Granma.- Numerosos niños, jóvenes y miembros de las organizaciones de masas fueron los protagonistas este miércoles de las celebraciones en Cuba por el Día de los Derechos Humanos. Pla­zas y parques de todo el país fueron sede de diversas actividades entre las que destacaron las jornadas de reflexión y debate en centros universitarios.


El acceso a las Tecnologías de la In­for­ma­ción y las Comunicaciones, que en nuestro país constituyen bienes al servicio del pueblo, las posibilidades de conexión a Internet, la cual hoy se facilita y prioriza a través de centros e instituciones de interés social y comunitario; así como el enfrentamiento a la subversión mediante el empleo de estos medios, estuvieron entre los tópicos abordados.

Precisamente las nuevas generaciones, las cuales se encuentran entre los grupos altamente priorizados en las políticas sociales, llevaron la voz cantante en un día en el que además hubo ventas de libros, bailables y encuentros deportivos.

Entre las razones para festejar figuran el que “Cuba es un ejemplo en la protección de la infancia”, como ha enfatizado la UNICEF, mientras que otro organismo internacional, la UNESCO, en el más reciente Informe Mundial sobre el Seguimiento de la Educación para Todos (2012) posiciona a Cuba en el lugar 16 por su índice de desarrollo educacional.

Más de 1 800 000 estudiantes se encuentran en las aulas de la enseñanza general en este curso, y otros 200 000 jóvenes lo hacen en la educación universitaria. Junto a estos logros también destacan la baja tasa de mortalidad infantil, que en el 2013 fue de 4.2 por cada 1 000 nacidos vivos, contra 60 que era la existente en 1960, además de que la esperanza de vida al nacer es de 78,45 años.

Cuba es un país de muy alto desarrollo humano de acuerdo con el “Informe de De­sarrollo Humano 2014” del PNUD, ocupando el lugar 44 a nivel mundial; en lo cual inciden parámetros como la amplia cobertura en seguridad y asistencia social.

Otros aspectos relevantes que muestran la labor de nuestro país en materia de derechos humanos son los avances en la participación social de la mujer y su representatividad en el ejercicio del poder, donde resalta el hecho de que la Isla ocupa el tercer lugar a nivel mundial de féminas parlamentarias, como ratifica el Informe de la Unión Interparlamentaria, del 2012.

En Cuba el saber no es lujo

La nación antillana se ubica a la cabecera de los países con mayor Índice de Desarrollo de la Educación, según una investigación de la UNESCO...

Derechos Humanos: Representan los derechos que poseen todos las personas por igual. Deben ser respetados mutuamente sin importar credo, raza, procedencia o sexo. Tienen una creciente fuerza jurídica, se integran en las constituciones y en el ordenamiento jurídico de los Estados. Cuba es un Estado reconocido por el cumplimiento de los Derechos Humanos.

Indice de Desarrollo Humano Cuba según la Organización de Naciones Unidas: quinto lugar entre los países de América Latina.

La educación cubana es gratuita desde la enseñanza preescolar hasta la superior, mientras la instrucción elemental obligatoria.

El más reciente Informe Mundial de la UNESCO sobre el Seguimiento de la Educación para Todos (2012) posiciona a Cuba en el lugar 16 por su índice de desarrollo educacional.

Cuba inició el curso escolar 2014-2015 con una matrícula de 1 804 000 de estudiantes en la enseñanza general y 200 000 jóvenes de la educación universitaria.

Con métodos desarrollados por expertos cubanos hasta el 31.12.2013, se habían alfabetizado 8 millones de personas en 29 países.

Lissy Rodríguez Guerrero - Cubahora.- Pocas veces se le ha escuchado decir algunas palabras, porque es un niño tímido, de esos que dicen más con la mirada y cualquier gesto que con la emisión de sonidos. Sabe mucho de Matemáticas, —dice la maestra—, a quien no le resulta difícil comprender, como a quienes le ven por primera vez, su genialidad.

Todas las mañanas despierta con la certeza de que va a redescubrir un “Mundo Nuevo”, el mundo de fantasías que maestros y amigos construirán a su alrededor, donde prevalecen los colores vivos, las tonadas infantiles y paredes repletas de dibujos, donde el conejo perseverante llega primero a la meta porque la liebre altanera se acuesta a dormir. Un mundo de maravillas.

Aunque el suyo es un centro al que asisten niños con necesidades educativas especiales, él sabe que todas las mañanas se despide de su hermano pequeño porque debe llegar a su escuela primaria, en la cual una maestra le ha enseñado las tablas de multiplicar que practican juntos en casa. Sabe que como la de él, miles de rutinas familiares se multiplican cada mañana en los hogares de Cuba: el ritual de colocarse a regañadientes el uniforme escolar, tomar el desayuno, cargar la mochila de libros e irse a estudiar.

