ellos son los pacientes más indefensos. No saben decirte qué sienten. No nos podemos equivocar. ¡Es tan gratificante salir a la calle y encontrártelos sanos y salvos!», dice.
Aunque pasen muchos años, nadie podrá olvidar el modo en que las vidas de Ayamei Águila Nápoles y su madre Norvis se salvaron. Tal «milagro» se logró tras varias jornadas marcadas por la constancia en la sala de Neonatología de Sancti Spíritus. La niña y su mamá ya forman parte de la historia de esta institución, donde se da inicio a la vida.
Cero mortalidad infantil en Plan Turquino espirituano
Desde hace dos años no se reportan muertes maternas ni de niños menores de un año en áreas del Plan Turquino de la provincia de Sancti Spíritus, resultado que distingue a nivel de país el quehacer de los profesionales de las ciencias médicas vinculados al Programa de Atención Infantil (PAMI) en esas zonas de difícil acceso.
Según precisó el doctor Mario Berea Turiño, jefe del Departamento del PAMI en Sancti Spíritus, el logro es gracias a una estrategia que, entre otras fortalezas, aprovecha el reordenamiento de la Atención Primaria de Salud y el completamiento de sus equipos básicos, y la atención especializada de obstetras y pediatras en todos los niveles.
Ha influido en la obtención de ese resultado, además, la identificación de riesgos fetales y los ingresos en los hogares maternos, ubicados en zonas urbanas, así como la ubicación de tecnología de avanzada en los consultorios médicos de las localidades de difícil acceso, abundó el especialista.
Las actividades centrales por la Semana Mundial de la Lactancia Materna han tenido lugar en la provincia de Sancti Spíritus por exhibir, el pasado año, la más baja tasa de mortalidad infantil del país (3,2 por cada mil nacidos vivos). El territorio dedicó la celebración a los logros en el Plan Turquino, por lo que el Consultorio Médico de la Familia de Jobo Rosado acogerá este jueves el acto nacional.
En lo que va de 2014, las zonas del Plan Turquino en territorio espirituano no reportan muertes maternas ni de infantes menores de un año.