José Luis Rodríguez - Foto: Claudia Camps - Cuba Contemporánea.- Recientemente se dieron a conocer cifras económicas preliminares del pasado año en el Panorama Económico y Social Cuba 2014 editado por la Oficina Nacional de Estadística e Información, lo cual –junto a otra información disponible- permite avanzar de los estimados a cálculos oficiales para ofrecer una visión más precisa de los resultados obtenidos en el período.


En este sentido, no debe pasarse por alto que 2014 no fue un buen año para la economía nacional, ya que de un crecimiento previsto de 2,2% -cifra calificada de insuficiente en su momento- se obtuvo 1,3% solamente, luego de un primer semestre en que el PIB solo creció 0,6%. Las fuertes restricciones financieras externas fueron el factor determinante en estos resultados, que ahora pueden apreciarse en los diferentes sectores de la economía.

Las exportaciones de bienes, como generador fundamental de ingresos del país, se redujeron en -6,8%, mientras que el recorte de las importaciones fue de -11.2%, pasando de un 19,1% del PIB en 2013 a 14,3% el pasado año. Esta reducción mayor de las importaciones hizo que el desbalance comercial de bienes se redujera en 1 280 millones de dólares de 2013 a 2014, cifra a la que –presumiblemente- no se encontró financiamiento posible y que nos está indicando parte del volumen de divisas del que no se dispuso el pasado año.

Por otra parte, el turismo como parte de la exportación de servicios creció 5,3% rebasando la cifra de tres millones de visitantes, aunque los ingresos brutos aumentaron solo 2,1%, lo que revela la tendencia a la reducción del gasto por turista/día aún presente, con una mejoría en el índice de ocupación, que pasó de 54,6 a 57,1% entre 2013 y 2014.

La contracción de los recursos disponibles impactó también en las inversiones, que se redujeron de 5 191 a 4 729 millones de pesos, para una caída de -8,9%, con una contracción del -24,6% en el componente de equipos. No obstante, no debe obviarse que en el ámbito de la política inversionista del país durante el pasado año se adoptaron significativas decisiones para impulsar la inversión extranjera, cuyo impacto solo comenzará a reflejarse durante 2015, cuando se prevé un incremento del 28,7% en el volumen de inversiones.

Igualmente, la ejecución del presupuesto previsto para el pasado año se vio afectada por el descenso en los niveles de actividad, a lo que se suman decisiones tales como el incremento de los salarios del personal de salud, que elevó los gastos de este sector en 33%. De este modo, de un déficit previsto de 3 890 millones de pesos, para un 4,1% del PIB, se alcanzó un desbalance de 5 563 millones, lo que representa el 6,8%. No obstante, la cobertura del 70% de ese déficit con títulos de deuda pública que cubren los créditos otorgados por el Banco Central de Cuba al Ministerio de Finanzas y Precios, permite manejar mejor el desbalance en comparación con la emisión monetaria que se empleaba anteriormente para ese propósito.

La decisión de incrementar los salarios de los trabajadores de la salud –decisión justa y justificada económicamente, tomando en cuenta el aporte que realizan a la balanza de pagos del país- se reflejó en el crecimiento del salario medio, que pasó de 471 pesos en 2013 a 584 pesos en 2014, para un aumento de 24%.

Lógicamente, esta medida alteró la correlación salario medio/productividad durante 2014, pero la decisión misma entraña una valiosa enseñanza. En efecto, se muestra en este caso que cuando excepcionalmente existen argumentos que violenten la proporción macroeconómica del salario con la productividad de forma puntual, se justifica su aplicación, ya que la medida redundará en beneficios superiores, más allá del momento en que se ejecute.

Como consecuencia de lo anterior también se elevó la proporción de la liquidez en manos de la población en relación con el PIB, que alcanzó 47,1%, frente a 41,8% en 2013, pero se mantiene en un rango controlable.

En términos laborales, el desempeño de 2014 resultó favorable al reducirse la tasa de desempleo de 3,3 a 2,7% en relación con el año precedente. Por otro lado, la correlación del empleo no estatal en el total se estima ya superior al 27%, con 478 951 trabajadores por cuenta propia -el 9,6% del total de ocupados- y se computaban 345 cooperativas no agropecuarias al cierre del pasado año. El 38% de estas se dedica a actividades comerciales, el 25% a la gastronomía, el 17% a la construcción y el 14% a actividades industriales.

Revisando la estadística económica de 2014 (II)

Como se destacó anteriormente en otros trabajos, durante el pasado año la economía cubana resultó afectada por tres factores: escasez de divisas, factores climáticos y deficiencias en la gestión económica.