Primero de septiembre. Alrededor de dos millones de niños, adolescentes y jóvenes cubanos entraron a las aulas de la enseñanza general y superior, que abarca todas las educaciones en la Isla; un hecho que por repetitivo se vuelve natural, y por natural resulta a veces complejo, —en medio del resto de las complejidades de la cotidianidad —, valorarlo en su justa dimensión.

Que en Cuba la educación es un derecho para todos al cual se accede sin costo alguno y desde los albores de un país en Revolución fue una prioridad eliminar “los problemas de la educación” y el analfabetismo que llegaba al 23, 6 % de la población y al 90 % en la zona rural, es una realidad difícil de ignorar frente a un escenario mundial que en estos temas todavía enfrenta disímiles dificultades.

Un año bastó para acabar con el analfabetismo en el país, reducirlo al 3, 9 % y dar continuidad a una Revolución Educacional, que comenzó con la creación de la Comisión Nacional de Alfabetización y Educación Fundamental y el llamado para crear un Contingente de Maestros Voluntarios.

Desde la carta magna de la República está sustentado que la enseñanza es función del Estado y es gratuita, y que este debe orientar, fomentar y promover la educación, la cultura y las ciencias en todas sus manifestaciones. Así, Cuba cuenta con un Sistema Nacional de Educación conformado por un conjunto de subsistemas orgánicamente articulado en todos los niveles y tipos de enseñanza.

Con un carácter sistémico se integran a la docencia, en todas las enseñanzas, actividades extracurriculares que permiten enriquecer la labor educativa con acciones culturales, deportivas, de formación vocacional y orientación profesional, círculos de interés, así como concursos de conocimientos, competencias de habilidades, acciones de inserción en la comunidad y de tratamiento de temáticas referidas a la educación formal, sexual, vial, entre otras.

Para ilustrar el escenario en que se desenvuelve hoy la educación cubana, sirve de ejemplo la expectativa con la cual asumió la familia la flexibilización del horario escolar y la intención de convertir a la escuela en “el centro cultural más importante de la comunidad”, un hecho que puesto al debate público logró suscitar múltiples miradas y análisis, solo posibles en un escenario favorable a los debates en torno a la educación y el futuro de sus profesionales.

En Cuba existen escuelas especiales para los niños con distintas discapacidades, pero además se incluyen a los educandos en las aulas de la enseñanza primaria, secundaria, preuniversitaria y de Enseñanza Técnico Profesional, si así sus familiares lo requieren.

Además, están creadas las estructuras para hacer funcionar una relación directa escuela-familia, organizadas en los Consejos de Escuela, las Escuelas de Educación Familiar, y en algunas instituciones con el proyecto “Transformar para Educar” que lleva a cabo la Asociación de Pedagogos de Cuba.

Solo para el periodo lectivo 2013 -2014 aumentó a 3 000 la matrícula de los círculos infantiles —impulsados por Vilma Espin en el año 1961— y se continuó perfeccionando el programa “Educa a tu Hijo”, dirigido a la preparación educativa de las familias de niños de 0 a 6 años que por diversas causas no logran asistir a los círculos infantiles.

Este año ascendió el número de especialidades para la formación de técnicos medios y obreros calificados, mientras en la red de centros universitarios imparten clases más de 12 000 profesores, a quienes les atañe y preocupa la superación y calidad del claustro, cómo resolver los problemas de la comunidad y el país, y la formación de valores de los estudiantes.

El país envejece, pero brinda la posibilidad de cursar estudios en las Cátedras del Adulto Mayor, en las cuales se habían graduado hasta el 2013 más de 85 000 estudiantes, y donde se analizan temas referentes a la calidad de vida, los conflictos intergeneracionales, la inserción del adulto mayor en la vida familiar y comunitaria, el desarrollo humano y la prevención de salud, seguridad social, desarrollo cultural y organización eficiente del tiempo libre.

Por otro lado, el sistema educacional llega hasta los centros penitenciarios donde los internos se incorporan al estudio en los distintos niveles de enseñanza, tienen posibilidad de capacitarse en los oficios y vincularse al mencionado programa Educa a tu Hijo.

Datos registrados entre 2009 y 2013, según reporte del Banco Mundial, contemplan a Cuba como el país que más invierte en educación, teniendo en cuenta el porcentaje de PIB que destina a este sector. Según el informe de Educación para Todos (EPT) de la UNESCO, perteneciente al periodo 2013-2014, Cuba es el país con mayor Índice de Desarrollo de la Educación y el que dedica mayor parte de su Producto Interno Bruto a la enseñanza (13 %).

Diría Eduardo Galeano que si Alicia renaciera en nuestros días no necesitaría atravesar ningún espejo para descubrir el mundo al revés: “le bastaría con asomarse a la ventana”. Encontraría, por ejemplo, que un tema tan sensible como el acceso al conocimiento es todavía un sueño inalcanzable en muchos lugares del mundo, aunque hace más de cincuenta años los países integrantes de las Naciones Unidas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos asumieran la educación como un derecho.

