Video: teleSUR.- Alina Balseiro Gutiérrez, presidenta de la Comisión Electoral Nacional de Cuba, indicó que el proceso de votación de este domingo para elegir a los delegación que se integrarán a la Asamblea del Poder Popular de Cuba se realiza sin contratiempos y de manera masiva.


Cuba elige a sus representantes

Marcelino Vázquez Hernández, Yaciel Peña de la Peña - Prensa Latina / Cubadebate.- Las elecciones de las autoridades municipales en Cuba transcurren, desde las siete de la mañana (hora local), con total normalidad.

A las 11 de la mañana más de 4 millones de cubanos habían asistido a las urnas, según informó la Comisión Electoral Nacional, que llamó a defender, con esta acción de genuina democracia el “derecho que tienen los cubanos de edificar una sociedad más justa, sin injerencias ni tutelas de ningún tipo”, en un comunicado que precedió la apertura de los colegios electorales.

“Es un momento en que todos debemos reafirmar más que nunca (…) ese compromiso con la revolución”, declaró a la televisión la vicepresidenta del Consejo de Estado, Mercedes López Acea, subrayando que la jornada de 11 horas coincide con la conmemoración del 54 aniversario de la victoria del pueblo sobre la invasión mercenaria de Playa Girón en 1961.

En Cuba, cada dos años y medio, se realizan las elecciones parciales para elegir a los candidatos a delegados de las asambleas municipales del Poder Popular. Este órgano no solo es la forma de gobierno a nivel local, sino que ocupa un lugar estratégico en las elecciones de los delegados de las Asambleas Provinciales y la Nacional, al ser quien aprueba las candidaturas de estas instancias.

La Asamblea Municipal la componen los delegados de circunscripción del Poder Popular. Estos, que no reciben salario por esa función, son la primera y más cercana representación de la ciudadanía en el Poder Popular.

Más de 4 millones de cubanos ejercieron ya el derecho al voto

La Comisión Nacional Electoral (CNE) informó que durante las primeras cuatro horas de abiertos los colegios electorales en toda Cuba más de 4 millones de cubanos habían ejercido hoy el derecho al voto, el 60 por ciento de los inscritos.

De acuerdo con declaraciones al Noticiero de la Televisión Cubana, a las 11 de la mañana habían votado 4 874 978 cubanos.

De acuerdo con esa entidad está previsto que más de ocho millones de cubanos participen en estos comicios, por lo que la cifra representa que el 28,96 por ciento de los votantes ya realizó el sufragio.

En toda la isla abrieron sus puertas 24 mil 646 colegios electorales, los cuales funcionarán el 12 mil 589 circunscripciones.

Los cubanos eligen este domingo a través del voto secreto y directo a los delegados a la Asamblea Municipal del Poder Popular, para estos comicios fueron nominados 27 mil 379 candidatos y cada elector sufragará por uno solo de sus candidatos de circunscripción.

En estas elecciones parciales actuarán 188 mil 900 autoridades electorales las cuales fueron debidamente capacitadas, señalaron los representantes de la CNE.

(Con información de Prensa Latina)

Este domingo 19 de abril, elecciones parciales en Cuba

Cubadebate.- Cada boleta refleja el nombre y apellidos de los dos o más candidatos nominados, PERO SOLO PUEDE VOTARSE POR UNO, marcando con una X en la casilla al lado del nombre de la persona por la que se quiere expresar el voto.

Entre sus obligaciones están transmitir a la Asamblea y a la administración municipal los problemas de sus electores, así como dar cuenta periódicamente de las medidas adoptadas para su solución o de las dificultades que se presentan para resolverlas (cualquier cubano ha vivido alguna reunión de rendición de cuentas en las que esta escena es recurrente).

• Más de ocho millones de cubanas y cubanos están convocados a las urnas este domingo 19 de abril. Alrededor de 63 400 jóvenes con 16 o más años cumplidos lo harán por primera vez.

• Este proceso electoral parcial concluirá con la constitución de los nuevos órganos municipales del Poder Popular, lo cual se hace cada dos años y medio, según la Ley Electoral.

