Al cierre de septiembre, Camagüey acumulaba un déficit de más de 59 millones de pesos, lo cual significa menos ofertas de las concebidas en materia de bienes y servicios a la población.

Miguel Febles Hernández - Granma.- Por como marchan las cosas e indican los pronósticos del Grupo Empresarial de Comercio, esta provincia no cumplirá tampoco este año su plan de circulación mercantil minorista, lo cual significa menos ofertas de las concebidas en materia de bienes y servicios a la población.


De no concretarse los compromisos pactados para el actual calendario (al cierre de septiembre acumulaba un déficit de más de 59 millones de pesos), sería esta la cuarta ocasión de manera consecutiva en que el territorio agramontino queda por debajo en los niveles de venta planificados.

De las 17 empresas minoristas que conforman el sector aquí, solo cuatro han cumplido los planes hasta la fecha, otras seis tienen posibilidades de materializar sus propósitos, mientras en las siete restantes se concentran los mayores atrasos, ya casi imposibles de recuperar aunque reduzcan la deuda en los meses que restan.

Las entidades que presentan una situación más crítica son las de los municipios de Carlos Manuel de Céspedes, Sierra de Cubitas, Guáimaro, Florida, Vertientes y la Minorista Mixta de Ca­magüey, a las que se suma la de Turismo y Recreación de Santa Lucía.

Rafael Herranz Rodríguez, director del Grupo Empresarial de Comercio, reconoce que no todo se le puede cargar al incumplimiento de los recursos pues, hacia lo interno, en la gestión cotidiana de las entidades han estado presentes errores humanos por falta de exigencia, control y disciplina.

“Me refiero, comenta, a lo que tenemos que hacer y no hacemos en el control de las ventas, en garantizar la presencia de productos liberados en toda la red minorista y en la búsqueda de alternativas oportunas, como extender el horario de las unidades, montar ferias o aplicar otras formas de gestión comercial”.

Agrega el directivo que otro de los elementos que atentan contra la circulación mercantil son las fisuras que aún existen en los sistemas de control interno y dependen del actuar honesto de los trabajadores y los cuadros, como la introducción ilegal de mercancías y la retención de efectivo proveniente de las ventas.

“A partir del 25 de septiembre pasado, informa Herranz Rodríguez, detuvimos el crecimiento de la deuda y esperamos reducirla cuanto sea posible con la movilización de recursos, el chequeo de las estrategias internas de cada empresa y la revisión de las relaciones contractuales con los proveedores”.

EXCESO DE PATERNALISMO

Si bien la gastronomía y los servicios técnicos y personales cumplen y aportan, el monto principal del atraso de Cama­güey se concentra en el comercio minorista total, motivado, entre otras causas, por la no respuesta a tiempo de las demandas contratadas y ratificadas por los suministradores.

“Nuestras empresas, admite el director del Grupo Em­pre­sarial, han sido paternalistas y poco exigentes con los proveedores que incumplen. En algunos casos han aplicado reclamaciones comerciales, pero resulta ínfima la cantidad de de­mandas ante la Sala de lo Económico del Tribunal Pro­vincial.”

Entre las entidades incumplidoras menciona a la Empresa Mayorista de Productos Alimenticios (EMPA), que a estas alturas adeuda productos para la venta liberada, como chícharo, fideos y harina de trigo, mientras el Combinado Avícola Nacional (CAN) tiene un déficit con ese mercado de más de dos millones de huevos.

“No todo, sin embargo, debe achacársele a los proveedores, pues ha faltado exigencia para que muchos de esos productos liberados estén siempre presentes en la red de comercio, en tanto otros, como el azúcar, presentan baja demanda por el precio actual de venta”, aclara Herranz Rodríguez.

Está el caso de suministradores como Suchel (detergente), Combell (calzado), Divep (puertas y ventanas), Escambray (te­jas de asbesto cemento) y la textilera Celia Sánchez Man­duley (textiles), que tienen compromisos no cumplidos con la Em­pre­sa Universal y esta, a su vez, con las entidades de co­mer­cio de la provincia.

Igualmente impacta de manera negativa en la circulación mercantil el atraso acumulado en la entrega de cemento en bolsas por la fábrica 26 de Julio, de Nuevitas, y en el suministro estable de arena, piedra, bloques y elementos de piso por la Empresa de Materiales de Construcción de Camagüey.

“Esas afectaciones, puntualiza el directivo, frenan la edificación de viviendas en la provincia y dificulta el proceso de otorgamiento de nuevos subsidios a personas necesitadas, pues el 40 % de los ingresos por concepto de venta de materiales de construcción se destina a ese programa”.

AL HABLA CON LOS PROVEEDORES

Como una madeja bien difícil de desenredar se torna el asunto de las relaciones contractuales entre las entidades productoras y comercializadoras que son, en definitiva, las que tienen el encargo de abastecer y diversificar en bienes y servicios el mercado de consumo minorista.