Una investigación publicada por la UNESCO bajo la denominación Teaching and Learning: Achieving quality for all reveló que actualmente existen 774 millones de analfabetos en el mundo, de los cuales más de 35 000 pertenecen a la región de América Latina y el Caribe (55 % mujeres).

Un objetivo tan ambicioso como lograr que en el año 2015 todos los niños y niñas del mundo puedan terminar un ciclo completo de enseñanza —recogido en los Objetivos de Desarrollo del Milenio— lo sostiene la cifra alarmante de 69 millones de infantes que en edad escolar no están escolarizados, con una presencia significativa en el África subsahariana.

El escenario de debates en el cual se analizan estos temas trasciende una meta cuantitativa para proponerse enfrentar la mercantilización de la enseñanza; lograr el acceso a una educación general pública y gratuita —lo que implica reducir a cero los costos de la escolaridad—; la disminución de los altos índices de analfabetismo; la elevación de la calidad de la docencia; la creación de programas de alfabetización y postalfabetización en sectores vulnerables, y en el caso de la enseñanza superior, alcanzar una cohesión holística de saberes que permita solucionar los problemas de la realidad que circunda el espacio universitario. Todo un entramado de desafíos que no puede valerse solo sino cuenta con el empeño de ese capital humano para defenderlo.

Alicia podría asomarse en el espejo y mirar al interior de Cuba una mañana cualquiera. Quizá le resulte alentador ver como el niño silencioso se prepara para asistir a su escuela, mientras el hermano corre presuroso a estudiar las tablas que va a enseñarle luego al alumno más talentoso de la clase, al genio de las matemáticas.

Niños cubanos amparados por el amor y con millones de derechos

Darelia Díaz Borrero - AIN.- Felices de vivir en Cuba y confiados en el porvenir, se declararon niños y adolescentes de la ciudad de Bayamo, capital de la oriental provincia de Granma, quienes tienen millones de razones para celebrar, este 10 de diciembre, el Día Internacional de los Derechos Humanos.

Los que reciben amor y abrigo en un hogar de niños sin amparo familiar, radicado en la urbe, agradecieron la fortuna de ser hijos de la Revolución cubana, que garantiza el bienestar de los de menor edad y su óptimo desarrollo.

Yuliannis Guevara tiene 13 años, cursa el octavo grado en la escuela secundaria básica 30 Aniversario de la Batalla de Guisa, y significó que en el "Hogar” se sienten como en una verdadera familia, porque son tratados con ternura.

La atención esmerada que reciben también fue resaltada por su hermana Yudismaidi Guevara, un año mayor y también integrante del citado plantel.

Yudismaidi comentó que una vez terminada la enseñanza secundaria pretende continuar estudios para formarse como técnica del nivel medio en Servicios de Belleza, especialidad de la cual ha conocido mediante talleres de formación vocacional que reciben en el centro docente.

Lleno de sueños se mostró Yoan Aguilar, de 12 años, quien aunque apenas

cursa el séptimo grado en la "30 Aniversario”, aseguró que en un futuro quiere ser médico veterinario, ya que siempre ha sentido especial cariño por los animales.

Para él, dijo, es un privilegio poder estudiar y ser querido en el "Hogar”.

Similar opinión comparte Yamisleydis Rivero, quien realiza sus prácticas laborales en la escuela para niños con necesidades educativas especiales Félix Varela.

Emocionada, comentó cómo el 21 de septiembre último celebró, junto a los amigos y tías del "Hogar", sus 15 años.

Con los ojos llenos de lágrimas y la cara colorada, explicó que fue un día lleno de sorpresas lindas, el cual nunca podrá olvidar.

Pero, según dijo ella misma, esa no es la única jornada inolvidable.

Su gratitud también la remite cinco años atrás, cuando fue hospitalizada a causa de problemas cardíacos, y tuvo a tiempo completo la compañía del personal de la institución.

Yosleinis Damaris Zamora, directora del “Hogar”, destacó que trabajar para los infantes siempre resulta un placer, porque ellos saben agradecer, con especial dulzura, cada gesto de cariño.

Esa es una tarea permanente: el colectivo tiene que estar dispuesto a resolver cualquier detalle, ya sea en un día festivo o de descanso, pero lo hacemos con amor, señaló.

Fundado el 27 de agosto de 1987, el centro respondió al decreto ley número 76, del 20 de enero de 1984, que norma la creación de una red de asistencia social donde alojar y atender menores de edad carentes de amparo filial.

Acogedora y confortable, la instalación ubicada en el reparto Jesús Menéndez, exhibe una matrícula de 11 niños y adolescentes, y cuenta con 16 áreas (portal, sala, seis cuartos, tres baños, cocina, comedor, lavandería y patio interior), repartidas en dos plantas.

En Granma existen otras dos instituciones de este tipo; una de ellas en la ciudad costera de Manzanillo, también para niños de ocho a 18 años; y la otra en la capital provincial, para infantes de cero a siete.

Estos “Hogares” evidencian que las garantías de la educación, la salud, el bienestar y la vida misma constituyen derechos para todos los nacidos en la mayor de las Antillas.

