Lissett Izquierdo Ferrer - Cuba Contemporánea.- Hace casi cuatro años la nueva brújula de la economía cubana reorientó el rumbo hacia un escenario de cambios profundos, conceptuales y estructurales. Una de las trasformaciones significativas resulta el impulso a formas de gestión bien distintas a las convencionales empresas estatales. Así, crecen hoy en Cuba, aunque con cautela, cooperativas de nuevo tipo fuera del sector agropecuario.


De acuerdo con datos oficiales, se han aprobado 498, de las cuales 347 estaban ya constituidas, principalmente en la gastronomía, el comercio minorista de productos agropecuarios, la construcción y los servicios personales y técnicos. El 73% de las autorizadas se concentran en La Habana, Artemisa y Matanzas.

Según la literatura, las cooperativas son empresas controladas democráticamente por sus asociados. Son, por tanto, una de las tantas formas de autogestión empresarial. Se consideran también entre los más importantes actores de la economía solidaria o social.

De hecho, para Marx el modo de producción socialista se caracterizaba por “productores libremente asociados unidos por un plan”, mientras que para Lenin el socialismo era esencialmente una sociedad de “cooperativistas cultos”.

La historia registra la creación de la primera cooperativa en 1884, cuando 28 obreros textiles abrieron en la localidad de Rochdale, en Inglaterra, un establecimiento para facilitar el acceso a alimentos. A partir de este momento se evidenció un auge de ese movimiento, el cual tuvo un mayor repunte tras la fundación en 1895 de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) en Europa.

Lejos de ser una panacea aplicable a todas las actividades económicas o grupos de personas, las cooperativas son sin duda una herramienta útil y de crucial importancia para inyectar dinamismo y eficiencia en determinadas acciones productivas y de servicios.

De ello da cuenta la Cooperativa Reconstructora de Vehículos (CRV), que con solo un año y ocho meses de vida ya posee resultados apreciables en su gestión, con utilidades muy por encima de las percibidas cuando era una unidad básica de la Empresa de Servicios de Automotores de La Habana, en Vía Blanca, municipio del Cerro.

De forma “inducida”, por decisión del Ministerio de Transporte, nació el primero de julio de 2013 esta asociación. “Nosotros no teníamos pérdidas, funcionábamos relativamente bien, con una favorable administración empresarial. No obstante, al poner la gestión en nuestras manos, los rendimientos han sido superiores. Puedo afirmar que somos, incluso, cuatro veces más productivos que antes”, comentó a Cuba Contemporánea Marcelo González, presidente de esa emergente cooperativa.

Entre las causas de tal eficiencia sobresale una filosofía incuestionable: mayores entradas al bolsillo, mejor motivación hacia el trabajo. “Ahora no hay salario, todos saben que cuánto más productivos seamos, más ganancias se reparten, luego de pagar los impuestos y crear las reservas. Los trabajadores cobraban antes 2 500 CUP mensuales, de acuerdo con los resultados; actualmente adquieren como anticipo casi 10 mil pesos”, precisó el Ingeniero Industrial.

Dedicada a la chapistería, pintura, tapicería general y otros servicios complementarios, la CRV comenzó sus labores con 46 socios. En estos momentos agrupa a 76 y, a partir de la acelerada demanda de los servicios ya prevén sumar a otros 20 miembros antes de finalizar el presente calendario.

Para Marcelo, las cooperativas son también empresas, aunque con un funcionamiento diferente a las estatales y privadas. “La empresa estatal se gestiona por directivos, la privada por decisiones particulares de un emprendedor; en cambio, las cooperativas lo hacen por voluntad de sus socios. Una dirección participativa, democrática y colectiva”.

Desde su corta experiencia como cooperativista, se atreve a asegurar que en el desempeño efectivo de estas organizaciones repercute sobremanera el hecho de que los trabajadores se consideren dueños. “Son asociados libres. De dirigidos pasan a ser autogestionados”.

Con la mira en el mercado

Para mantener buena salud, la CRV posee objetivos bien definidos. Para esta empresa resulta clave brindar servicios de calidad, con plazos de entrega por debajo de la media del sector. Y es que tales exigencias son esenciales cuando se pretenden obtener mejoras continuas en las utilidades y así garantizar la satisfacción de los socios y sus familiares, y también contribuir al bienestar económico de la comunidad.