Ignacio Hernández Izquierdo, director de la EMPA, explica que luego de un “bache” temporal, ya cuentan con chícharo su­ficiente para cubrir lo planificado, pero no ocurre igual con el fideo por incumplimiento de la Empresa Provincial Alimen­taria, afectación que se pretende suplir, en parte, con otras pastas alimenticias.

Respecto a la harina de trigo, el tema es más complicado: “la Empresa de Cereales de Cienfuegos, denuncia, ha tratado de imponer, de manera arbitraria, el pago de la transportación desde el centro de carga hasta nuestros almacenes y por tal mo­tivo retiró el servicio en los meses de septiembre y octubre”.

Refiere el directivo que, pese a las gestiones realizadas (a comienzos de octubre enviaron una casilla de ferrocarril con 60 toneladas), el problema no se ha resuelto totalmente, por lo que el cliente (Comercio) y el pueblo se han visto afectados, pues en este minuto la red está desabastecida.

La Empresa Universal, por su parte, cuenta con evidencias de las reclamaciones comerciales efectuadas oportunamente y de las respuestas ofrecidas por los proveedores que adeudan mercancías, cuyos equipos de dirección han renegociado los cronogramas de entrega y hecho el compromiso de cumplir lo pactado.

Tal es el caso de las entidades Escambray, Suchel, Combell y la textilera Celia Sánchez Manduley, no así Divep, pues si bien está en condiciones de cumplir la entrega de las puertas contratadas, le resulta imposible cubrir la cantidad de ventanas (dobles, sencillas y de baño) planificadas.

Roberto López García, director general de la Empresa Uni­versal, expresa que a partir de gestiones con la industria nacional y la entrada a la provincia de productos de importación se ha podido cubrir en valores el déficit acumulado, aunque existen evidentes atrasos en surtidos específicos.

“Nuestra entidad, afirma, no impone mercancías. Ofer­ta­mos los productos a Comercio y este tiene la facultad, pactada en los contratos, de hacer dejación si no lo desea. Así y todo, hasta octubre hemos entregado a la provincia mercancías que superan en valores los 19 millones de pesos por encima de lo planificado”.

En maratónica campaña deberá trabajar también la Em­presa de Materiales de Construcción de Camagüey, cuyo co­lectivo está empeñado en cumplir las cifras contratadas, pero para lograrlo tendrá que hacer un esfuerzo mayúsculo, aunque el desfase en las entregas se ha hecho sentir negativamente a lo largo del año.

Alfonso Alcaraz González, director general de la entidad, aduce como causas del atraso las dificultades presentadas con la transportación especializada de áridos y la paralización de la industria durante 35 días por desabastecimiento de cemento, tiempo y capacidad productiva que resulta imposible recu­perar.

Asegura, no obstante, que se han adoptado medidas organizativas para distribuir en los puntos de venta de la provincia la arena, la piedra y los elementos de piso comprometidos, lo cual exige sincronizar bien las acciones que permitan asimilar tan alto volumen de recursos de manera simultánea.

“Sin embargo, para poder cubrir la cantidad de bloques contratada, ratifica Alcaraz González, es preciso incrementar los niveles de producción en nuestras plantas y adquirir, además, cifras adicionales en provincias vecinas, operación que demandará un óptimo empleo de los medios de transporte”.

El atraso acumulado en la entrega de cemento en bolsas por la fá­bri­ca 26 de Julio, de Nuevitas, impacta de manera negativa en la circulación mercantil minorista de la provincia. Foto: Miguel Febles Hernández

EL COSTO DE NO CUMPLIR

Cada una de las entidades involucradas en el incumplimiento, hasta la fecha, del plan de circulación mercantil minorista de Camagüey tiene explicaciones, justificadas o no, del porqué de tal situación. Lo cierto es que algunos no acaban de comprender que ello trae consigo otros problemas de fuerte impacto social.

Por un lado, se perjudican los trabajadores del sector del Comercio, pues al ingresar menos las empresas y tener un gasto fijo planificado se deterioran la correlación salario me­dio-productividad y el valor agregado, dos indicadores de eficiencia vinculados directamente a la remuneración.

Al incumplir, las entidades de comercio minorista afectan también los ingresos al presupuesto por concepto del impuesto sobre las utilidades, con el cual se cubren los gastos de sectores vitales como Salud, Educación, Cultura y Deportes, no solo para el pago de salarios sino para el propio desarrollo de esos organismos.

No basta entonces con cumplir lo pactado y asegurar los recursos, sino que debe ponerse mayor empeño en ofrecer servicios con una calidad superior y realizar una mejor gestión de venta, de modo que no haya un quinto año para el incumplimiento.

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