Bajo ese precepto, niños y adolescentes cubanos celebran el Día Internacional de los Derecho Humanos, mientras en otras naciones millones de infantes se ven obligados a prostituirse para sobrevivir, o mueren por hambre y enfermedades curables.

Miles de razones tienen los hijos de esta tierra antillana para festejar; no obstante, la felicidad no será completa en tanto hayan príncipes enanos sufriendo en el mundo.

La celebración data de 1950, cuando la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) invitó a todos los estados miembros y a las organizaciones interesadas a que asumieran el 10 de diciembre de cada año como Día de los Derechos Humanos.

Discapacitados cubanos tienen derecho a una vida plena

Darelia Díaz Borrero

Bayamo, 10 dic (AIN) Entre testimonios, canciones y bailes, discapacitados de la cubana provincia de Granma manifestaron en esta ciudad, hoy, Día Internacional de los Derechos Humanos, su alegría por disfrutar de una vida plena, llena de amor y oportunidades.

En gala efectuada en la filial provincial del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, ciegos, sordos, limitados físicos motores, y personas que tienen otras discapacidades, elogiaron los programas promovidos por la Revolución cubana para garantizar su inclusión en la sociedad.

Las posibilidades emanadas del proyecto social en la Isla fueron resaltadas por José Manuel Mesa, quien padece de sordera congénita, y es licenciado en Cultura Física.

Para la profesora Digna Alarcón, es una fortuna vivir en un país que asegura la emancipación de todos sus hijos.

Según comentó, independientemente de tener una prótesis en la cadera, imparte clases de literatura y es respetada como cualquier otro profesional.

También una vida plena ha logrado el joven Alejandro Tornés, a quien la ceguera no le impide ejercer como profesional de la psicología de la salud.

Agradecido, explicó que durante sus estudios no le faltó la máquina del sistema Braille, la cual le cuesta al país cerca de mil dólares, debido al bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por Estados Unidos a Cuba.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos fue adoptada por la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948.

Este documento plantea que la justicia y la paz tienen como base el reconocimiento a la dignidad y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana.

También se dijo que, mientras todos los hijos de Cuba comparten iguales derechos, hay mil 200 millones de personas en el mundo que viven en extrema pobreza, 774 millones son analfabetos, y más de 33 mil infantes mueren cada día a causa de enfermedades curables.

Cifras alarmantes de la violencia infantil en el mundo

Telesur.- Un informe que revela la situación en 2012 advierte que uno de cada cuatro niños ha sufrido abuso físico y una de cada cinco niñas y jóvenes han padecido agresión sexual.

El estudio realizado en 133 países también reflejó que los homicidios son la tercera causa de muerte de hombres entre 15 y 44 años y en total se cobran cada año la vida de 475 mil personas.

La Organización Mundial de Salud, en colaboración con la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el Crimen y las Drogas, emitió un informe donde se revela que uno de cada cuatro niños ha sufrido abuso físico y una de cada cinco niñas y jóvenes han padecido agresión sexual. Además, una de cada tres mujeres ha sido víctima de violencia física o sexual por parte de su pareja en algún momento de su vida.

El estudio realizado en 133 países también reflejó que los homicidios son la tercera causa de muerte de hombres entre 15 y 44 años y en total se cobran cada año la vida de 475 mil personas.

Según la investigación, los hombres sufren más frecuentemente actos violentos con consecuencias fatales; sin embargo son las mujeres, niños y ancianos las víctimas más habituales de tipos de violencia que no causan la muerte.

Aunque el cuadro es dramático, la situación ha mejorado en el último decenio, con una disminución de la tasa de homicidios del 16 por ciento entre los años 2000 y 2012.

Las acciones

La directora general de la OMS, Margaret Chan, señaló sobre estos datos que es necesario dar la atención necesaria a las consecuencias de la violencia física, mental y sexual, ya que frecuentemente pueden causar problemas de salud a lo largo de toda la vida de la víctima.

"La violencia es una de las causas de enfermedades que llevan a la muerte, como el cáncer, los problemas del corazón o el sida, porque las víctimas tienen un mayor riesgo de adoptar comportamientos como fumar, consumir alcohol, drogas o tener sexo inseguro", explicó.

El documento expone que a pesar de que una proporción aplastante de países cuentan con leyes para la prevención de la violencia, solo una minoría tiene leyes que abarquen los distintos tipos de violencia, mecanismos para garantizar su cumplimiento o servicios para las víctimas.

De 133 países que participaron en el estudio, solo una tercera parte está implementando iniciativas amplias para prevenir la violencia: Visitas por parte de enfermeras a familias en riesgo de violencia o programas sobre el fenómeno del acoso en el medio escolar (conocido como "bullying").

Igualmente relegados de la ayuda están aquellos que cuidan de los ancianos y en menos de una cuarta parte de los países analizados hay campañas públicas para prevenir el abuso de las personas mayores.

