La puesta en práctica de la medida en el territorio ha venido a materializar un viejo anhelo de las fuerzas productivas que antes, en la mayoría de los casos, no recibían los recursos asignados en tiempo ni la cantidad que necesitaban

Arianna Ceballo González - Granma.- La imposibilidad de adquirir la cantidad de insumos y equipamientos agrícolas necesarios en el momento oportuno ha sido una dificultad señalada por los productores desde hace mucho tiempo. En ese sentido, la política aprobada con carácter experimental en el Municipio Especial Isla de la Juventud —vigente desde el 2 de junio del 2014— ha venido a materializar un viejo anhelo de las diferentes formas productivas, que antes dependían de la asignación de los recursos mediante el “paquete tecnológico”, el cual, en la mayoría de los casos, no llegaba en tiempo ni cubría la demanda requerida.


La aplicación de la medida persigue facilitar el acceso directo de la base productiva agropecuaria, incluyendo los agricultores pequeños, a los recursos precisados y a la prestación de servicios técnicos especializados. De esta forma, desde hace más de cinco meses, en la Isla de la Juventud se comercializan dichos insumos de forma liberada y a precios sin subsidios, a través de tres establecimientos creados en los principales centros poblacionales del territorio. Hasta el 20 de octubre las ventas totales acumuladas ascendían a más de 17 millones de pesos (CUP), según se especifica en un informe elaborado por el Grupo Empresarial de Logística del Ministerio de la Agri­cultura (Gelma).

Entre los principales recursos vendidos se encuentran piensos de todo tipo (aproximadamente 2 000 toneladas mensuales), machetes, limas, botas y ropa de trabajo, alambre de púa, sacos, cajas, neumáticos y baterías.

Juan Enrique Hernández Trocones, director de la empresa de logística en la Isla de la Juventud al paso de esta periodista por el territorio, precisó que, sin embargo, existen otros insumos que no han tenido la respuesta necesaria. “Se ha señalado la falta de piezas de tractores e implementos; de antibióticos y vitaminas; y de herraduras; cuya producción vamos a iniciar próximamente en nuestro territorio.

“La experiencia hasta hoy es positiva, alegó, tenemos en nuestros almacenes los recursos fundamentales para enfrentar la campaña productiva”.

Las personas entrevistadas afirmaron que, en efecto, los cambios después de la puesta en práctica del experimento son notables. “Antes comenzábamos el año prácticamente sin neumáticos para los tractores, explica Tomás Betancourt López, director de la Empresa Agroindustrial Jesús Montané; hay un grupo de elementos que inciden en el proceso productivo y que hasta hace poco llegaban por los famosos paquetes tecnológicos, como los químicos, por ejemplo.

Muchos no venían en el momento adecuado y esto limitaba los resultados, porque los productos deben aplicarse a los cultivos cuando estos lo necesitan, no puede ser cuando nos lleguen”.

“Los insumos se concentraban en los productores que tenían la producción contratada por el Estado y que poseían grandes extensiones de tierra, indica Maritza Hernández, miembro del Buró del Partido que atiende la agricultura en el municipio. En las pequeñas áreas no había aseguramiento de recursos, sin embargo, ahora en las tiendas todos pueden comprar”.

“El experimento no diferencia al sector estatal del no estatal, a los dos se les vende al mismo precio, resalta Alberto Rives, productor asociado a la Cooperativa de Crédito y Servicios (CCS) Conrado Benítez. Si no tengo para comprar determinado producto porque el dinero no me alcanzó, no puedo, pero está ahí, cuando tenga con qué, vengo a buscarlo”.

¿MARGEN A LA ILEGALIDAD?

En la Gaceta Oficial Extraordinaria No. 26 —la cual establece las normativas que respaldan la aplicación de esta política— se precisa que los insumos, equipamientos y servicios de uso especializado podrán ser adquiridos tanto por las diferentes formas productivas como por los productores, de manera individual, con la sola presentación del Certificado de Tenedor Inscrito que expide el Registro de Tenencia de la Tierra, que deberá portarse en el momento de la compra.

Específicamente, para la venta de plaguicidas u otros productos químicos, se presentará la certificación o hago constar de la autoridad fitosanitaria correspondiente sobre la nomenclatura y cantidad de recursos que se necesitan para aplicar a los cultivos afectados o en peligro de afectación de plagas. En el caso de los fertilizantes se mostrarán las recomendaciones del departamento de suelos del territorio.

Por otra parte, para comprar algunos medicamentos de uso veterinario es necesario presentar una receta prescrita por un médico veterinario mientras que otros fármacos sí pueden comprarse sin la necesidad de realizar esta operación.