• Funcionarán 12 589 circunscripciones, en las que estarán activados 24 646 colegios electorales, a los que están convocados para votar un promedio de 348 electores por colegio. En esta ocasión, la mayoría de ellos estará ubicado en instalaciones estatales, reduciéndose a 2 393 los que por razones inevitables lo harán en casas particulares (319 menos que en el proceso precedente).

• En total actuarán más de 188 900 autoridades electorales, entre ellas cerca de 123 000 en las mesas, el eslabón más cercano al elector.

• En el proceso de nominación, efectuado con satisfactorios saldos en las miles de asambleas de áreas organizadas por circunscripción, resultaron nominados 27 379 candidatos, constituyendo la cantera para ser propuestos y elegidos como presidentes y vicepresidentes de sus Asambleas Municipales.

• De los candidatos, 9 815 son mujeres, el 35,84 % del total; 5 448 jóvenes (19,89 %) y 11 663 negros y mestizos (42,59 %). Predomina entre los nominados el nivel de escolaridad medio superior (49,06 %), mientras el 10,59 % alcanzó el medio básico y apenas el 0,4 %, el primario. El mayor porcentaje de representatividad se ubica en el grupo etáreo de 41 a 50 años (el 35,24 %), siguiéndoles por orden, el de 19 a 35 años (19,50 %), el de 36 a 40 (9,46 %) y el menor, de 16 a 18, con el 0,39 %.

• De los candidatos el 59,88 % eran delegados en funciones.

• Son afiliados a la CTC 19 520 candidatos (71.30 %), a la ANAP, 2 249 (8,21 %) y laboran en actividades de la gestión no estatal 735 (2,68 %).

• El colegio electoral inicia sus acciones a las seis de la mañana; revisa las condiciones; chequea la urna, los atributos que deben presidir este acto y las boletas, que funcione el teléfono, que cuenten con la lista de electores de quienes allí corresponderá votar, que la cartilla electoral esté a mano. Se instala la mesa, leen y firman el juramento. Se dispone la guardia pioneril que custodiará la urna.

• A las siete de la mañana se escucha el Himno Nacional por cadena radial y los presentes lo entonan; se da lectura a un llamamiento oficial.

• Se indica que entren los primeros electores, a quienes corresponderá velar porque la urna esté en perfecto estado, vacía y que se selle.

• Comienza la votación. Cada elector se presenta ante la mesa, muestra su carné de identidad o documento de identidad de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (en el caso de un menor arribante a los 16 años que aún no tenga su carné, podrá votar con la tarjeta de menor). Es comprobada su inscripción en la Lista y, por ende, su capacidad para sufragar.

• Se le solicita —y este es un paso nuevo— que firme en la Lista de Electores como constancia de que asistió a ejercer su derecho al voto, lo cual es voluntario y puede o no hacerlo.

• Se le entrega doblada la boleta, el elector ejerce su voto en casilla o lugar apropiado que garantice el secreto de su votación, la vuelve a doblar y la deposita en la urna. El o los pioneros que la custodian indican que “Votó”. En la mesa se consigna en la Lista, junto a su nombre, igual término: “Votó”.

• La votación cierra a las 6:00 p.m., tras lo cual comenzará el escrutinio público y el cómputo. Los resultados se publican en el mural preparado para ello.

Cubanos votan este domingo por delegados a Asambleas Municipales

José Frutos Fonseca

La Habana, 18 abr (AIN) De San Antonio a Maisí, sin excluir la Isla de la Juventud, en Cuba abrirán este domingo desde las siete de la mañana los 24 mil 646 colegios electorales, en jornada de votaciones para elegir a los delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular.

A esa hora y simultáneamente por todos los circuitos de radio y televisión del país se escucharán las notas del Himno Nacional, las que serán entonadas en cada una de las mesas electorales para dar apertura a estos comicios parciales, como ha informado la Comisión Electoral Nacional.

Los integrantes de las mesas, previamente, jurarán sus cargos y se procederá a la revisión de las urnas y su sellaje, lo cual acontecerá a la vista de los ciudadanos allí presentes.