Casos especiales

En España se cometieron 334 homicidios y 364 asesinatos (en 2012, año que cita el informe), lo que dejó una tasa de asesinatos por cada 100 mil habitantes de 0,8 por ciento, muy por debajo de la media europea, que está en 3,8.

Las tasas más altas se dan en el continente americano, con 28,5 homicidios por cada 100 mil habitantes, seguido de África, con una tasa de 10,9.

España está entre los 10 países del mundo con menor tasa de homicidios (no todos los países han participado en el estudio, como Francia o Grecia, que no proporcionaron datos), lista que encabeza Luxemburgo (0,2 asesinatos por cada 100 mil habitantes), Japón (0,4), Noruega (0,6), Islandia (0,6), Singapur (0,6), Suiza (0,6), San Marino (0,7), Eslovenia (0,7) y Suecia (0,8), que empata con España.

Superan la tasa española otros países europeos como Reino Unido, con 1,5, o Italia, con 0,9 y la igualan países como Alemania.

En España, los asesinatos de hombres registraron una tasa del 1,1 y los de mujeres de 0,5 asesinatos por cada 100 mil habitantes.

De los derechos humanos a los deberes de la humanidad

Carlos de la Rosa de la Vega - www.7dias.com.do / Rebelión / Isla mía.- Él dijo: “Actúa de un modo tal que los efectos de tu acción en el mundo sean compatibles con la permanencia de la vida humana en la tierra”. Y la vida nos condenó, con la fuerza de un mundo, a mirarla de frente.

Con su frase Hans Jonas nos coloca una mina debajo de cada pie. A cada paso una revelación: existe una trinchera, existe un pasar de los días al otro lado de la trinchera. Quizá de forma no muy diferente a como pasan aquí. O tal vez sí. Pero a ambos lados limpiamos las botas de un cieno común. La visión es clara. El despertar incómodo. Pero ¿por qué?

Durante años la fiebre por los derechos humanos nos permitió aglutinar en torno a un mismo “corpus” discursivo una multiplicidad de acciones previamente desconectadas entre sí. El árbol del sistema no daba los frutos esperados. El mecanismo de goteo por el que se nos administraba, desde lejanas instituciones y opacas, nuestra porción recomendada de bienestar, dejaba un reguero siempre previsiblemente insuficiente. En diferentes medidas, todos lo sufrimos. Esto posibilitó que las diferentes prácticas configuradoras de un nuevo marco de dignidad no quedaran huérfanas de blanco. Los derechos humanos actuaron como fuerza motriz a la que vez que como mito teleológico de cualquier proceso contemporáneo de transformación social. Los seres humanos estábamos llamados a abandonar los viejos estados de dominio y discriminación, propios de la época del bestialismo. Como el rodar icónico de un ovillo, los derechos humanos se nos fueron descubriendo, siglo a siglo, milenio a milenio, a través de un fatigoso pasado siempre demasiado cruel hasta llegar al actual reino de luz; gracias a nuestro natural espíritu explorador, los seres humanos conquistamos el actual estado de civilización. Gracias a Dios, ahora somos libres.

Pero la fiesta pronto se tornó incómoda. Los derechos humanos no habían dejado atrás su herencia etnocéntrica crónica. Y ésta beneficiaba las demandas de consumo de bienes y servicios a la carta antes que la creación de un marco de suficiencia que hiciera imposible el malestar de la escasez. Irritante. Los derechos humanos ejercían un rol predeterminado en la estructura del sistema ideológico capitalista: la orientación de éstos al consumo de cada vez mayores y nuevos derechos (los bienes y servicios ofertados por el estado) aumentaban felizmente la tasa de ganancia ideológica del sistema al que, presuntamente, buscaba derrocar, fortaleciéndolo. Cada nuevo derecho exigido, reivindicado y conseguido alejaba un poco más la oportunidad de creación de nuevos marcos de posibilidad, legitimando la supuesta solvencia del sistema. Nuestros sueños se nutrían de un poso inesperado de hojarasca, que nos devoraba. Odiosa, la fiesta. Un posicionamiento, el de los derechos humanos, que pone en el centro del juego político la satisfacción de las necesidades, fortalecía de hecho a un capitalismo renovado que ahogaba a la población en el consumo del éxtasis momentáneo, en las sensaciones individuales infinitas, a modo de narcótico paralizante. Al tiempo que nos negaba la posibilidad de poner el foco en la producción colectiva de abundancia (ausencia de escasez), destinado a la propia colectividad. Repugnante.

El otro, es la mina. Las dinámicas de transformación social no exigen el reconocimiento de todas las partes en plano de igualdad, en base a alguna forma de virtuosismo moral. La Observación General 12 aprobada por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas el 12 de mayo de 1995 estipula cuatro tipos de obligaciones de los estados, trasladables a cualquier agrupación humana. La propia identificación con la realidad común descubre innecesario cualquier tipo de acercamiento al cooperativismo bienintencionado. Respetar el acceso tradicional de la población a sus recursos, evitando desarrollar medidas que imposibiliten dicho acceso; proteger a la población frente a posibles amenazas a su bienestar; facilitar el acceso y la utilización por parte de la población de los recursos que aseguren sus medios de vida iniciando las actividades necesarias para ello; proveer, a aquellos grupos que no puedan hacerlo por sí mismo, de los recursos necesarios para la salvaguarda de su seguridad.

