Cubaminrex.- Discurso del Embajador Juan Antonio Fernández Palacios, representante de Cuba ante el Consejo Ejecutivo de la UNESCO 196 sesión del Consejo Ejecutivo, 14 de abril de 2015.
Sr. Presidente:
Sra. Directora General:
Corren días complejos para el mundo y la especie humana. Vivimos una época diferente marcada por cambios acelerados, incertidumbres y mayores complejidades.
Los problemas seculares siguen sin resolverse. De hecho, se han agravado como consecuencia de la concomitancia de las crisis económica, social, alimentaria, energética y climática. El desarrollo sostenible parecería una quimera inalcanzable, pero es al mismo tiempo un objetivo irrenunciable.
La paz es condición indispensable para el desarrollo, pero se encuentra bajo continuo ataque por aquellos que sueñan con un nuevo reparto del mundo y recurren al recurso de la guerra, a las sanciones y los bloqueos para alcanzar sus propósitos.
Nuestra rica diversidad está siendo socavada por el extremismo fanático de quienes consideran que sus opciones son las únicas y pretenden imponer una monótona e inaceptable uniformidad. Al propio tiempo parecería ya el momento de repensar en ciertas libertades y también en las responsabilidades que le son consustanciales. Hay que respetar al otro para exigir respeto a uno mismo.
Las estadísticas que ofrecen los organismos y agencias especializadas del sistema de las Naciones Unidas son escalofriantes, cuando ya restan solo algunos meses para confirmar lo que desde mucho antes sabíamos, a saber, que a nivel mundial no se cumplirá con ninguno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Hoy más que antes se precisa un nuevo orden económico, financiero y monetario internacional, donde tengan cabida y prioridad los intereses y necesidades de los países del Sur y de las mayorías, donde no prevalezcan los que impone la concentración del capital y el neoliberalismo.
Sr. Presidente:
Sra. Directora General:
En este contexto, el principal reto que tiene ante sí la Organización, es mostrar sus capacidades para contribuir a la paz en un mundo inseguro, para erradicar la pobreza en un mundo desigual y de recursos limitados, y estimular la inclusión social como motor del desarrollo sostenible.
A las puertas de su 70 Aniversario, la UNESCO está llamada a realizar una contribución aún mayor en la búsqueda del diálogo y la paz a nivel mundial. En sus valores y mandatos fundacionales están las mejores herramientas para enfrentar los nuevos desafíos.
No tiene la UNESCO tarea más urgente y necesaria que concentrar todas sus energías y esfuerzos en la etapa final de aprobación de los Objetivos de la Agenda de Desarrollo posterior a 2015.
Sr. Presidente:
Sra. Directora General:
La UNESCO atraviesa por una de las crisis financieras más complejas de su historia, resultado del impago de su principal contribuyente. Ello ha impedido a la Organización cumplir a cabalidad con sus objetivos y programas, provocando al mismo tiempo un déficit presupuestario significativo. Este Consejo Ejecutivo deberá pronunciarse con objetividad y compromiso sobre la propuesta presupuestario de la Organización para el próximo bienio.
La crisis hay que verla como una oportunidad para profundizar en el cambio y la reforma estructural de la Organización. Creemos en una reforma holística e integral sobre la base de las prioridades que ya han sido definidas por este Consejo y ratificadas por la 37 Conferencia General.
La Reforma no es un fin en sí misma. Los cambios que nos proponemos deben ser continuos y permanentes hasta refundar la Organización. Una UNESCO rejuvenecida y vibrante, anclada en sus principios fundacionales.
Aprovechemos esta oportunidad para el análisis crítico; para salir de las oficinas burocráticas y llegar a la gente común; para recuperar el papel de vanguardia en la incansable lucha por un mundo mejor, donde los seres humanos puedan vivir en paz, libres del temor y la ignorancia. Esa es la UNESCO que anhelamos y debemos impulsar en su 70 aniversario.
Sr. Presidente:
Sra. Directora General:
Inspirados en la Declaración de la CELAC mediante la cual se proclamó a la Región de América Latina y el Caribe como Zona de Paz deseamos expresar nuestra enérgica condena a las inaceptables sanciones unilaterales y la continua injerencia externa en la República Bolivariana de Venezuela.
Los recientes acontecimientos de fuerte impacto mediático y trascendencia global, confirman la razón de nuestra larga lucha y resistencia. Cuba continuará defendiendo sin descanso las causas justas y los intereses de los países del Sur, y será leal a sus objetivos y posiciones comunes, sabiendo que Patria es Humanidad.
Muchas gracias.