Una cifra superior a los ocho millones de cubanos, de ellos 63 mil 441 jóvenes, ejercerá su voto por primera vez, todos convocados para escoger a quienes serán los encargados de fiscalizar y controlar el desarrollo de las actividades económicas y de servicios en las circunscripciones, y los representarán en la instancia de gobierno de su municipio.

Cuando próximamente se constituyan las Asambleas Municipales del Poder Popular, de entre los elegidos mañana por el pueblo saldrán el presidente y vicepresidente de esos órganos locales, por votación de los propios delegados.

Aunque los colegios cerrarán a las seis de la tarde, en aquellos casos donde existan ciudadanos que no hayan efectuado el sufragio y se encuentren esperando en el exterior de esas instalaciones, estos permanecerán abiertos hasta que el último elector ejerza su derecho.

El cierre del acta de la votación marcará en cada local la conclusión de ese ejercicio democrático, que prevé una segunda vuelta el domingo 25 de abril, en aquellas circunscripciones donde ninguno de los candidatos obtenga más de la mitad de los votos válidos emitidos, o haya empate.

Una vez terminado el sufragio se realizará el escrutinio a la vista de todos los electores que acudan al colegio a presenciar el conteo y, seguidamente, se darán a conocer los resultados.

Mis motivos para votar el domingo

Enrique Valdés Machín - AIN.- El domingo habrá elecciones parciales del Poder Popular en toda Cuba, y aunque asistiremos masivamente a la urnas, cada quien lo hará desde sus propias convicciones.

Por pura casualidad nací en La Habana, pues mi abuelo, ante la imposibilidad de mantener a sus hijas e hijos, optó por la desesperada decisión de repartir a la familia por la geografía cubana, allí donde tuviera parientes dispuestos a ayudarlo.

Recuerdo que después de 1959, en algunas de mis esporádicas visitas a verlo y llevado casi a empujones por mi madre, me contaba cómo en ese San Cristóbal, años atrás, la vida era tan difícil que en ocasiones él y mi abuela se acostaban solo alimentados del dolor de extrañar a sus vástagos.

“Cará… ese tiempo muerto del ingenio, realmente a quien mató fue a muchos de nosotros, ojalá pudieras crecer en una sociedad distinta. Ahora, quizás no comprendas el alcance de lo que te digo, y entiendo que esto aquí no te guste, los mosquitos pican duro y el bajareque no es cómodo. Hace unos años atrás era más difícil, y mañana, ya lo verás, será mejor . Aunque a ti esto te parezca poco y no llegue a gustarte nunca, de seguro me darás la razón “, solía decir.

Y tuvo razón. Mientras buscaba mis argumentos para asistir el domingo 19 de abril a las urnas, este fue el primero. Incluso, con más fuerza que otros no menos importantes.

Sucede que cuando uno es padre y hasta abuelo se le anuda la garganta con solo pensar que ese pequeño, que hoy corre por la casa llenándola de alegría, un día pudiera ser desplazado hacia un destino incierto, como el que tuvo mi madre o algunos de mis tíos.

Por eso resulta importante no olvidar la historia, mantenerla viva, para poder contársela con toda crudeza a nuestra descendencia, a esas generaciones más jóvenes nacidas bajo el signo del bloqueo, pero que solo conocen del tiempo muerto y de otras vicisitudes por clases, libros o alguna que otra anécdota. Y eso podría ser fatal.

Es posible que nuestro sistema electoral no sea perfecto. Cualquier obra humana puede ser perfectible. Sin embargo, saber que puedo elegir a mi representante inmediato ante el gobierno local por sus méritos, e incluso revocarlo si mañana pierde los atributos personales por los cuales fue elegido, deviene una muy buena razón. Tener la convicción de que mi voto puede contribuir a evitar retrotraernos a ese triste y cruel pasado, es otra.

No pretendo convencer a nadie. Estas líneas solo tienen la sencilla intención de motivar a la reflexión, a fin de cuentas en la venidera jornada dominical los millones de cubanos que acudirán a la urnas -de eso no hay dudas- tendrán sus propias razones para hacerlo.

