Teresa Valenzuela - Cubainformación.- La educación estética y artística constituye un componente esencial dentro de la formación de los escolares y se puede denominar como un elemento imprescindible en la vida de la escuela y de la formación de las más nuevas generaciones de cubanos.
Esa área es la que aporta a los sentimientos, las emociones, al gusto estético, así como al comportamiento de las personas y las relaciones entre ellas, y está dirigida a enriquecer la espiritualidad.
Resulta importante lograr que desde las edades más tempranas los niños y niñas estén en contacto con el arte, y así no habrá dudas de que tendremos en nuestra sociedad seres humanos más sensibles.
José Martí afirmó que el arte es el modo más corto de llegar al triunfo de la verdad. De lo anterior se deriva que por su trascendencia, la educación artística forma parte de los planes de estudios de la enseñanza primaria y secundaria básica en Cuba, con asignaturas que en estos momentos se imparten por televisión, como son la educación musical y plástica para la primaria y educación artística para la secundaria.
Otros espacios de la escuela donde está presente la educación artística son también el matutino, los actos y el vínculo de los estudiantes con las instituciones culturales del territorio, como los museos y las casas de cultura, entre otros.
No debemos perder de vista que el componente artístico es imprescindible para lograr una personalidad plena, más aún si se trata de alcanzar una cultura general integral para todos los ciudadanos.
Los instructores de arte constituyen un componente muy importante en el objetivo de convertir a las escuelas en los centros culturales más importantes de la comunidad, ya que con un especialista con formación profesional en las diferentes manifestaciones artísticas se puede hacer un trabajo más dirigido e intencionado.
Algunos de los objetivos más importantes de los instructores de arte son, entre otros, el trabajo de apreciación de las manifestaciones artísticas con los estudiantes de la escuela; además de los talleres de creación, que se realizan después del horario docente.
Contenido de su labor es también el mejoramiento del entorno visual y sonoro de la escuela, imprescindible para formar el buen gusto, la preparación del personal docente en función de que valoren cómo el arte influye en lograr clases más atractivas.
Tengamos en cuenta que algunas funciones de los instructores de arte son promover el vínculo de los estudiantes con instituciones culturales y artistas e intelectuales de la comunidad, el apoyo al programa de la lectura, y la utilización eficiente de los medios audiovisuales que tienen las escuelas.
Esos jóvenes profesionales de la cultura desarrollan el gusto por las manifestaciones artísticas y crean hábitos culturales en los niños, adolescentes y jóvenes de todas las enseñanzas. Llegue a ellos en su día una enorme felicitación, por la noble tarea que realizan.
No debemos olvidar cómo influye el arte en la formación de valores; por ejemplo a través de una obra de teatro, una canción, o pieza de artes plásticas de manera rápida se movilizan sentimientos y emociones que hacen brotar lo mejor de los seres humanos.
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