Determinar clientes potenciales es un ejercicio básico al estudiar el mercado. La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. (ETCSA) sobresale entre los habituales de la CRV. De esta entidad, la cooperativa recuperó en 2014 alrededor de 300 vehículos. Asimismo, además de los pedidos de particulares, ha reconstruido automóviles pertenecientes al sector del turismo y al de salud pública.

Un asunto no menos importante para los 76 asociados a esta cooperativa es la planificación colectiva de las tareas. Ellos ya conformaron, incluso, un diseño de sus proyecciones estratégicas hasta 2017. “Sabemos que nuestra supervivencia depende de la labor en colectivo, de la responsabilidad y las decisiones que adoptemos para preservar la vida de la cooperativa”, dijo Marcelo.

El comportamiento del crecimiento de la economía cubana, las transformaciones empresariales, la evolución tecnológica y las inversiones de capital foráneo figuran entre los asuntos que la CRV considera importante atender en aras de una efectiva inserción en el mercado.

“Hay que identificar cuáles son las fortalezas y debilidades de cara a una competencia que cada vez se hace mayor, a partir del surgimiento de nuevos actores económicos, nacionales y extranjeros”, reconoció.

…Y en los obstáculos

Algunos nubarrones no tardan en llegar a la emergente cooperativa y ensombrecer su gestión. Uno de los problemas persistentes ha sido el relativo al acceso oportuno a los suministros. “Los principales servicios de la CRV necesitan de materias primas importadas. El 95% de los recursos que utilizamos para reconstruir un automóvil proviene del exterior, por su alta calidad”, explicó Marcelo.

Según él, todavía continúan recibiendo esos insumos mediante la empresa importadora del Ministerio de Transporte. “Pero esta entidad no siempre posee el financiamiento disponible para las compras.

Aun cuando el Ministerio ha tratado de cumplir con nuestros pedidos, a partir de las divisas asignadas, las tiempos de las importaciones se han dilatado”.

El punto neurálgico: los aseguramientos no siempre llegan en el momento adecuado para ser utilizados. “A veces perdemos clientes por no contar con esos productos”.

El Estado cubano ha insertado un modelo de gestión que asegura en determinadas actividades un mayor grado de eficiencia y eficacia en la gestión, diferente al sistema tradicional. Pero el encadenamiento causal de eventos hace que cada cambio desate tensiones, nuevas demandas y la necesidad de otros ajustes.

Por ejemplo, que las cooperativas tengan la potestad de realizar importaciones resulta para Marcelo una posibilidad a introducir en la agenda de transformaciones del modelo económico nacional.

¿Por qué una empresa importadora debe escoger el producto y el proveedor? Se cuestiona el presidente de la CRV y argumenta que muchas veces las compras efectuadas no han sido la mejor oferta, incluso, con precios superiores a otras existentes en el mercado internacional. ¿Quién mejor que nosotros para seleccionar los recursos necesarios?, acotó.

Es por ello que insiste en la urgencia de que las cooperativas con volúmenes altos de servicios puedan realizar sus propias importaciones. “Tal facultad permitirá que los procesos productivos fluyan con mucha más rapidez y calidad, para que este modelo siga transitando felizmente”.

Marcelo considera que aunque las cooperativas de nuevo tipo no son la pieza clave para lograr el crecimiento necesario del PIB cubano, sí representan un modelo de gestión empresarial efectivo, capaz de articular intereses individuales, colectivos y sociales. “Una fórmula que no riñe con el socialismo”.

Por cuenta de todos

JR conversa con representantes de las nuevas formas de gestión no estatal que participan en la II Feria de conciliación y aseguramiento. Expocuba está abierta al público

René Tamayo - Juventud Rebelde.- Más de una veintena de representantes de las formas no estatales de gestión —cooperativas no agropecuarias y cuentapropistas— participan en la II Feria de conciliación y aseguramiento para el plan de la economía nacional de 2016.

Es una ronda de negociaciones que desarrollan las empresas del país —unas en calidad de ofertantes y otras de demandantes, o en ambos roles— a fin de contratar entre ellas, dentro de frontera, los principales aseguramientos para los procesos productivos y de servicios que se planifican para el próximo año.