Al anunciarse la nueva medida, diversos comentarios de los usuarios de la versión digital del periódico Granma, reflejaban preocupación ante la posibilidad de que la venta liberada de insumos abriera un nuevo margen a la ilegalidad.

Para que ello no ocurra resulta de vital importancia que los centros comerciales puedan seguir abasteciéndose frecuentemente con los insumos más demandados, como bien indica Geovani González, porcinocultor asociado a la CCS Rodolfo Carballosa. “Si todos los productores tienen pienso suficiente ¿quién va a comprar 20 toneladas si tiene pocos cerdos, qué hará con ellas? Es dinero que gasta por un recurso que se echa a perder muy rápido”, expresó.

Al respecto, el vicepresidente de la misma CCS, Raúl Garcés, comenta que “los productos son liberados, pero yo como base productiva sé la cantidad de pienso que consumen mis asociados en el mes y sobre esa cantidad facturo la cantidad de recursos”.

Juan Enrique Hernández Trocones llamó la atención sobre otra incidencia. “En la Isla existen muchas cochiqueras públicas o colectivas, que no pertenecen ni al sector estatal ni a los campesinos. Hay personas que crían sus puercos para cubrir determinados gastos.

“Ese hombre que cría puercos de esa forma no es poseedor de tierra, por lo tanto, no puede comprar en las tiendas. La idea es que los mantenga con sancocho. Al inicio del experimento, aunque ha disminuido, muchos que sí son tenedores le vendían a los que no lo son”.

ALGUNAS RECOMENDACIONES

Al referirse al nuevo procedimiento aplicado en la comercialización de los insumos, algunos entrevistados como el productor Yanier Escobar, asociado a la CCS Rodolfo Carballosa, señalan que ahora se les hace un poco más engorrosa “la obtención de algunos medicamentos de uso veterinario, pues hay que salir a buscar quien te haga una receta.

“Nosotros hacíamos contratos con Labiofam, explica Raúl Garcés, y los productores nos decían la necesidad de medicamentos que tenían los animales en un periodo de tiempo determinado. Pienso que eso se puede garantizar con la tienda, pero a través de un contrato.

“Ahora Labiofam se lo vende a Gelma, y esta lo trae aquí de forma liberada y se nos hace un poco difícil porque todo el que pueda comprarlo lo hace y no hay una planificación para aquellos que tienen convenios de porcino con el Estado”.

Otros productores como Lenuel Reyes, de la unidad básica de producción cooperativa (UBPC) Camilo Cienfuegos, expresaron su inquietud con respecto a las grandes colas que se hacen en el centro comercial Gerona para obtener los recursos, algunos de los cuales —el pienso, por ejemplo— han presentado una ligera inestabilidad.

“Yo tengo un convenio con Porcino, las producciones de carne están contratadas con el Estado, pero si les pasa algo a los animales, pierdo dinero yo. Entonces creo que deberían priorizar a los productores que tengan convenios de los demás campesinos que no, porque ahora mismo aquí no hay pienso para los animales y la dependienta me dice que no sabe cuándo va a entrar. Las colas que se forman duran el día entero y todo es por la misma cosa: el pienso.

“Y eso tampoco debería ser así. ¡El que viene a comprar una lima tiene que hacer una cooola! Para obtener el pienso debería hacerse una cola independiente, porque eso es lo que más demanda tiene. Durante meses no hubo bache con ese producto, pero ya se han dado algunos casitos en los últimos días”, añadió Lenuel.

El delegado del Minag en el territorio, Antonio Joaquín Pernas, corroboró que precisamente el pienso es uno de los productos “que más presiona, por el alto consumo que tiene. Hay que reconocer el esfuerzo que ha hecho el país para que no falte. No hemos logrado tener los 30 días de cobertura pero casi siempre sí tenemos garantizados los primeros 15 días para empezar el mes”. A ello se suman, las dificultades que a veces presenta el municipio en cuanto a la trasportación, debido a su condición de isla.

El experimento prevé mantener una cobertura de 30 días de pienso de forma permanente. Su incumplimiento por parte de las entidades proveedoras ha motivado estos “baches” en la disponibilidad.

DE COSTOS Y UTILIDADES

El precio de los insumos en los tres establecimientos de Gelma es uno de los temas que más opiniones suscita entre los productores. La mayoría de ellos manifiestan que el costo de algunos fertilizantes, medicamentos, plaguicidas, herbicidas, chapeadoras y determinadas semillas, resulta algo elevado, mientras que otros como limas, machetes, botas y mochilas para fumigar, se encuentran bastante baratos.