La trinchera, es el otro. La grieta en la piel nos sorprendió a todos, y la distancia nos pareció insalvable. Lo leíamos cada día en los periódicos. Pero desenmascarar el yo plural en los significados de identidad social redimensiona los procesos de anclaje, a la vez que nos permite abrir nuevos mundos de posibilidad. Darnos permiso a nosotros mismos a ser. Thomas Pogge recomienda uno más: el deber de no colaborar con el diseño o la imposición de cualquier medida que, directa o indirectamente, tienda al daño previsible y evitable de cualquier población. El deber como derecho. El plural tras lo aparente singular. La pretensión de colaboración nos oculta a nosotros mismos. “El individuo es una categoría relacional”, Marina Garcés. Lo es ya, aquí y siempre, sin ilusión de voluntad. “El compromiso empieza en el hecho de reconocer que ya vivimos implicadas”. Otra corriente nos arrastra. Ésta sin intención alguna de consumirnos. Al contrario, nos engrandece. Nos multiplica. “Entonces el compromiso no sería tanto una elección como un descubrirse comprometida”. El cieno y la bota. Todo.

Todo acto humano es un acto de humanidad. Más: todo acto humano es un acto configurador de humanidad. Sustituir el consumo masivo de derechos concretos por el interés en la producción de condiciones de vida tendentes a la seguridad y el bienestar humanos, fin último de los deberes de la humanidad, supone una serie de consecuencias que no conviene pasar por alto:

1. Relocaliza el protagonismo político del sujeto-ciudadano (que puede ser individual o colectivo, en la abstracción de ciudadanía, pero que siempre prevé la exclusión: menores de edad, extranjeros, desempleadas, reclusos, desposeídas, analfabetas, minorías étnicas, desinformados quedan irremediablemente fuera de la arena política, zarandeados como muñecos de peluche por los acontecimientos históricos y económicos como en las tragedias griegas lo serían por el Destino) al sujeto-pueblo, e incluso al sujeto-humanidad transfronterizo, igualmente abstracto, pero que es siempre y en todo momento un actor colectivo, que une a cada individuo con la suerte de todo el género humano, y viceversa, y que hace saltar por los aires los procesos de inclusión social selectiva en los beneficios del sistema, tan característicos de la clase media occidental, mundialmente privilegiada;

2. Institucionaliza (en el sentido amplio de la palabra) el diálogo social en torno al modelo de humanidad deseado. Todo acto de barbarie es un acto realizado por la humanidad, al igual que todo hecho solidario y de cuidado es un hecho humano. Pero además de esto, y por encima de esto, son hechos normalizadores de posibilidad. Nos dicen: la humanidad puede ser masacrada, es masacrable, o bien, la humanidad es un ente que realiza trabajos de cuidado y mejoría de sí misma y su entorno. Este diálogo desnaturaliza los conflictos, (des)acuerdos y alianzas típicos de la vida en sociedad, mundanizándolos, humanizándolos, y dándonos la posibilidad de concretar qué proyecto de humanidad es el que queremos llevar a cabo, sus características y estrategias de aproximación, con qué fuerzas contamos y en el margen de qué plazos.

3. La aceptación del desarrollo de los deberes de la humanidad tiene la capacidad de desbancar el carácter eminentemente antropocéntrico y excluyente de los derechos humanos. Si cada grupo está preocupado por exigir su propio derecho humano (bienes y servicios) del total del pastel, ¿qué ocurre, en primer lugar, con aquellos que no tienen la capacidad real (igualdad material) de hacer llegar sus legítimas demandas (igualdad formal) a los centros de poder o/y decisión, en tanto que grupos humanos excluidos? Es decir, ¿qué pasa con las condiciones de vida dignas de las tres cuartas partes de la población mundial? Y segundo, ¿quién o qué defiende o representa la conservación de la naturaleza y el bienestar de los animales? Estos “sujetos”, estructuras primordiales del contexto de la vida, no pueden exigir nada, presentar resolución alguna a cualquiera de las muchas comisiones de las Naciones Unidas, ni escribir artículos periodísticos para crear opinión pública, ni organizar manifestaciones ni hacer huelgas de hambre para presionar a las instancias gubernamentales. Los deberes de la humanidad y con la humanidad, en su fórmula, no de recibir y consumir bienes y servicios, sino de producir bienestar, dando y dándose, creando espacios comunes de dignidad, no atomizados, neutralizan de hecho estas situaciones.

