Yudy Castro Morales - Cuba Contemporánea.- Que muchas unidades de comercio vinculadas fundamentalmente a la prestación de servicios adolecen de buenas prácticas, es una verdad que ha hincado sus raíces en el panorama socioeconómico cubano.


A muy pocos (si existen) se les ocurriría contradecir tal aseveración, que no desconoce el nexo causa-efecto entre dicho resquebrajamiento y la estrechez financiera de la Isla, entre la imagen ajada y el “período especial”.

Por ello hoy, a la luz de la actualización del modelo económico cubano, se ponderan alternativas que redunden en una mejor factura y variedad de las ofertas, y que, a la vez, descarguen al Estado de asuntos menos decisivos para el progreso del país.

En consonancia con estos propósitos, el Ministerio de Comercio Interior (Mincin) ha actualizado la política para la implementación de formas no estatales en el sector, reafirmando que los servicios gastronómicos, personales y técnicos, como norma, serán gestionados mediante dichas estructuras.

Tanto es así que de las 12 988 unidades de la gastronomía y los servicios técnicos y personales que existen en el país, unas 3 570 ya laboran bajo nuevos modelos de gestión y agrupan a cerca de 11 270 trabajadores.

Las restantes se irán incorporando gradualmente, de acuerdo con el número de personas que laboran en ellas, los niveles de actividad y la estructura de los servicios, según informó Ada Chávez Oviedo, viceministra del ramo, durante un encuentro reciente con la prensa.

En esta primera etapa, señaló la funcionaria, han sido arrendados alrededor de 3 350 locales a los empleados que allí laboraban y fueron autorizadas 219 cooperativas no agropecuarias (CNA), de las cuales ya funcionan 39 en la gastronomía y nueve en los servicios personales y técnicos.

Agregó que estas últimas se concentran en La Habana, Pinar del Río, Isla de la Juventud y Ciego de Ávila, mientras las primeras están diseminadas por todas las provincias, exceptuando a Matanzas y Mayabeque.

Ada Chávez reiteró que tanto para los trabajadores por cuenta propia como para las CNA el régimen aplicado será el de arrendamiento, pues el Estado mantiene la propiedad sobre los principales medios de producción.

En palabras de la funcionaria, el paso hacia el nuevo modelo se erigirá sobre bases jurídicas, mediante el reglamento que norme su quehacer, así como la tipología de las prestaciones y las responsabilidades asumidas en el contrato.

El documento, que será firmado por un término de hasta diez años, prorrogables por acuerdo entre las partes, constituirá el marco legal para determinar los intereses del nuevo establecimiento, así como sus obligaciones.

De incumplirse lo convenido, se cierra el contrato, subrayó la vicetitular del Mincin.

Hacer escala en las experiencias

Los saberes acumulados desde 2009 con el arriendo de peluquerías y barberías a los empleados de las propias unidades, su posterior extensión a otras prestaciones, el alquiler de locales gastronómicos de hasta cinco trabajadores, así como la creación de 57 cooperativas en el país, fueron sentando las bases para que en julio de este año se decidiera llevar tales prácticas al resto de los establecimientos.

De acuerdo con Mercedes Fontanella Lara y Mirurjia Ramírez Santana, directoras nacionales de Gastronomía y Servicios personales y técnicos del Mincin, respectivamente, las primeras unidades insertadas en el proceso de conversión no están comprometidas con grandes volúmenes de servicios, y no poseen altos compromisos sociales ni encargos estatales.

En ellas, aseguraron las funcionarias, hubo que hacer una labor de capacitación bien fuerte, en aras de que los trabajadores comprendieran las ventajas del cambio, pero aún falta conocimiento, sobre todo de la gestión cooperativa.

Contrario a ello, los emprendimientos espontáneos de personas naturales, o sea, que no se desprenden del sector estatal, muestran una mejor preparación, dominio de las normas, del mercado, de la gestión económica. Además, presentan proyectos muy bien asesorados jurídicamente, coincidieron las especialistas.

De cualquier forma, la viceministra Ada Chávez reconoció que se han incrementado de manera general la calidad de las ofertas, la estructura de las mismas y los horarios de servicios; se han reanimado las instalaciones gastronómicas y los trabajadores han aumentado los ingresos, aunque se aprecia una tendencia creciente en los precios de algunos productos.