“Es verdad que hay fertilizantes que están un poco caros, reconoce Antonio Joaquín Pernas, pero están diez veces más baratos que como se compraban antes en el mercado ilegal”.

El productor Francisco Hernández, de la CCS Rodolfo Carballosa, opina que le parecen bastante bien los precios de los insumos, aunque hay algunos muy puntuales como las semillas, que sí están algo sobrevaluados. “El fertilizante está un poquito alto también pero pudiera mantenerse así, solo hay que tratar de elevar los rendimientos para que el cultivo sea rentable”.

Los principales insumos que Juan Lafita —asociado a la CCS Rodolfo Carballosa— requiere para desarrollar su producción son los fertilizantes, herbicidas, fungicidas… A pesar de que su finca solo tiene una hectárea (ha) de extensión, ha sido reconocido en varias ocasiones por entregar más plátanos burros que otras personas con áreas mayores que la suya.

“Los recursos fundamentales están caros. Los fertilizantes son un ejemplo. Hay que destinar 150 pesos para comprar un saquito de fórmula completa que antes costaba 40 y tantos, y que en un pedacito de tierra se te va. Si se quiere que haya mayor producción de cultivos varios en el país, creo que es mejor subirle el precio a otras cosas que están más baratas, ir buscando un equilibrio, y poner el fertilizante más bajo para que el productor pueda comprarlo, porque hay quienes son casi millonarios pero hay otros que no. Y en la Isla sin fertilizantes no se produce”, aseguró Lafita.

Al respecto, Roberto Villamonte, director técnico-productivo de la Empresa Agroindustrial Comandante Jesús Montané Oropesa, explica que realmente “los suelos de la Isla no son buenos en cuanto a fertilización y tienen bajos contenidos de materia orgánica. Los suelos donde siembran fundamentalmente los campesinos son arenosos, pero con la aplicación de fertilizantes dan buena respuesta”.

No obstante, el subdelegado de desarrollo técnico y productivo de la Agricultura en el territorio, Roberto Menéndez, advierte que mientras en otros lugares del país se aplica determinada dosis, en el municipio especial debe emplearse casi el doble para obtener la misma producción.

Silvio Gutiérrez, director de Agroindustria del Ministerio de Finanzas y Precios, explica a Granma que “el precio de los insumos no puede establecerse por las condiciones de la tierra de cada territorio, porque puede no cubrir los costos de su compra y perderían las empresas comercializadoras.

“Ahora, cuando se establece el precio de acopio —al que el Estado compra a los campesinos— para los diferentes productos, entonces debe considerarse cuál de las tierras es la peor y teniendo eso como referencia se pone el precio de venta. Es decir, para el experimento se consideraron las peores condiciones de producción. Es verdad que, por ejemplo, en Artemisa y Mayabeque van a ganar más dinero por cultivos como el frijol, pero la gente de la Isla cubre su utilidad con esos fertilizantes a ese precio. Allí hay mejores tierras para otros cultivos. Está contemplado que los productores tengan de un 30 a un 50 % de utilidad sobre los costos”.

No obstante, Gutiérrez indicó que los precios de algunos insumos serán revisados más adelante.

Por otra parte, alega que “en el municipio se crearon condiciones con el Banco para que se le otorguen créditos a los productores que los necesitan. Se capitalizaron todas las cooperativas agropecuarias para que pudieran enfrentar el proceso y se les condonaron las deudas financieras. También se hizo un saneamiento financiero en las empresas”, expresó.

Gutiérrez destaca que en la Isla se incrementó el precio de acopio para las principales producciones (como frijol, leche, carne de cerdo, carne de res, arroz…), debido al aumento de los costos para los productores. Los precios que no aparecen fijados en la Resolución 226 de la Gaceta número 26, se establecen por acuerdo entre el Estado y los productores.

“Los precios de acopio, comentó el funcionario, tienen que ser estimulantes para los productores, deben reconocer los costos y tener utilidades que permitan reanudar su proceso de producción por el ingreso que están obteniendo”.

“A mí no me afecta que los insumos no estén subsidiados, afirmó el productor Yanier Escobar. El precio al que me compran la carne compensa el que tiene el pienso. Ahora, si se muere el lechón, que antes esos gastos los cubría Porcino, todos esos gastos sí salen ahora de mi bolsillo, por eso hay que ser más cuidadosos a la hora de hacer la inversión”.