La relación jerárquica de los centros de poder con los grupos “en riesgo de exclusión social”; el apoyo meramente caritativo y generalmente interesado desde los países enriquecidos hacia la inmensa masa de población empobrecida; la situación de desamparo del llamado “cuarto mundo” (la cada vez mayor población que sobrevive en situación de inseguridad vital, precariedad y pobreza en los países industrializados del “primer mundo”), son realidades a las que los derechos humanos, y los miles de activistas, organizaciones y normativas internacionales que los defienden, han sido y siguen siendo incapaces de dar respuesta.

Anclados en la defensa de los derechos humanos seguiremos caminando todos juntos en soledad por los mismos errores. Creando ficciones sin otros. Confundiendo voluntades. Reposicionarnos en la potencialidad de los deberes supone unir las fuerzas creativas de la humanidad en la producción de un único marco de suficiencia, que nos abrigue a todos por igual, como actualmente nos asfixia desigualmente el de la demencia. Vivir en los otros desterra la ilusión de vivir con los otros. Alzar la mirada nos territorializa. Pisar la mina, saltar por los aires nos insufla consciencia, capacidad de un mundo sin esperar al cuándo. Que se hundan las viejas cegueras y fraudulentas. Que se aparten las sucias proclamas de barbarie. Ya se siente la vida aproximarse con su fuerza. Que comience todo. Que comience todo.

Derechos humanos y exclusión social

María Castillo - La República.es / Isla mía.- El próximo 10 de Diciembre se celebra 66 años desde que la Asamblea de la Naciones Unidas firmara la Declaración de los Derechos Humanos.Hoy día sigue siendo un asunto pendiente de máxima gravedad social, incluso en los países que se hacen llamar “desarrollados”.

La situación de emergencia social que sufre España por ejemplo, con los falta de medidas urgentes por parte de sus gobernantes para frenar esta epidemia de paro, pobreza, desahucios, y sufrimiento en las clases populares, da una idea del nivel de incumplimiento de esta declaración por parte del poder político y económico que representan los gobiernos nacionales.

Algo tan vergonzoso como dejar que la exclusión social y la pobreza, no solo siga sin solucionarse, sino que lejos de ello, siga aumentando, debería ser motivo mas que suficiente para declarar a un gobierno “ilegitimo e inmoral para continuar gobernando” POR FRAUDE POLITICO Y SOCIAL , por el abandono institucional consciente al que tiene sometido a la mayoría social, y por sus políticas de recortes y maltrato a las clases populares, con el consecuente drama social que ello supone para la mayoría social.

Para muestra, un botón: La realidad social de Granada:

El 33, 3 % de la población en granada, vive en situación de pobreza, al disponer de menos de 500 euros al mes. El Andalucía, un 30,5 % de la población, 2,5 millones y medio de personas, se encuentran en situación de pobreza, de ellos 300.000 padecen pobreza severa. La edad media de las personas sin recursos ronda los 30 años, aunque existe un repunte en las personas de mas 65, en dependientes y personas con discapacidad y en las mujeres.

En Granada estos índices de pobreza, adquieren una mayor crudeza en área como Zona Norte, se trata de zonas donde los índices de desarrollo social son muy bajos, y donde la articulación de las políticas sociales desarrolladas tanto pos administraciones publicas como por la iniciativa privada (Organizaciones sociales) no han dado los resultados esperados.

En la provincia, también existen zonas donde la exclusión social es más patente, las tasa de pobreza, los procesos de exclusión, van vinculados a grupos sociales vulnerables, pero los procesos de incidencia de la pobreza y la exclusión, va adquiriendo una perspectiva mucho más homogénea, que va dibujando un perfil con el doloroso rostro de los parados de larga duración, de las mujeres con cargas familiares, de los trabajadores y trabajadores en precario, donde factores como el desempleo o la falta de medidas de atención, prevención y promoción social, van, creando a marchas agigantadas una mayoría social empobrecida, que con gran crudeza, se ven abocados a un proceso acelerado de exclusión social.

En este contexto social, son los abuelos, en muchos de los casos los que con sus escasa pensiones amortiguan esta caída en picado hacia la exclusión. En la provincia las redes familiares y en menor medida las sociales y las de tipo informal, también son amortiguadoras de estos procesos de exclusión. En España, el riesgo de pobreza entre los niños menores de 18 años se situó en 2012 en el 30 %, casi nueve puntos por encima de la media de la UE, que estuvo en el 21,4 %, según datos de 2013 de Eurostat. Cuanto más pobres son las personas atendidas, más pobres son los recursos para atenderlas, el 40% de las personas que logran salir de la pobreza lo hacen por sus propios medios, (sin ayuda pública institucional o privada) el número de personas sin hogar en España ronda las 40.000 personas, un millón y medio de familias viven en infraviviendas.

Educación y pobreza, relacionados.

Un informe de Caritas de 2014, alerta de que España tiene la mayor tasa de abandono escolar prematuro de la UE, un 24,9% frente a un 12,7% de media europea en 2012. Aunque entre 2009 y 2012 se produjo un descenso del abandono escolar prematuro, éste sigue siendo un problema importante, especialmente en algunas regiones como Andalucía, donde la tasa es superior al 30%.