No obstante, insistió en que aún falta preparación para asumir los cambios resultantes del paso a otra modalidad de gestión y, por consiguiente, en no todos los lugares se aprovechan las potencialidades emanadas de las transformaciones.

Abastecimiento, aún con cabos sueltos

Desde el comienzo, la ausencia de un mercado mayorista para abastecer las formas no estatales de gestión constituye tema discordante. Es cierto que ante la falta de espacios de esta índole se han diseñado estrategias a corto plazo, en aras de compensar un poco las carencias. Pero las alternativas, pese a la buena voluntad, continúan siendo cosméticas.

En opinión de Francisco Silva Herrera, director de comercio mayorista y logística de almacenes del Mincin, las unidades que se desprenden de la gestión estatal, en forma cooperativa, continuarán recibiendo los recursos que tenían asignados en el plan a un precio inferior al de la red minorista, a la cual también pueden acceder, unido a otras comercializadoras mayoristas.

De cara a 2015, llamó la atención sobre el trabajo desplegado con 12 comercializadoras del país, para las cuales se ha dispuesto financiamiento en aras de incrementar las importaciones destinadas a todas las empresas de la economía, incluyendo las formas de gestión cooperativa.

Mencionó, además, la introducción en la red minorista de surtidos con formatos industriales, lo cual abarata los precios. Aunque vale señalar que la presencia y estabilidad de tales suministros es otra asignatura pendiente.

Asimismo, la política contempla la habilitación de canales directos de circulación mayorista para las CNA, vinculándolas con los productores en todos los casos donde resulte viable. De ese modo, se agilizan las gestiones en tanto se eliminan intermediarios dentro de la cadena logística.

Pero ello todavía forma parte de las proyecciones, al igual que las estrategias para contribuir a que no se disparen los precios de los servicios, las cuales estarían asociadas a la logística y distribución, las tasas impositivas y las vías de abastecimiento, entre otras.

Principios de política, reglas de juego

También la política para la implementación de formas no estatales en el comercio pretende mantener los servicios existentes y rescatar aquellos que constituyen tradiciones culturales e históricas en unidades emblemáticas, conservando la imagen e identidad. Proyecta, además, a partir de las experiencias, corregir errores y consolidar los buenos pasos, en aras de hacerlos perdurables en el tiempo.

Respecto al precio de los servicios, tema altamente sensible para la población, la viceministra Chávez Oviedo explicó que estos se determinarán mediante oferta y demanda, a excepción de los que se decidan centralmente.

A modo de ejemplo, mencionó que hoy mantienen invariables sus tarifas la reparación de los equipos del programa de ahorro energético, el calzado ortopédico, así como los servicios de lavado. En la gastronomía también existen precios máximos para renglones como cigarros, tabacos y determinados rones, y se evalúa normarlos en otros productos.

Durante su intervención sobre cada uno de los principios de la política, la funcionaria hizo un alto en la incorporación de los trabajadores a las nuevas estructuras, donde se priorizará a quienes posean contratos por tiempo indeterminado, a aquellos pertenecientes a la unidad y que cumplen servicio social, y a los provenientes de la empresa.

A quienes no deseen sumarse a la transformación se les aplicará el proceso de disponibilidad laboral, acorde con lo establecido por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, aunque alertó que hasta el momento las cifras no son significativas.

Respecto a los beneficios fiscales contemplados en las disposiciones, Chávez Oviedo recalcó los referidos a las unidades ubicadas en zonas rurales, montañosas o de difícil acceso. “A las seleccionadas por los consejos de la Administración Provincial se les aplicará un régimen simplificado para el pago de los impuestos, unido a un tratamiento diferenciado en cuanto al abastecimiento”.

Resaltó, además, que se exonerará del pago de arrendamiento de locales, por un plazo de hasta dos calendarios, a los trabajadores que asuman su reparación. Para las cooperativas este período será de un año.

Asimismo, explicó que las CNA o los trabajadores por cuenta propia que participen en programas priorizados (Ahorro Energético, Sistema de Atención a la Familia y otros) o donde resulte de interés estatal establecer precios máximos, podrán recibir una bonificación de hasta el 10% del impuesto sobre utilidades o ingresos personales. Tales programas deberán gestionarse, como norma, en cooperativas.

Así, desde la compleja materialización de una política, compuesta por 43 principios, se pretende desdibujar la imagen marchitada que aún acompaña a no pocas unidades de servicios. Bocanadas de calidad desde un sector que se adentra con fuerza en el panorama socioeconómico cubano.

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