Paralelamente al incremento del precio de acopio, se produjo un aumento de los subsidios a las empresas en las producciones que resultan más sensibles para la población, de acuerdo con lo expresado por Gutiérrez. “La leche, por ejemplo, que ahora la empresa se la compra al productor a cinco pesos el litro, se sigue vendiendo a 0,25 a la población que la reciba. Esa diferencia de 4,75 pesos la paga el Estado a la empresa. Y así ocurre con otros renglones como la carne de cerdo, la carne de res, el arroz… Se estima que los precios de los insumos cubren parte del incremento de los subsidios que el Estado tiene que dar”.

ANALIZAR Y RECTIFICAR

Luego de considerar disímiles opiniones acerca del comportamiento de la venta de insumos, se tomó la decisión de aprobar la Resolución 500 del Ministerio de Finanzas y Precios, la cual modifica algunos elementos de las resoluciones 225 y 226 —establecidas en la Gaceta Extraordinaria No. 26—, en aras de continuar perfeccionando la aplicación del experimento.

En primer lugar, explica Silvio Gutiérrez, se define un precio para el ganado bovino en pie (vacuno y bufalino) que debe contribuir a estimular la producción de carne de res con más peso.

“El precio no sube, pero se hace una distribución por categorías, estimulando que el ganado de mejor peso tenga un precio mayor y el de peor calidad, uno menor. Antes se puso el mismo precio para todo el ganado, que era 13 pesos.

“Por otra parte, el precio fijado para los bioproductos nacionales —que resultaban demasiado elevados— ahora se forma de acuerdo con el margen comercial de Gelma (8 %) y al precio al que esta empresa los compra al Grupo Empresarial Labiofam. Antes Gelma establecía el monto final teniendo en cuenta también el impuesto de la ONAT del 60 % sobre las ventas. Ese gravamen se elimina en el caso de los bioproductos”.

Gutiérrez indica que con respecto a los demás insumos, el impuesto de la ONAT se redujo a un 45 %. Ello no incidirá en el precio minorista, la reducción del impuesto es para que Gelma, que estaba presentando pérdidas, pueda tener utilidades.

En la Resolución 500 también se faculta a Gelma, para en caso de que algún producto aumente su costo, puedan aumentar el precio al que se comercializa.

LOS PRIMEROS RESULTADOS

De acuerdo con funcionarios vinculados a la implementación de la nueva medida en la Isla de la Juventud, el experimento ha tenido un impacto positivo en los principales renglones de producción, aunque los resultados en la obtención de algunas viandas, granos y vegetales —productos muy sensibles para la población—, todavía no son los mejores. Con la nueva resolución que se puso en práctica y que establece otros precios para algunos productos biológicos —cuyos costos causaban inquietud entre los productores—, estos cultivos deben alcanzar mejores indicadores, señalan.

En ese sentido, Antonio Joaquín Pernas destaca que “en el caso de las hortalizas a partir de este año comenzamos a cubrir la demanda de la población pero con la producción de viandas, por ejemplo, no podemos autoabastecernos. Vamos a llegar este año con un esfuerzo grande a cubrir alrededor de 5 000 toneladas y necesitamos 8 000.

“En el frijol cubrimos este año la entrega al balance nacional, 350 toneladas que es lo que consume el pueblo de la Isla a través del consumo normado (libreta de abastecimiento). Solo podemos garantizar el de la canasta básica, aquí no hay venta de frijol liberada. Para el año que viene vamos a tener un crecimiento. De acuerdo con el programa de desarrollo integral de la Agricultura, dentro de unos años (2020) se prevé que lleguemos a 700 toneladas de este grano.

“No obstante, agrega, estamos cumpliendo los indicadores previstos en buena medida porque los recursos han estado en tiempo, gracias al experimento. Entregamos 300 000 litros de leche más que el año anterior, por ejemplo, y cumplimos el plan de 700 toneladas de carne de res, así como la siembra de 90 hectáreas de cítricos. También tenemos un incremento de 400 hectáreas de frijol sembradas con respecto al 2013 y 100 más de tomate.

“Hoy en la parte agrícola el impacto no es tan rápido como en el caso de porcino, explica Tomás Betancourt, director de la Empresa Agroindustrial del territorio, pero sí hay más tierras sembradas. En el caso del tomate, por ejemplo, en la Isla ha habido presencia durante toda esta etapa, a diferencia del calendario anterior, en el cual no tuvimos esa posibilidad y hubo que traerlo de Ciego de Ávila o de otra provincia a altos precios. Hoy la lata de puré que costaba 120 pesos, está a 70 pesos en el mercado. Entonces el pueblo ha visto realmente que el incremento productivo ha influido en los precios de este producto”.