El dato es alarmante si se tiene en cuenta que la educación se postula como el sistema capaz de combatir la transmisión intergeneracional de la pobreza. Estas cifras sitúan a España, junto con Rumanía, a la cabeza de los países con mayor índice de pobreza infantil, seguidos por Bulgaria y Grecia, en tercer y cuarto lugar respectivamente. “La gente más vulnerable es la que está pagando las consecuencias de la crisis”, Las políticas de austeridad están afectando a los colectivos más vulnerables de nuestra sociedad, y entre ellos, las personas migrantes y las minorías étnicas son las victimas mas brutales, Invisibles en nuestra sociedad.

Se hace más que urgente la puesta en marcha de medidas concretas de responsabilidad pública, donde la gente organizada en los diferentes frentes de lucha lideren los procesos de ruptura con este régimen inhumano, para dar paso a un nuevo escenario donde sea la mayoría social la protagonista del cambio hacia un modelo político centrado en las personas y sus necesidades, Algunas consideraciones:

La confluencia política y programática en torno a la Resistencia de las políticas de ajuste por parte de los poderes económicos es muy importante. El impulso de Redes de Organizaciones que trabajen en el ámbito de la lucha de los derechos sociales, a nivel provincial, autonómico y estatal.

Es vital seguir impulsando la puesta en marcha de políticas y procesos que supongan avanzar en la articulación de redes ciudadanas como motor de cambio para una sociedad libre, emancipada y organizada, con el objetivo de alcanzar mayores cotas de justicia social, de forma participada con los distintos actores sociales (organizaciones, entidades, movimientos políticos y sociales, etc, desde los ámbitos mas cercanos (barrio, municipio, etc).

Considerar el empoderamiento de la ciudadanía, de la sociedad civil organizada y no organizada, la construcción del poder popular como vía para desbancar los modelos tradicionales basados en el paternalismo de estado que desarrollan las redes clientelares en instituciones, y muchas organizaciones que actúan en el ámbito social.

Desde los ámbitos institucionales donde tengamos representación, es necesario seguir estableciendo medidas (planes autonómicos y municipales, leyes sectoriales, etc) que consigan por mandato legal la construcción de un sistema público de protección social eficaz, que avance hacia la transformación social.

El poder del municipalismo, como contexto más próximo y natural, los ayuntamientos deben ser protagonistas del cambio, y deben tener un poder autentico, para erradicar las situaciones de pobreza y evitar los procesos de exclusión en su territorio (experiencias como las redes de solidaridad alimentaria, de ayuda mutua, etc)

Trabajar desde los espacios unitarios de lucha (asociaciones, organizaciones sociales, etc) para dotar al pueblo de una soberanía real, mediante procesos donde la voluntad de este pueblo sea la que valga, en una marco de intercambio y complicidad entre poder popular, organizaciones civiles y administraciones publicas.

El impulso de la democracia participativa con acciones concretas como los presupuestos participativos, las consultas populares, la revocación de cargos, etc Los procesos de autogestión son un ejemplo de formulas que dan resultado para encarar las consecuencias sociales de la crisis.

La economía social, la cooperativización , las empresas de inserción, etc, son formulas que dan resultado, hoy en día estos modelos económicos de carácter social son los únicos que no ha sufrido los efectos de la estafa mundial (crisis) y son las únicas formulas que basan su acción en al ámbito social, frente a las empresas capitalistas que solo buscan aumentar sus beneficios a costa de los que sea, la economía social priorizan el concepto humano por encima de cualquier otro objetivo. Su impulso, hoy más que nunca se hace muy necesario. Las entidades sociales en defensa de los derechos sociales y humanos, de lucha contra la pobreza,..etc deberán estar armonizadas en el búsqueda de este objetivo.

Apostar por lo público, promoviendo políticas de transformación social reales e integrales tanto en colectivos vulnerables o en desventaja social, como en la ciudadanía es su conjunto, debido a la aceleración de estos procesos de esclusa en toda la sociedad.

La apuesta social y pública por los procesos de desarrollo comunitario integrales, que incidan en todas las áreas sociales, educativas, laborales, etc, participados siempre y que tenga su razón de ser en la propia comunidad, barrio, pueblo, en toda la provincia con las entidades comprometidas a un proyecto integral de cambio radical.

El activismo social y político, es un medio para hacer posible los cambios y mejoras en la vida colectiva de la población, de un territorio, de una comunidad. Es un medio para la transformación social. La participación activa y consciente de la ciudadanía, es un elemento clave de futuro, que empodera a la sociedad, para pasar de la participación social a la ciudadana y poder modificar esta realidad a la que nos intentan condenar.

Mandela solía decir… 
“Lo que cuenta en la vida no es el mero hecho de haber vivido. Son los cambios que hemos provocado en las vidas de los demás lo que determina el significado de la nuestra”.

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