Mi historia es real, comprobable, aunque estoy seguro de que no es única. De abuelos y familias como las mías está llena la historia pre-revolucionaria.

Votar por uno solo de los candidatos

Este domingo 19 de abril más de ocho millones de cubanas y cubanos estan convocados a las urnas para la realización de las elecciones parciales

Granma

Cada boleta refleja el nombre y apellidos de los dos o más candidatos nominados, PERO SOLO PUEDE VOTARSE POR UNO, marcando con una X en la casilla al lado del nombre de la persona por la que se quiere expresar el voto. Foto: Granma

• Más de ocho millones de cubanas y cubanos estamos convocados a las urnas este domingo 19 de abril. Alrededor de 63 400 jóvenes con 16 o más años cumplidos lo harán por primera vez

• Este proceso electoral parcial concluirá con la constitución de los nuevos órganos municipales del Poder Popular, lo cual se hace cada dos años y medio, según la Ley Electoral

• Funcionarán 12 589 circunscripciones, en las que estarán activados 24 646 colegios electorales, a los que están convocados para votar un promedio de 348 electores por colegio. En esta ocasión, la mayoría de ellos estará ubicado en instalaciones estatales, reduciéndose a 2 393 los que por razones inevitables lo harán en casas particulares (319 menos que en el proceso precedente)

• En total actuarán más de 188 900 autoridades electorales, entre ellas cerca de 123 000 en las mesas, el eslabón más cercano al elector

• En el proceso de nominación, efectuado con satisfactorios saldos en las miles de asambleas de áreas organizadas por circunscripción, resultaron nominados 27 379 candidatos, constituyendo la cantera para ser propuestos y elegidos como presidentes y vicepresidentes de sus Asambleas Municipales

• De los candidatos, 9 815 son mujeres, el 35,84 % del total; 5 448 jóvenes (19,89 %) y 11 663 negros y mestizos (42,59 %). Predomina entre los nominados el nivel de escolaridad medio superior (49,06 %), mientras el 10,59 % alcanzó el medio básico y apenas el 0,4 %, el primario. El mayor porcentaje de representatividad se ubica en el grupo etáreo de 41 a 50 años (el 35,24 %), siguiéndoles por orden, el de 19 a 35 años (19,50 %), el de 36 a 40 (9,46 %) y el menor, de 16 a 18, con el 0,39 %

• De los candidatos el 59,88 % eran delegados en funciones

• Son afiliados a la CTC 19 520 candidatos (71.30 %), a la ANAP, 2 249 (8,21 %) y laboran en actividades de la gestión no estatal 735 (2,68 %)

• El colegio electoral inicia sus acciones a las seis de la mañana; revisa las condiciones; chequea la urna, los atributos que deben presidir este acto y las boletas, que funcione el teléfono, que cuenten con la lista de electores de quienes allí corresponderá votar, que la cartilla electoral esté a mano. Se instala la mesa, leen y firman el juramento. Se dispone la guardia pioneril que custodiará la urna

• A las siete de la mañana se escucha el Himno Nacional por cadena radial y los presentes lo entonan; se da lectura a un llamamiento oficial

• Se indica que entren los primeros electores, a quienes corresponderá velar porque la urna esté en perfecto estado, vacía y que se selle

• Comienza la votación. Cada elector se presenta ante la mesa, muestra su carné de identidad o documento de identidad de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (en el caso de un menor arribante a los 16 años que aún no tenga su carné, podrá votar con la tarjeta de menor). Es comprobada su inscripción en la Lista y, por ende, su capacidad para sufragar

• Se le solicita —y este es un paso nuevo— que firme en la Lista de Electores como constancia de que asistió a ejercer su derecho al voto, lo cual es voluntario y puede o no hacerlo

• Se le entrega doblada la boleta, el elector ejerce su voto en casilla o lugar apropiado que garantice el secreto de su votación, la vuelve a doblar y la deposita en la urna. El o los pioneros que la custodian indican que “Votó”. En la mesa se consigna en la Lista, junto a su nombre, igual término: “Votó”

