Yeneily García García - AIN.- André y María Jacquemetton, guionistas y productores ejecutivos de la exitosa serie norteamericana Mad men, participaron en la sesión teórica de la XXXVI Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano y comentaron sobre el proceso creativo en televisión.

El matrimonio de escritores abrió hoy el seminario La serie televisiva: un nuevo paradigma audiovisual, uno de los platos fuertes del sector Industria en la cita habanera y que explora a este producto como parte esencial del imaginario colectivo actual.

Cuando escribes no puedes pensar en lo que quiere el público, sino en lo que deseas transmitir, aunque por supuesto debes encontrar –al menos en grandes televisoras- a alguien que se arriesgue a darte total libertad, algo poco común y que sólo se dio porque la cadena AMC estaba comenzando, explicó André.

En las series son los escritores los que tienen la última palabra, los directores casi siempre son freelance y se dedican a poner en práctica el guion, tal y como lo quiera el showrunner, algo así como el supervisor general, casi siempre el de la idea original, dijo por su parte María.

Junto a Mathew Weiner, creador de Mad men, fueron de los primeros contratados para escribir la serie que evoluciona desde de 1950 alrededor de la figura de Don Draper, ejecutivo de una de las compañías de publicidad en la newyorkina Avenida Madison, conocido como los hombres de Madison o Mad men.

A partir de su salida al aire logró captar la atención de críticos y público, convirtiéndose en uno de los shows más seguidos y premiados con varios Emmys, codiciado lauro de la televisión estadounidense.

Creo que la razón de que guste lo que hacemos es la nostalgia de los 50´ y los 60´, toda esa atmósfera que intentamos recrear y para lo que nos hemos ayudado de consultores de publicidad y artistas, además que hemos incorporado las experiencias de quienes escriben, que en este show pueden variar de siete a 13 guionistas, aclaró André.

El de Industria ha sido uno de los sectores que ha elevado el listón en este Festival, al invitar a reconocidos cineastas, en su mayoría norteamericanos, como el productor Dan Haslted y el sonidista Cristopher Newman, ganador de tres Oscars por El exorcista, El paciente inglés y Amadeus.

El Cordero: mirar la sociedad chilena a través del cine

Lourdes Elena García Bereau

La Habana, 7 dic (AIN) Mirar la sociedad chilena de la década de 1990 y cuestionar los mecanismos sociales desde el concepto de moralidad, resulta el trasfondo de la película El Cordero, ópera prima del realizador Juan Francisco Olea, que se exhibe por estos días en La Habana.

La obra, que deviene retrato de un sector conservador y esencialmente católico identificado básicamente, con la clase media de Chile, está presente en la edición 36 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, tras recorrer un amplio circuito de eventos cinematográficos en el orbe.

Olea expresó hoy en conferencia de prensa que esta producción independiente narra la historia de Domingo, encarnado por el reconocido actor Daniel Muñoz, que aferrado a una excesiva fe comete un homicidio involuntario y se reprime por la falta de culpabilidad con respecto al hecho.

Quisimos crear un personaje complejo, con el cual el público creara una empatía, aunque no aprobara ni entendiera su forma de actuar, precisó.

Para ello utilizamos algunos elementos cómicos que enganchan al espectador, enfatizó.

El título responde a la actitud de Domingo de ser un cordero y al salirse del rebaño con sus actos, intentar todo el tiempo redimirse y retornar a su lugar de cero culpabilidad, aseguró.

Además, el verdadero motivo de la construcción de la historia de Domingo es cuestionar qué es la moral, si es algo aprendido o algo que viene ya con la condición humana, finalizó.

Por su parte, Cristóbal Zapata, productor de El Cordeo, significó que las puestas de cámara, la fotografía y las pausas del relato, contribuyeron a crear una distancia fría, que hiciera al público parte del mundo interno del personaje.

Asimismo, indicó que actualmente laboran en un nuevo proyecto que se filmará en el norte de Chile, específicamente en el desierto de Atacama, y que narrará una historia de mineros y vicisitudes.

Los Hongos, un filme como expresión de la juventud rebelde

Lourdes Elena García Bereau

La Habana, 7 dic (AIN) Arte y rebeldía, juventud y proyección social, son algunos de los elementos que destacan en el filme colombiano Los Hongos, del director Óscar Ruiz Navia, presente en la XXXVI Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, con sede en esta capital.

La historia de Ras, joven que cada noche pinta grafittis en distintos muros de su barrio, al oriente de Cali, mientras por el día trabaja como obrero, compite en el apartado de Largometrajes de Ficción, junto a otras 20 obras de realizadores del continente.

El elenco, encabezado por actores naturales o aficionados, tuvo entre sus protagónicos a Jovan Alexis Marquinez, Calvin Buenaventura Tascón, Atala Estrada y el experimentado Gustavo Ruiz, quién aseguró hoy en conferencia de prensa, que la película constituye expresión de la juventud colombiana.

