Favio Guerra - Cuba Contemporánea.- Siempre que se escriba la historia de la lucha, uno de los deportes más antiguos del programa olímpico, deberá aparecer el nombre del cubano Mijaín López, desde este sábado uno de los ganadores de cinco títulos mundiales del estilo grecorromano.

A sus 32 años, el gladiador nacido en la más occidental provincia del archipiélago caribeño acaba de ceñirse la corona universal en la final de la división de 130 kilogramos, estrenada en la cita ecuménica que bajará sus cortinas el domingo en Tashkent, Uzbekistán.

Para concretar su nueva proeza –y según el sitio web del certamen-, Mijaín superó en el combate decisivo con cerrado 2-0 al turco Riza Kayaalp, uno de los pocos que puede consolarse con haber vencido al “Gigante de Herradura”. Sucedió sorpresivamente durante la final del Campeonato Mundial celebrado hace tres años en Estambul, pero la afrenta fue “vengada” en una de las semifinales del certamen olímpico de Londres 2012, donde el cubano cosechó su segundo cetro en citas estivales.

Desde Beijing 2008 había llegado la primera medalla de oro olímpica a su vitrina, en la que aparecen además los títulos universales en la categoría superpesada, ganados en las ediciones de Budapest 2005, Bakú 2007, Herning 2009 y Moscú 2010.

Además, el luchador pinareño solo se ha ausentado en tres ocasiones del podio mundial desde que conquistó su primera corona. Una de ellas fue en la versión organizada en la ciudad china de Guangzhou durante el 2006, cuando perdió en la final con el mítico ruso Khassan Baroev. La segunda sucedió -como ya se mencionó- cinco años más tarde en Estambul frente a Kayaalp, y la más reciente durante la versión disputada el pasado año en Budapest, Hungría, a la que Mijaín declinó asistir por cuestiones estratégicas.

Desde que venció en las Olimpiadas de Londres, Mijaín se trazó como meta llegar en óptima forma a la lucha por su tercer título olímpico dentro de un par de años en Río de Janeiro, y para ello sus entrenadores han diseñado una preparación especial, que incluye la selección de los certámenes en los que participará durante el ciclo.

La ruta al impecable trono

Para desbrozar su camino hacia su nuevo trono mundial –antes la división era de 120 kilogramos-, Mijaín impidió nuevamente a sus rivales marcarle al menos un punto. Debutó con un triunfo por 10-0 sobre Murodjon Tuychiev, de Tayikistán, y luego consiguió dominar con un 8-0 al alemán Eduard Popp.

Después, para cruzar la frontera de los cuartos de final, sometió por 6-0 al iraní Behram Mehdizadeh. Sin dudas, el siguiente pleito por el pase a la discusión del oro resultó el más exigente, pues tuvo poner en práctica todo su arsenal técnico-táctico para superar por 1-0 al ruso Bilial Makhov, un hombre que posee tres cetros universales de lucha y una medalla de bronce olímpica, pero en el estilo libre.

Balance

La histórica presea aurea ganada por Mijaín López asegura que la lucha cubana regrese a casa con al menos una medalla en cada uno de los estilos, pues no tuvo representación en el certamen para féminas. A la cosecha se pudiera sumar en la fecha dominical y de cierre el joven Ismael Borrero, quien concursará en la división de 59 kilogramos. El otro representante cubano en el estilo grecorromano -y primero en debutar- fue Pablo Shorey, quien fue eliminado durante su segunda presentación en la convocatoria de los 85 kilogramos.

Mientras, la incursión cubana en el estilo libre se saldó con una presea de plata y par de metales bronceados. El subtítulo fue al cuello de Reineris Salas (86 kilos), quien repitió así la misma posición conseguida hace un año en la capital húngara. Mientras, los terceros lugares correspondieron a Yowly Bonne (61) y Liván López (74).

La escuadra cubana en ese estilo fue más numerosa y logró sumar 31 puntos para anclar en la quinta posición de la tabla por países, por detrás de Rusia (62), Irán (45), Turquía (41) y Azerbaiyán (36).