teleSUR.- Con la presencia de más de 500 artistas de 25 países, inició en Cuba el Festival Internacional de Ballet de La Habana. Durante 10 días esta edición ofrecerá un programa con actividades varias como exposiciones, conferencias, clases magistrales, rendirá tributo a William Shakespeare, y presentará lo mejor de la danza a nivel mundial.
Danza La Habana toda
Los teatros Karl Marx, Nacional de Cuba y Mella se pondrán casi al estallar con la llegada del 24 Festival Internacional de Ballet de La Habana, que se extenderá hasta el venidero 7 de noviembre.
José Luis Estrada Betancourt - Juventud Rebelde.- A partir de esta noche, en que el Ballet Nacional de Cuba estará celebrando su onomástico 66, de seguro teatros como el Karl Marx, el Nacional de Cuba y el Mella se pondrán casi al estallar con la llegada del 24 Festival Internacional de Ballet de La Habana, que se extenderá hasta el venidero 7 de noviembre.
Dedicada a recordar el aniversario 450 del natalicio del notable escritor inglés William Shakespeare, esta cita abrirá sus puertas con la puesta en escena de Shakespeare y sus máscaras, de Alicia Alonso, en el coloso de Miramar (8:30 p.m.), y permitirá disfrutar a bailarines de talla mundial, coreógrafos reconocidísimos, maîtres experimentados, renombrados críticos y pedagogos..., quienes, en representación de casi 30 naciones, se unirán a los balletómanos cubanos.
También alrededor de tres decenas de obras se verán por vez primera en la Isla (cuatro son estrenos mundiales), que invitarán a disfrutar de esta fiesta de las artes escénicas, que anuncia además la presentación de clásicos como La bella durmiente del bosque, Giselle y El lago de los cisnes.
Quienes nos visiten por estos días, provenientes de otros países, se encontrarán con un acontecimiento cultural que les parecerá inaudito. Pero, como ha afirmado la prima ballerina assoluta a JR, «en Cuba hacemos milagros, gracias a este pueblo y a nuestro Gobierno, que está muy consciente de la importancia que tiene la cultura para el desarrollo pleno del ser humano».
Ballet Nacional de Cuba: 66 años de gloria
Desde su debut, la primera compañía profesional de ballet en la historia de la nación, mostró su gran preocupación por enriquecer la cultura danzaria de los cubanos.
Miguel Cabrera - Granma.- Seis décadas y seis años atrás, el jueves 28 de octubre de 1948, bajo el nombre de Ballet Alicia Alonso, su ilustre y principal inspiradora, nacía el hoy Ballet Nacional de Cuba, con la histórica misión de dar inicio en nuestro país a un movimiento artístico profesional, que sacara esta manifestación del marco elitista en que se había desarrollado hasta entonces y hacerlo un patrimonio cultural de toda la nación.
Su brega en el duro periodo que medió entre su fundación y 1956, fecha en que se produjo su enfrentamiento con la dictadura batistiana, que intentó? convertirlo en agente propagandístico de su sanguinario régimen, fue merecedora de la admiración y respeto de todos los cubanos, por lo preclaro de sus objetivos y la valentía con que sus fundadores principales —Alicia y Fernando Alonso— supieron enfrentar las incomprensiones y las agresiones de los desgobiernos de la época. A pesar de ello, el novel conjunto logró desarrollar tres vertientes fundamentales de trabajo, que incluyeron el campo de la creación coreográfica, el pedagógico y la divulgación masiva del ballet.
Desde su debut, la primera compañía profesional de ballet en la historia de la nación, mostró su gran preocupación por enriquecer la cultura danzaria de los cubanos, tarea que cumplió exitosamente al desarrollar una amplia línea coreográfica en la que figuraron las más importantes obras del ballet de acción del siglo XVIII y de la gran tradición romántico-clásica del siglo XIX y el estímulo a un movimiento de creación contemporánea, que incluyó las más diversas temáticas.
Hito en ese periodo fue la creación, en 1950, de la Academia de Ballet Alicia Alonso, encargada de formar la primera generación de bailarines profesionales cubanos y servir de laboratorio pedagógico al fenómeno artístico de la hoy mundialmente reconocida Escuela Cubana de Ballet.
En cuanto a su trabajo divulgativo, las numerosas funciones públicas, con entrada libre o a muy bajos precios, en espacios abiertos de la capital e interior del país, como la Plaza de la Catedral, el Anfiteatro de La Habana y muy especialmente las realizadas en el Stadium Universitario, donde contaron con el apoyo decidido de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), hicieron posible que la semilla del ballet fuera plantada en los más disímiles ámbitos de la Isla. Como sabiamente sentenciara Alicia en su histórica Carta Pública al testaferro del llamado Instituto Nacional de Cultura en 1956, el ballet ya no podía morir porque lo habían plantado en el seno del pueblo.
El triunfo revolucionario de 1959 abrió una nueva etapa, donde el ballet cubano pudo alcanzar sus grandes aspiraciones históricas. La Ley 812 del Gobierno Revolucionario, firmada por el Comandante en Jefe, Fidel Castro, garantizó definitivamente la existencia de la compañía y le brindó todo el apoyo material y espiritual para realizar su labor. En estos 66 años de labor continuada que ahora celebramos, el Ballet Nacional de Cuba ha logrado ocupar un alto sitial en la cultura nacional y en el movimiento danzario internacional, como máximo exponente de una nueva escuela.
Un total de 199 giras que han incluido actuaciones en 61 países de los cinco continentes, presentaciones en más de cien pueblos y ciudades de la Isla: la creación de un vasto y versátil repertorio de 727 títulos, la mayoría de ellos con carácter de estrenos mundiales, ha sido un fructífero empeño al que la compañía ha vinculado a los más prestigiosos compositores, diseñadores, teatristas y técnicos de la escena del país; charlas, conferencias y espectáculos didácticos en centros laborales, planteles estudiantiles y unidades militares desde Mantua a Maisí; programas radiales y televisivos, ediciones de libros y publicaciones especializadas, decenas de galardones obtenidos en eventos competitivos del más alto fuste en Europa, Asia, y América; más de un millar de distinciones de carácter cultural, social y político, tanto nacionales como extranjeros y el reconocimiento entusiasta de la crítica mundial, avalan su saldo creador.