El magro crecimiento del 1,3% logrado fue el resultado de diversas dinámicas en la actividad económica de los distintos sectores que inciden en el Producto Interno Bruto (PIB).

En tal sentido, la agricultura resultó afectada por una fuerte sequía que incidió en el arroz y la caña, entre otros cultivos. No obstante, se obtuvo un incremento de 2% en el valor agregado agrícola, aunque la cifra resulta inferior al 4,7% logrado en 2013.

Entre las principales producciones se destaca el crecimiento de 12% en las viandas, con un desempeño destacable del 45% en la malanga, que compensa parcialmente la reducción en la producción de papas a partir de la ausencia de recursos para importar el paquete tecnológico que este último cultivo supone.

También crecieron 3,8% las hortalizas y 1,5% los frijoles, en tanto se reducía en 14,3% la producción de arroz y bajaba 42% la producción de cítricos, afectada desde hace varios años por plagas y otras dificultades. En la ganadería se mantuvo aproximadamente al mismo nivel la producción de leche, pero descendió 3,7% la de huevos -presumiblemente por dificultades con el pienso importado-, mientras que la captura pesquera aumentaba 1,9%.

El sector industrial no azucarero, que presenta un mayor nivel de dependencia en cuanto a las importaciones, registró una caída de 3,6%. No obstante, algunas ramas de aseguramiento del sector agropecuario registraron incrementos, tales como la producción de fertilizantes (47%) y la de piensos (10,8%). Creció también la fabricación de tejidos, en 29,7%, y entre los alimentos industrializados aumentaron la carne de cerdo en bandas (8,8%), la leche evaporada (10,8%) y el arroz elaborado (3,8%). A partir de esta contracción en el sector, se prevé recuperar el ritmo con un crecimiento de 11,2% en la industria durante el presente año.

Por su parte, la industria azucarera -que enfrenta una fuerte descapitalización- continuó su gradual recuperación luego de la caída registrada en 2010, cuando la zafra descendió a 1,1 millones de toneladas solamente. En el pasado año se obtuvo un crecimiento de 4,2%, aunque el plan de la zafra se cumplió solo al 88%, tras fabricarse alrededor de 1,6 millones de toneladas de azúcar. Para la presente cosecha se ha previsto un crecimiento de 20%, lo que llevaría la zafra a 1,9 millones de toneladas de crudo, aunque con precios que muestran una tendencia a la baja.

El otro sector que se vio afectado en 2014 fue el de la construcción, que descendió 2,3%, con caídas en la producción de cemento (-4,8%), barras de acero (-2,3%) y también en techos metálicos y de asbesto cemento. Por otro lado, la construcción de viviendas se mantuvo en una cifra similar a la de 2013, pero que no recupera el descenso en el ritmo de fabricación, que está 21,4% por debajo del promedio de los últimos cinco años.

En la infraestructura hay un ligero crecimiento en la generación de electricidad, gas y agua. Se mantuvo una estructura de generación con 60,6% en las termoeléctricas y 20% en los grupos electrógenos. También el consumo eléctrico continuó descendiendo en el sector estatal (-0,8%), pero creció 3,5% en el residencial, aunque las cifras de este último cubren actividades productivas y de servicios del sector privado y cooperativo de la población que deben ser segregadas para tener una visión más precisa de lo que es el consumo no productivo.

Aparte de los ya mencionados, los sectores que muestran un mejor desempeño en términos de crecimiento del valor agregado son el comercio, que crece 3,2%, con un incremento del 2% en la circulación mercantil minorista de bienes; hoteles y restaurantes (+3,1%), y servicios empresariales e inmobiliarias (+4,9%).

Los resultados económicos del pasado año pusieron de manifiesto claramente que el país debe trabajar para reducir los adeudos externos, logrando -a su vez- los flujos de recursos indispensables para asegurar la importación requerida con vistas a satisfacer la producción basada en la actual estructura económica del país.

En este sentido, el reforzamiento de una política financiera externa más proactiva en el 2015, favorecida por un escenario de normalización de relaciones con Estados Unidos -que impacta favorablemente en las relaciones económicas externas-, debe asegurar el impulso al turismo, el acceso a nuevas facilidades crediticias externas y la inversión extranjera, que resultan elementos claves para lograr el inicio de tasas de crecimiento mínimas de 4 a 5% que aseguren una senda de desarrollo sostenible a corto plazo. 

* El autor es asesor del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial

Cuba
La Habana, 24 jul (Prensa Latina) La empresa importadora Mesol de la cadena hotelera española Meliá facilitará las operaciones de los hoteles de dicha firma en este país, señaló hoy un comunicado oficial. Ind...
Lo último
La Columna
La Revista