Las formas no estatales de gestión no son el núcleo duro de Feria Plan 2016; sin embargo, su presencia, aunque es pequeña, ratifica la estrategia del país para consolidar e integrar al entramado productivo y de servicios a estos nuevos actores de la economía cubana, que cada día tendrán mayor protagonismo.

La cooperativa no agropecuaria (CNoA*) 2MyR (montaje, mantenimiento —de ahí las dos m— y reparación de carpintería) accedió a la 2da. Feria nacional de La Habana tras ser convocada a participar por el Ministerio de Industrias, organismo al que está vinculada.

El ingeniero Luis Guerra, su presidente, espera que la presencia en Expocuba de 2MyR le permita conocer a nuevos clientes. Sin embargo, su prioridad es lograr que se les abra más el camino para acceder a los suministros.

Fundada en diciembre de 2013, la cooperativa surgió de forma inducida; de una brigada de montaje de la Empresa de Producciones de Aluminio, por lo que sus siete socios tienen más de 20 años de experiencia en el trabajo.

Los suministros son fundamentales para ellos, porque casi el 95 por ciento de lo que emplean es importado; deben satisfacer las exigencias de su principal cliente: instalaciones hoteleras.

A más de un año de inaugurada, el ingeniero Guerra considera que los socios de la cooperativa no cumplieron con la expectativa inicial que tenían, aunque en términos de ingresos y fortalecimiento colectivo les está resultando mejor que cuando trabajaban en el sistema empresarial.

La Feria Plan 2016 puede marcar una diferencia para 2MyR. Aunque no les caerá del aire. Depende de ellos, de la gestión que desplieguen, pero también de las empresas y entidades que están por estos días en Expocuba. Luego de que termine la ronda de negocios, el 31 de marzo, veremos cómo les fue.

El manisero llegó

Don Pedro es una de las marcas de confituras de maní que están posicionando en el mercado trabajadores y trabajadoras por cuenta propia cuyas familias tienen tradición en la faena. Hay varias en provincias. Están resultando muy exitosas.

Pedro Lázaro Cruz León, de 30 años de edad y graduado de Derecho, es uno de esos emprendedores que retomó el oficio de su abuelo. Asentado en Artemisa, laboran con él diez trabajadores contratados, de la familia y de la localidad.

Sus confituras se venden en mercaditos Ideal, del Mincin, en La Habana, Artemisa y Pinar del Río. También está en el turismo, con surtidos en el hotel La Moca, en Las Terrazas.

Nadie lo convocó a participar en la II Feria de conciliación y aseguramiento. «Una amiga me avisó y de inmediato me puse en contacto con el Comité Organizador, hice el contrato y aquí estoy. Ningún problema, todo muy bien, incluso me han permitido vender mis productos, que están teniendo demanda».

—¿Qué espera obtener de esta Feria?

—Vine con la idea de divulgar más nuestra marca y encontrar nuevos clientes para que compren maní Don Pedro de forma mayorista. Ya estoy comercializando con el Estado, pero nos hace falta que más empresas sepan que existimos.

«Hay mucha gente que está haciendo cosas en el país, y espacios como estos son la mejor oportunidad para que se den a conocer, y no solo con las empresas sino también entre las propias cooperativas y entre quienes somos cuentapropistas.

«Pero no solo vinimos a ofertar, sino también a demandar. Maní Don Pedro necesita, por ejemplo, más envases, producimos mantequilla de maní, pero nos es difícil envasarla.

«Estos productos son más interesantes de lo que se piensa. Un día llegó un extranjero y nos compró para llevárselos como suvenir y regalar en su país. Nos decía que siempre el turista se lleva tabaco, ron, pero que el maní hacia una diferencia.

«“Maní por maní... cacahuete”, pudieran decir algunos lectores. Pero no, es maní de Cuba. Sabe diferente, porque la tierra tiene sus particularidades, hay un toque distinto en cada lugar, y, además, es una tradición de la repostería cubana, ni mejor ni peor que otras, solamente distinta».

A todo motor

Creada el 8 de mayo de 2014, la cooperativa Autochapt, ubicada en el reparto Abel Santamaría, Wajay, se especializa en mecánica, electricidad, chapistería, pintura y tapicería de equipos automotores.

