Comienza hoy el último proceso de rendición de cuentas del delegado a sus electores, correspondiente al actual XV periodo de mandato de los órganos municipales del Poder Popular.
Susana Lee - Foto: Jose M. Correa - Granma.- A partir de hoy y hasta el mes de diciembre se realizará en todo el país el cuarto y último proceso de rendición de cuentas del delegado a sus electores correspondiente al XV mandato de los órganos municipales del Poder Popular, iniciado en noviembre del 2012.
La circunscripción número 61 del Consejo Popular Siboney, en el capitalino municipio de Playa, ha sido la escogida para celebrar a las 8:00 p.m. la reunión piloto nacional de estas asambleas, aunque en otras provincias como Artemisa, Ciego de Ávila y Santiago de Cuba también se efectuarán esta noche sus encuentros iniciales. El resto de los territorios comenzarán entre el 6 y el 21 del presente mes.
A pocos escapará la trascendencia de este genuino acontecimiento popular que tiene lugar en una etapa de profundas transformaciones dirigidas a perfeccionar y consolidar el modelo económico que nos conduzca al socialismo próspero y sostenible al que aspiramos; su escenario serán las 14 537 circunscripciones de barriadas y comunidades donde accionan los delegados, al que están convocados millones de electores y la población en general.
No es ocioso recordar lo planteado por el compañero Raúl, en ocasión tan temprana como la que marcó el inicio de la experiencia del Poder Popular en Matanzas, hace 40 años, y extendida al país en 1976, al dirigirse a los primeros delegados que asumieron esta estratégica tarea:
“En la circunscripción electoral la máxima autoridad no la tiene el delegado elegido, sino el conjunto de los electores: son estos los que le otorgan el mandato para que los represente en sus problemas, quejas y opiniones: son estos los que pueden revocarlo en cualquier momento cuando no responda a sus intereses. Por ello, es el delegado el que rinde cuentas ante los electores y no a la inversa. Son las masas de la circunscripción las que tienen el máximo poder, el poder primario; el poder del delegado es derivado, otorgado por las masas”.
De ahí la relevancia de este proceso en el que cada cubana y cubano asumirá con su asistencia y participación activa, la confianza en sus instituciones y en su sistema político; y la importancia de que esas instituciones, con la presencia de quienes las representen en estos encuentros, respalden el quehacer cotidiano de los delegados con las informaciones, explicaciones y soluciones que demande la población a la que se deben como servidores públicos.