• La votación cierra a las 6:00 p.m., tras lo cual comenzará el escrutinio público y el cómputo. Los resultados se publican en el mural preparado para ello

Nueva mirada sobre las elecciones

Jóvenes universitarios de todo el país se estrenan hoy en sus primeros comicios como observadores —la aspiración de la Comisión Electoral Nacional es que haya uno de ellos en cada colegio— del sistema electoral cubano. Confiesan que a partir de su inserción se sienten más involucrados con la realidad del país

Susana Gómes Bugallo - Juventud Rebelde.- Se sienten autoridades electorales aunque legalmente no lo sean. Los jóvenes observadores incorporados como colaboradores al proceso electoral actual han puesto su sello en estas elecciones. Y han madurado a cada paso. Más que eso: han roto muros que muchas veces la cotidianidad dibuja. Hoy se sienten más dentro de la realidad del país. Y ya se sabe que con el vínculo llega el conocimiento.

Ninguno sobrepasa los 25 años de edad. Son estudiantes universitarios, y aunque al inicio se apostó porque fueran de perfiles humanísticos, el tiempo acabó por demostrar que la cultura jurídica no anda definiendo por profesiones, sino que es importante para todas y todos ser parte de los procesos políticos que nos rodean.

Este domingo se presentan en los colegios para velar por la transparencia del sistema electoral y presenciar el escrutinio, proceso al que está llamado a participar cualquiera que lo desee.

Hasta la Comisión Electoral Provincial de Mayabeque llegó JR en busca de un diálogo con estos recién estrenados protagonistas. Conversando con un grupo de estudiantes de la Universidad Agraria de La Habana (UNAH) descubrimos la historia de Claudia, la joven cuya madre parece querer colgar en la pared cada citación que le han hecho a su hija para asistir a las reuniones de preparación para las funciones que desempeña. Porque nada hace más felices a los padres que ver crecer a sus hijos en todas las dimensiones. Y ese crecimiento es lo que ha marcado estos meses de aprendizaje, sacrificio y descubrimiento.

El grupo de muchachas y muchachos de Melena del Sur que aceptó compartir sus experiencias coincide en que ser observadores les ha proporcionado prestigio en sus comunidades, que los motiva a hacer más. Puede que el próximo proceso los sorprenda como integrantes de alguna comisión. O quizá hasta acepten una nominación si son propuestos, una muestra del acercamiento real que ha significado su participación como colaboradores de las elecciones.

El ojo más crítico

Como observadores entendemos mejor cómo funciona el proceso electoral, dice Amalia Pérez González, de segundo año de Derecho. Ratificamos que los delegados son personas del pueblo y elegidas por el pueblo para contribuir a representar los intereses del pueblo. A la vez ponemos nuestro ojo crítico sobre la realidad para acabar con creencias erróneas que algunos tienen sobre las elecciones de Cuba sin conocer de cerca lo que juzgan, opina.

La joven pondera que se haya escogido a estudiantes como representantes de la nueva generación, a fin de que también sientan la democracia del proceso y sean capaces de «contagiar» a las amistades con sus historias.

Duniel Baños Quiñones, quien cursa el tercer año de Ingeniería Industrial, relata que su función fue participar en las asambleas de nominación y hoy, día de las elecciones. Completamos unas planillas relacionadas con la organización del lugar, la preparación de las autoridades electorales, la asistencia, la posesión de los documentos y el proceso de propuesta y selección de candidatos.

Claudia Lidia Acosta Cuello, compañera de aula de Duniel, cuenta sobre los seminarios iniciales que recibieron, vinculados a la Ley Electoral, las Reglas Complementarias y la cartilla electoral que se entrega a las autoridades. Además de conocer las fechas de las asambleas en las que deberían participar, se les explicó su rol y el modo en el que lo desempeñarían, aunque ella quedó con varias dudas.

«Cuando me dijeron que debía ir a la primera asamblea, tenía cuestionamientos sobre cómo sería enfrentarme al proceso siendo tan joven, al lado de tantas personas preparadas. Pensé que me dirían: párate ahí y ya. Pero fue todo lo contrario. Llegué y me preguntaron si era la estudiante que iba como observadora y si necesitaba algo. Me dieron un lugar que me hizo sentir confiada», narra.