Lisbet Alfonso Llanes, contadora de esa CNoA, nos explica que ellos surgieron de la UEB que tenía en la capital la Empresa de Talleres de Cienfuegos. Al inicio eran 44 socios, hoy son 64. La demanda les hizo crecer y ninguno de los fundadores se ha ido, lo cual habla de la viabilidad de la experiencia y la satisfacción por los ingresos entre los socios, argumenta la joven economista.

—¿Cómo les está yendo en la Feria?

—Entre el primer día de inaugurada y la mañana del segundo,  17 empresas se acercaron al pabellón y se mostraron interesadas en nuestros servicios y precios. Eso le puede dar una idea. Veremos al final cómo terminamos.

Criterio experto

Scenius es una cooperativa no agropecuaria especializada en servicios de gestión económica y financiera que decidieron fundar, por propia voluntad, varios expertos en el tema.

El licenciado Alfonso V. Larrea Barroso, su director comercial, nos comenta que llegaron a la Feria a través de la televisión. «Vimos la noticia. Nos comunicamos con el Comité Organizador y todo fue muy bien. Fueron atentos, expeditos.

«Los precios del espacio son módicos y en CUP. Gracias a eso estamos aquí. Consideramos que en otros eventos de este tipo, como ferias especializadas, deberían ofrecerse estas mismas facilidades de pago, porque las nuevas formas de gestión no estatal necesitan interactuar con las entidades del Estado y entre ellas mismas».

—¿Qué esperan obtener de su presencia aquí?

—Nuestros servicios se han dirigido, especialmente, a las formas no estatales de gestión. El acceso al sector estatal se nos ha hecho más difícil, por lo que esperamos una mayor receptividad de su parte. Ya el primer día nos fue muy bien, hubo interés en nuestro trabajo, se generó empatía y hemos conversado con potenciales clientes.

—¿Qué expectativas tienen, en general, de esta ronda de negocios de las entidades económicas asentadas en Cuba?

—Que las CNoA sean tratadas en igualdad de condiciones.

Abierta al público

Las puertas de Expocuba, donde se realiza la II Feria de conciliación y aseguramiento para el plan de la economía nacional de 2016, están abiertas al público a un precio de tres pesos (CUP) para los adultos y uno para los menores de 12 años de edad, de lunes a sábado —el domingo será de descanso.

JR recomienda especialmente a los líderes y demás socios de cooperativas no agropecuarias, sobre todo a las establecidas en la capital —por un simple «problema» de distancia y tiempo—, que visiten el recinto. Sugerimos mirar con detenimiento y hablar en abundancia con representantes de las entidades que participan en la Feria nacional de La Habana, tanto los de empresas como con sus pares, las CNoA que están allí, para «empaparse bien de la cosa».

No olviden que las cooperativas poseen personalidad jurídica propia y tienen el derecho a acceder en condiciones de iguales a bienes y servicios que ofertan otros actores económicos.

Este redactor cree que poco importa que su cooperativa, por algún motivo, no esté acreditada en Feria Plan 2016; nos parece que tienen una excelente oportunidad para, al menos, aprender más y orientarse mejor en dónde está lo que usted necesita o quiénes pudieran ser los que necesitan de usted.

¿CNA o CNoA?

El acrónimo de cooperativa no agropecuaria se maneja entre CNA y CNoA. El primero es el empleado por las mismas cooperativas y por organismos de la Administración Central del Estado, al menos en sus presentaciones públicas. El segundo es el utilizado por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONEI) para referirse a esas organizaciones económicas.

El redactor prefiere CNoA, primero, por la tradición en la formación de nomenclaturas que tiene la ONEI; segundo, porque ese acrónimo, al contrario del otro, es único, nadie más lo tiene, lo cual lo hace singular y muy visual.

Creemos conveniente seguir usándolo, al menos hasta que las partes se pongan de acuerdo entre uno u otro.

Cuba
La Habana, 24 jul (Prensa Latina) La empresa importadora Mesol de la cadena hotelera española Meliá facilitará las operaciones de los hoteles de dicha firma en este país, señaló hoy un comunicado oficial. Ind...
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