Ladyrene Pérez, Mónica Rivero - Cubadebate.- Esta mañana tuvo lugar en la acera del Louvre, en La Habana, el tradicional acto de conmemoración del 27 de noviembre de 1871, fecha en que ocurriera el fusilamiento de los ocho estudiantes de Medicina acusados de rayar la tumba del periodista español Gonzalo de Castañón.


El historiador de la ciudad, Doctor Eusebio Leal Spengler, rememoró estos hechos y destacó la actitud del capitán Nicolás Estévanez, quien aun perteneciendo al ejército español, se opuso públicamente a este crimen.

“Don Nicolás Estébanez, un militar, un hombre sometido a la disciplina del mando militar, y que sin embargo se aparta ese día de lo que se llama la obediencia debida y es capaz de protestar públicamente cuando en esta misma calle a esta misma hora existía un verdadero motín, ocrurría un hecho trascendental, un acontecimiento que conmovería hasta sus raíces el sentimiento nacional del pueblo cubano”, expresó el Historiador de la Ciudad.

Años más tarde, jugando un papel político importante en su país, dijo, escribió y reiteró: “Antes que la patria, están la humanidad y la justicia”, lo cual se parece mucho al principio martiano de que Patria es humanidad.

Según reza la tarja que en honor de Estévanez situaran cubanos y españoles en 1937 en la entrada del hotel Inglaterra, el ilustre español abandonó luego la Isla, renunció a su carrera, se negó a reingresar en la milicia; fue en tiempos de la primera República española Diputado y Ministro de la Guerra y no se arrepintió jamás de la actitud asumida ante estos acontecimientos terribles.

Leal se refirió asimismo a que su caso no fue el único: “(…) otros españoles honorables se opusieron también a aquel crimen político; un crimen político que pisoteaba el orden jurídico establecido, no ya el de la colonia, que vivía sujeta a leyes especiales y aun a aquellas impuestas después de la guerra, sino de la base de la legislación jurídica española, aun en el caso de que los aludidos (…) fuesen culpables del crimen del que se les acusaba”.

Luego de comentarios acerca de lazos morales y emocionales entre cubanos y españoles y hacer un recuento del golpe terrible que fuera el brutal fusilamiento de aquellos muchachos –de los cuales el más joven tenía apenas 16 años, y según contara Martí, iba al frente al marchar hacia la muerte– el Historiador de la Ciudad, concluyó solemnemente:

El 27 de noviembre y todo lo qeu trajo como consecuencia fue, es y será el símbolo de la dignidad, de la cultura, de la firmeza de espíritu que tiene y ha de tener siempre la juventud cubana.

De nuevo a las calles el estudiantado, para honrar y crecer

Maria Elena Alvares Ponce

La Habana, 27 nov (AIN) A las calles, que son y serán siempre de los revolucionarios, volvió el estudiantado este 27 de noviembre, para honrar a sus compañeros asesinados hace 143 años y reafirmar su compromiso con Cuba, la Revolución y el porvenir.

San Lázaro abajo, desde la Colina Universitaria, miles de patriotas de todas las edades, pero sobre todo, estudiantes universitarios y del nivel medio superior de enseñanza, marcharon impetuosos rumbo a la explanada de La Punta, a una cita ineludible con la historia, el amor y la vida.

Ofrendas florales del líder de la Revolución, Fidel Castro, el Presidente Raúl Castro, los Consejos de Estado y de Ministros y la juventud cubana, fueron colocadas ante el monumento a los ocho estudiantes de Medicina fusilados el 27 de noviembre de 1871 por la metrópoli española, que regía entonces los destinos de la Isla.

La combativa manifestación, que tuvo al alumnado de Ciencias Médicas como principal protagonista, fue presidida por ocho banderas cubanas gigantes, los pabellones de la Unión de Jóvenes Comunistas y las organizaciones estudiantiles, y sus principales dirigentes.

Antes de echar andar la multitud, tiempo hubo al pie de la escalinata de la Universidad de La Habana para el pase de lista y el canto apasionado a los héroes y mártires, y el tributo en el Memorial Mella al fundador del primer partido marxista-leninista de Cuba y de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU).

Armados de ideas y principios, convocados por el sentimiento y el recuerdo, volvemos a las calles para honrar a quienes inauguraron el panteón de los mártires universitarios, y reafirmar nuestro compromiso con el presente y futuro de la Revolución, proclamó Claudia Gutiérrez, miembro del Secretariado Nacional de la FEU.

Este es uno de esos días que duelen, pero en los que la Patria crece y se afianza, destacó la joven, y rindió tributo al legado y ejemplo imperecederos de Alonso Álvarez, Carlos de la Torre, Eladio González, Ángel Laborde, Pascual Rodríguez, José de Marcos Medina, Anacleto Bermúdez y Carlos Verdugo.

Marchemos en honor a esta Colina y la historia de sacrificios y luchas escrita por tantas generaciones de jóvenes, marchemos por Cuba, Nuestra América y la Humanidad, arengó Gutiérrez, e hizo énfasis en el apoyo al pueblo de México y su reclamo de justicia, ante la tragedia de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa.

Pero, sobre todo, fueron sus palabras y la jornada de este jueves una ofrenda de amor al espíritu altruista del pueblo de Cuba, al internacionalismo de la Revolución y al ejemplo de miles de sus hijos, que ahora mismo trabajan por la felicidad, la salud, la vida y el futuro de la Humanidad en decenas de países.

A esos colaboradores y, en especial, a los compatriotas que combaten el brote del virus del Ébola en África Occidental, dedicamos esta marcha y les decimos que en ese ejército de “batas blancas” que hoy se forma en nuestras universidades, están los continuadores de su hermosa obra, añadió.

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