Vicente Azcuy Reyes, presidente de la Comisión Electoral Municipal (CEM) en Melena del Sur, explica que aunque a la mayoría de los estudiantes se les planificaron las asambleas para los fines de semana, hubo muchos que salieron de su escuela en las noches para cumplir.

Me han contagiado, porque hace años que no trabajo con juventud y lo principal ha sido la responsabilidad que le han dedicado a su función, sin aceptar cambios por situaciones difíciles que se les presentaron. Esta experiencia les ha formado un futuro y se ve que se preparan para tomar la delantera. Merecen el reconocimiento social, comenta el presidente de la CEM.

«Aunque vivo en un lugar más apartado y de pocas personas, tuve buenas experiencias, porque aprendí más sobre las asambleas y ahora con la responsabilidad de controlar; ya no es lo mismo que antes», expresa Lázara Quiñones Caballero, de tercer año de Pedagogía-Psicología.

Más allá de las formalidades, se nos convoca para que transmitamos a todos los conocidos, de igual a igual, cómo se cumple lo establecido por la ley, que no funciona con condicionamientos, sino con el pueblo presentando y eligiendo sus propuestas sin que nadie tenga más autoridad, opina Nairelys La O Morales, de cuarto año de Derecho.

Ileana Collazo Gil, de tercer año de Ingeniería Industrial, analiza que antes asistían a las asambleas desde otra postura más pasiva, pero esta vez tienen «otro nivel». Muchos se nos acercaban con curiosidad porque no sabían por qué estábamos allí y entonces les explicábamos, recuerda.

Aunque hay personas que no entiendan cómo funcionan los aspectos legales del proceso, existe una cultura de democracia y respeto, expone Nairelys La O cuando conversamos sobre sus observaciones.

El efecto del contagio

Vicente cree que esta figura del estudiante-observador llegó a Cuba para quedarse, porque contribuye a un proceso electoral superior. Ellos han profundizado en el sistema electoral y ahora deben llegar hasta las familias y los amigos para contarles. Estoy convencido de que seguirán otros, pues se han identificado con lo que hacen, opina.

Raquel Piñero Díaz, presidenta de la Comisión Electoral Provincial en Mayabeque, explica que en esta provincia se incorporaron 156 estudiantes de la Universidad y resalta la disposición y los mecanismos de trabajo entre los centros de la Educación Superior y la FEU. El vínculo de estos jóvenes es la evidencia que enriquece la transparencia, el apego a la ley y las condiciones creadas en cada uno de los pasos electorales, afirma.

Trabajar con los más nuevos, impregnarnos de su dinamismo y enriquecer el proceso con sus miradas nos da la satisfacción de ver cómo hablan de un modo diferente del proceso electoral cubano. Nos interesa que sigan vinculados y aumentando su preparación para apropiarse de herramientas en su formación. Por ahora participarán en los resúmenes del final del proceso para evaluar sus resultados, dice.

Está previsto que este día de las elecciones se haga una integración superior con la presencia de un observador en cada colegio y que donde no haya un estudiante esté un joven que evalúe el proceso, manifiesta.

«Ser observadora cambia mi visión, pues empiezo a ver la vida desde otro punto de vista, comparte Nairelys. En otro momento mi mamá me hablaba de la asamblea de nominación y yo decía que no iría porque iba a dormir y no tenía interés en elegir a alguien que supuestamente no conocía, porque estaba toda la semana fuera de casa. Sin embargo, ahora participé y sé cómo es todo y cuando me tocó mi asamblea concienticé que estaba proponiendo a la persona que me representaría», confiesa.

Los retos de los más nuevos

La figura del observador le da una perspectiva diferente a la participación de los más jóvenes en el proceso electoral, considera Nairelys. Entonces se desata el debate sobre los límites y las conquistas de lo más nuevos.

