El bailarín cubano Yonah Acosta
José Ernesto González Mosquera - Cuba Contemporánea.- Los primeros bailarines Alejandro Virelles y Yonah Acosta tendrán los roles protagónicos en los clásicos El lago de los cisnes, El corsario y Coppélia, con los que el English National Ballet, dirigido por la Premio Benois de la Danza Tamara Rojo, emprende una gira internacional por China, Singapur y España.
La compañía británica se presenta desde el martes en las ciudades chinas de Tianjin, Guangzhou y Beijing; viajará a Singapur del 14 al 17 de mayo para proponer su versión de El corsario, y anunció la puesta de El lago de los cisnes en Barcelona. De vuelta al Reino Unido, el English National Ballet prevé reponer el espectáculo Lest We Forget (Para que no olvidemos), entre el 28 y el 31 de mayo.
Se trata de un programa que recibió críticas espectaculares en su estreno en 2014, por la exquisita conjunción de piezas de lenguaje neoclásico y contemporáneo para, desde el lenguaje danzario, acercarse a la tragedia humana y bélica de la Segunda Guerra Mundial. Estuvo compuesto por las piezas No Man’s Land (Tierra de nadie), de Liam Scarlett, y Dust (Polvo), de Akram Khan. La pieza de Khan fue merecedora del premio a la Mejor Coreografía Moderna del año, concedido por el Círculo Nacional de Críticos Británicos.
Los cubanos Acosta y Virelles se unieron a la gestión de la Rojo como principales justo cuando la española comenzaba a armar un status de compañía renovada con la estelar Alina Cojocaru como primera bailarina y la joya del ballet cubano Loipa Araujo como directora artística asociada.
Yonah Acosta se convirtió en primer bailarín del English National Ballet en 2014, luego de ser solista de la compañía inglesa desde 2011. En 2007 mereció las medallas de plata en la Beijing Ballet Competition y el Grand Prix en la Competencia Internacional de Ballet de Cuba.
Alejandro Virelles fue bailarín del Ballet Nacional de Cuba y en el momento de su contrato con la compañía británica era solista del Boston Ballet, de Estados Unidos.
Virelles es valorado por su línea estilizada y ligera, además de su impresionante capacidad para los saltos y giros. Fue escogido en 2011 por críticos de diferentes partes del mundo como uno de los cien mejores bailarines del orbe (en el puesto 18), junto a los también cubanos Viengsay Valdés (6), Dani Hernández (17) y Osiel Gounod (21).