Con respecto al nombre, Ruiz aseguró que el hongo es un ser vivo que puede nacer en medios descompuestos y generar vida.

Por eso, en el filme entendimos la necesidad de que todos fuéramos como ellos y desarrolláramos nuestra creación, tal como lo hizo Ras en la cinta, precisó.

Ganadora, entre otros premios, del galardón que otorga el jurado Cineastas del Presente, en el Festival de Cine de Locarno, Suiza, la cinta de Ruiz Navia constituye una especie de homenaje a la cultura urbana que se erige como una práctica corriente entre los jóvenes de Latinoamérica.

Estos artistas fueron los encargados de darle vida a la parte gráfica de Los Hongos y a varias escenas que recurrieron a grafiteros, punkeros, skaters y breakdancers reconocidos en el ambiente underground de Cali.

Por último, Gustavo Ruiz, también padre del director, especificó que este realizador está inmerso en la producción de una nueva película llamada Epifanía, la cuál se rueda actualmente en Suecia.

El XXXVI Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano comenzó el pasado cuatro de diciembre en La Habana y se extenderá hasta el 14, con la propuesta de 400 cintas nacionales y extranjeras, de ellas 116 en concurso.

La emigración y sus conflictos en la mirada del Festival de Cine

Lianet Leandro López

La Habana, 7 dic (AIN) El tema de la emigración y sus conflictos en el contexto globalizado actual, llegó al XXXVI Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano desde el filme La Salada, del argentino de ascendencia asiática Juan Martín Hsu, quien compite en el apartado de Ópera Prima.

Cómo reencontrarse a sí mismos y tener éxito en un país ajeno es el eje común que une a los personajes, quienes convergen en una feria de ventas ilegales de la ciudad de Buenos Aires, en Argentina, cuya existencia real da nombre a la pieza cinematográfica.

En conferencia de prensa hoy, en el Hotel Nacional de Cuba, una de las sedes de esta capital donde se celebra el evento hasta el próximo domingo, su director señaló que la inspiración estuvo en historias de sus propios padres, amigos y otros inmigrantes que buscan un lugar propio.

Sensaciones de destierro, melancolía, anhelo por la familia lejana, son algunos de los temas de reflexión en la propuesta de Hsu, quien se interesó por retratar la ambigüedad de esos seres cuyas almas se quedan entre dos espacios y sin pertenecer a ninguno.

Una muchacha coreana que no desea un matrimonio concertado pero no se atreve a contrariar la voluntad del padre, un taiwanés vendedor de discos piratas a quien su madre precisa desde su tierra para que busque novia, y un boliviano adolescente obligado a trabajos precarios, son los protagonistas de ese drama de desarraigo y lejanía.

La Salada llegó a La Habana avalada por los premios a la postproducción Nuestra América Primera Copia, en la edición 35 del propio evento, y Cine en Construcción, del Festival de San Sebastián, España, entre otros galardones.

Explica James Gunn esencia de Guardianes de la galaxia

Yenli Lemus Dominguez

La Habana, 7 dic (AIN) Somos mejores personas de lo que creemos y ese es el centro de Guardianes de la galaxia, afirmó hoy James Gunn, director de la primera película de los estudios norteamericanos Marvel que se presenta en ocasión del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.

Como parte de la trama, los protagonistas descubren en sí mismos valores que creían no tener, y eso es válido para muchos seres humanos en el planeta, agregó el también escritor norteamericano que visita Cuba por vez primera en sus 47 años de edad.

Creo películas que se consideran raras, y eso reflejo en Guardianes…, un filme que se refiere a quienes se sienten alejados, no aceptados, raros, fuera de lugar, para ellos es este trabajo, agregó Gunn en conferencia de prensa ofrecida en el Hotel Nacional.

Uno de los problemas en Hollywood es que los creadores persiguen lo popular y no piensan en crear algo nuevo, yo no quería hacer una obra que reflejara de una forma tradicional al cosmos, mi deseo era hacer un gran espectáculo con humanidad, porque el público se va a aburrir de las fórmulas que se emplean una y otra vez, añadió.

James comentó que el color es un elemento que falta en las películas del espacio, y considera que rescatar algunos matices del audiovisual de los años 50 y 60 del siglo XX, es una de las razones del éxito que ha logrado Guardianes…, porque la gente los echaba de menos.

Creo que el cine es arte, un acto de comunicación, mi familia son los personajes que trabajan en mis películas, y al crear sus planetas, pienso cómo sería su cultura, y cómo se vería ese mundo que no es real, confesó Gunn.

El pasado sábado, en el Cine La Rampa, se proyectó Guardianes de la galaxia, propuesta que en unos 121 minutos cuenta la historia de Peter Quill, un aventurero sobre quien, junto a otros inadaptados como él, recae la misión de impedir la destrucción de la galaxia.