Claudia Lidia dice que aunque en varias circunscripciones ratificaron al delegado del pasado período, en la suya le dieron la oportunidad a una muchacha con el fin de que la juventud esté presente. Duniel Baños cuenta la historia del «Pachanguero», joven entusiasta nominado en su barrio que aparece siempre para solucionar los problemas. Pero la realidad que primó en las asambleas que visitó Ileana Collazo fue que se ratificaba a los mismos.

Creo que se debería integrar más a los jóvenes al pensar en los candidatos, considera Amalia Pérez. Para abrirnos paso debemos integrarnos a los procesos y preocuparnos por conocer lo establecido para tomarnos las tareas como propias, sabiendo cuánto podemos aportar a los cambios de la sociedad. Nosotros también somos capaces, aunque algunos piensen que debemos tener más experiencia; tenemos que ganarnos nuestro lugar, precisa.

Según la presidenta de la Comisión Provincial fue Mayabeque la provincia con el por ciento más alto de nominación joven (alrededor de un 27 por ciento). Yadira González Ruiz, vicepresidenta de la comisión mayabequense, describe que hubo lugares donde se nominó a los jóvenes, pero a la hora de elegirlos el pueblo prefirió a los que ya conocía por la credibilidad y el modo en el que lo han representado.

La joven Vicepresidenta comparte sus desafíos. Relata que a veces llega a los lugares y se inhibe de dirigir a personas con experiencia. «Pero la solución es imponerse a esas barreras y tratar de ganar el respeto de todos. Las condiciones en la vida se ganan.

«Los más nuevos tenemos que escuchar para sentir confianza y prepararnos con más intencionalidad. Es un proceso complejo, pero se logra, y cuando nos sentimos listos para asumir la tarea, los miedos se pierden y nos insertamos con mayor seguridad. Inspira que haya muchos jóvenes vinculados al proceso», reafirma Yadira.

Participar antes del voto

Cuba tiene en sus procesos electorales una expresión recurrente de unidad, una especie de confirmación de que aquí la apatía política no caracterizó el cambio generacional...

Dilbert Reyes Rodríguez - Cubahora.- El sistema electoral cubano establece mediante su Ley electoral vigente desde 1992, dos tipos de procesos:

Elecciones generales: En ellas se elige a los Diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular, su Presidente, Vicepresidente y Secretario, al Presidente, Primer Vicepresidente, Vicepresidentes, Secretario y demás miembros del Consejo de Estado, a los Delegados a las Asambleas Provinciales y Municipales del Poder Popular y a sus Presidentes y Vicepresidentes. Estas elecciones se llevan a cabo cada cinco años.

Elecciones parciales: En ellas se elige a los Delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular y sus Presidentes y Vicepresidentes. Tienen efecto cada dos años y medio.

En el país los candidatos a las diferentes instancias no realizan campañas. La votación es directa y secreta, al tiempo que pioneros uniformados custodian las urnas. Todos los ciudadanos cubanos tienen el derecho a elegir y ser elegidos. Como no hay lista de partidos, se vota directamente por el candidato que se desee.

Al menos en Cuba, no hay quizás un significado más “ceñido al cuerpo” de las elecciones que la palabra participación.

Y es que aquí el término funciona como un acto convocante, masivo y sobre todo revelador de algo más que la práctica universal del derecho al sufragio; ese ejercicio que en la mayoría de los países permite a los ciudadanos intervenir en la organización jurídico-política de sus sociedades.

La Isla nuestra siempre tiene en los procesos electorales suyos una expresión recurrente de unidad, una especie de confirmación de que aquí la apatía política no caracterizó el cambio generacional, como tampoco impera la desconfianza en el sistema social que esta misma semana celebró 54 años de su declaración socialista.

Digo participación porque también es algo que se nota, se palpa, se observa —más allá del propio día de votaciones— en la dinámica cotidiana que genera la cercanía de estos momentos, ya sean elecciones generales o las parciales que este domingo 19 moverán a los cubanos a las urnas, para elegir a sus representantes más próximos en el gobierno: los delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular.