Como bien indica Betancourt, donde mayor impacto ha tenido la nueva forma de comercialización de los insumos es en la crianza y ceba de cerdos. Datos ofrecidos por José Corría, director de la unidad porcina integral Ciro Redondo, perteneciente a la Empresa Ganadera, indican que actualmente los animales están alcanzando mayor peso en el mismo periodo de tiempo, debido a la calidad y cantidad de alimento.

“Un cerdo que en seis meses llegaba a pesar 85 kg, en ese mismo tiempo está alcanzando casi 110. Se está cumpliendo el plan de carne con menos cerdos.

“Los resultados mayores del experimento aún no están, pero en porcino ya se aprecian (aunque esta producción siempre ha sido una de las más estables en el territorio) porque el ciclo de ceba de un cerdo está entre 120 y 150 días. Es decir, se empieza a tener un respaldo productivo en menor tiempo”.

Todo ello ha contribuido a que el plan previsto para el año 2015, de 2 200 toneladas de carne, pueda aumentar a 2 800, cifra que estaba pronosticada para el 2018.

Hasta el 19 de noviembre, informa el funcionario, se ha-bían logrado 2 412 toneladas de carne, lo cual significa un incremento de alrededor de 400 en el plan establecido inicialmente.

El combinado cárnico del territorio está en condiciones de cubrir la demanda de los animales que se envían. Men­sual­mente, el matadero sacrifica alrededor de 2 400 cerdos y hasta 200 reses. “Pero la problemática no está en el sacrificio, manifiesta Juan Manuel Escalona, vicepresidente del Consejo de la Administración Municipal (CAM), sino en la capacidad de refrigeración, en dónde guardarlo. Hay un acuerdo con co­mercio para que la recuperación de un túnel de congelación en el frigorífico sea el paso previo”.

Paralelamente, diversos funcionarios también señalan la necesidad de, mediante el Programa de Desarrollo Integral del municipio, de forma colegiada, darle nuevos aires a la naviera, pues con los crecimientos que se esperan en las diferentes producciones, resultará muy difícil sacarlas del territorio, debido a la compleja situación que hay con la trasportación marítima.

AUMENTA LA PRODUCCIÓN DE CERDO… ¿Y LOS PRECIOS?

En el sector agrícola es muy socorrida la frase de que solo aumentando la producción, podrán bajarse los precios. Aun cuando en la Isla de la Juventud los diferentes cortes de carne de cerdo no sobrepasen los 18 pesos la libra, precio límite que estableció el Consejo de la Administración Municipal para su venta en los mercados, algunos pobladores opinan que podría ser menor.

Para la producción y la cantidad de cerdos que hay actualmente, comenta Manuela Ibáñez, clienta del mercado El Bosque, pienso que debería bajar más el precio.

Es verdad que está muy por debajo de como se consigue en otras provincias, continúa

Miguel Mur, también cliente del recinto, pero todavía está por encima de las posibilidades que tiene el ciudadano que vive con su salario, y más aquí en la Isla, que es muy dependiente de la isla grande y de lo que entre por patanas; la cantidad de dinero que circula no es la misma que en otros lugares.

Con motivo del fin de año y de los resultados productivos del territorio, el Ministerio de Finanzas y Precios estableció una resolución para el Municipio Especial Isla de la Juventud desde el 15 al 31 de diciembre, mediante la cual los diferentes cortes de carne de cerdo no sobrepasaban los 16 pesos.

A casi seis meses de implementada la política, es innegable que para la gran mayoría de los productores pineros el experimento ha redundado en mayores posibilidades de adquirir los insumos en el momento oportuno. Corresponde ahora, cuidar de que cada uno de los factores que intervienen en su aplicación estén respaldados, en aras de que la venta liberada de los principales insumos agrícolas pueda mantenerse de forma estable y se tomen las medidas necesarias para cerrar las brechas al delito. Todo ello deberá contribuir a lograr mayor impacto en la producción de alimentos y por consiguiente, mayor acceso de la población a ellos.

Resulta acertado que después de estos primeros meses se haya modificado el precio de los bioproductos, tan necesarios para fomentar la agroecología. No obstante, en los productores del territorio aun se aprecia gran desconocimiento sobre las ventajas y formas de empleo de dichos recursos.

Paralelamente a todos los elementos que deben irse perfeccionando, hay que prestar especial atención al desarrollo de la transportación marítima en el territorio, factor que en el futuro debe contribuir a que un beneficio no se convierta en un problema.

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