A sabiendas de lo que estos procesos significan en otras sociedades divididas en clases, partidos, intereses de mercado, afanes de dominación política para beneficios propios a sectores minoritarios y acomodados… llama siempre la atención cómo el propósito mayor en esta nación, redunda en que la gente se sienta parte y asista a ejercer un derecho democrático que le permite decidir, de sus vecinos nominados por su integridad, carácter, ejemplaridad, capacidad de gestión e inteligencia, cuál será quien lo represente en la entidad gubernamental del municipio.

Véase el cúmulo de actividades realizado como parte de estas elecciones primarias y repasemos en cuánto estuvimos involucrados, desde los instantes mismos de la nominación de los candidatos que ahora contenderán.

Entonces, aunque no le llevemos el hilo, caeremos en la cuenta de que estuvimos cuando se escogieron a los mejores, de que opinamos con ideas diferentes y constructivas en el barrio o en el centro laboral, sobre las ventajas de un sistema electoral como el nuestro, sobre las debilidades que provoca que el delegado no se sienta acompañado por algunas administraciones que faltan al deber de dar solución a los reclamos de la población, o por lo menos responder puntual y coherentemente a sus planteamientos.

Participamos también cuando ayudamos a precisar nuestros datos personales, para corregir a tiempo los errores en los nombres; para dar fe del hijo que arribó a la edad mínima permitida para el sufragio y que ahora lo hará por primera vez; cuando fuimos a comprar el pan y nos detuvimos a leer las biografías excelentemente presentadas en murales acabados, con buenas fotos, mejor que ediciones anteriores porque las hojas no están colgadas o mal pegadas, con las puntas dobladas.

Nos llamó la atención, como quería el diseño, la banda roja de ese mural que nos traduce que el proceso electoral es una cosa seria, que lleva muchos recursos, pero que el país no dudó en invertir, porque tiene una importancia capital que la gente se involucre activamente en la construcción de su democracia.

El domingo último hubo una prueba dinámica calificada de exitosa, y eso quiere decir que el enorme andamiaje de aseguramientos de todo tipo, con vistas al momento en que intervendrán millones de cubanos, está prácticamente listo.

Suena redondo en cifras, como oración terminada, pero uno que anda a diario de sector en sector, conversando con la gente encargada en el municipio, en la provincia, en el país, sabe cuántas personas, cuántos recursos y cuántos movimientos incluye tal preparación.

Conocemos que la mesa electoral, esa que organizará los colegios por cada circunscripción, no se improvisa ese día de votaciones; sino que lleva mucho de capacitación para que nada falle ni se violente algo de lo establecido por la Ley Electoral; que son vecinos nuestros, cercanos, quienes controlarán la actividad, sellarán las urnas frente a los ojos de los electores presentes, conducirán el ejercicio del voto, guiarán a los pioneros en la custodia de las mencionadas urnas, efectuarán el escrutinio final de las boletas y anunciarán de inmediato el resultado.

Sabemos también el ejército de especialistas y técnicos que aseguran las comunicaciones, vitales en estos procesos, y donde no llegue la línea telefónica habrá un radioaficionado que será el eslabón, y hasta un colombófilo que pondrá sus palomas en función de trasmitir el mensaje.

Este sábado hay escuelas, bodegas, consultorios y centros laborales que no cierran “porque mañana hay votaciones y hay que limpiar, y dejarlo todo acomodado”, como dijo Leyanis, admnistradora de un céntrico local de prensa en Bayamo, que servirá de local para el colegio de la circunscripción.

Aunque mañana es domingo, hay madres que se acostarán tarde planchando el uniforme de sus hijos, “porque estarán en la custodia de las urnas”, y todo aquel chofer, panadero, operador de un central, periodista, médico de guardia, con la jornada comprometida en el trabajo, ya piensa en cómo organizar el día, de modo que ir a votar sea lo primero que haga, antes de irse a laborar.

Tal vez haya palabras que lo ilustren igual, pero participar es un término esencial, reflejo fiel de todo lo que Cuba vive como antesala de la jornada de mañana, seguramente una jornada histórica, porque otra vez la Isla entera se irá a las urnas a decidir el futuro y confirmar su unidad.

Cuba
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