Alberto Mas, corresponsal de Cubainformación en Buenos Aires.- Veinte mil, veinticinco mil, difícil de determinar, era una marea de pueblo reunida para escuchar a Silvio Rodriguez en el popular barrio de Villa Lugano, en el sur olvidado de la Capital Federal Argentina.
Silvio recibió un baño de amor popular, prodigado por una multitudinaria concurrencia que resistió estoicamente todos los inconvenientes para escuchar al ídolo de la trova cubana.
La casualidad o la causalidad, recordemos que las brujas no existen, pero que las hay las hay, luego de una tarde donde una variada cantidad de bandas de rock participaron en un concurso, que la banda soporte Murumba, la Colmenita del Sur, el poeta Jorge Boccanera y el dúo matanzero que acompaña a Silvio actuaran con un sonido impecable, en el preciso momento que iba a iniciar los acordes de su primer canción, el audio desapareció. Con nuevos cables y luego de una larga espera matizada con cánticos populares que denunciaban al multimedio hegemónico Clarín y vivaban a Cuba y su Revolución, donde nadie se movía de su sitio, inició su concierto el extraordinario Silvio Rodriguez, el trovador, el cantautor.
Rememorando sus actuaciones en los barrios populares de Cuba, desplegó todo su arte en la Plaza Martí, enmarcado por los edificios de los complejos habitacionales Lugano I y II, rodeado de una masa de heterogénea composición generacional, predominante de jóvenes, pero también de esas generaciones setentistas y ochentosas que al calor de las canciones de esa trova de la que Silvio es su mascarón de proa, resistieron en la lucha contra las dictaduras y construyeron éste proceso de recuperación nacional, popular y democrático, hasta algún anciano en silla de ruedas que no quiso perderse de ver a éste verdadero ídolo latinoamericano que encarna para muchos, la verdadera revolución cultural que nos lleva a construir un mundo mejor.
Silvio recibió dos distinciones, una de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Plata
y otra de las agrupaciones del barrio de la mano del diputado Horacio Pietragalla (hijo de desaparecidos, apropiado de bebe por un teniente general y nieto recuperado N° 75) para luego iniciar su concierto, que aclaró sería el mismo que llevó a cabo en el Luna Park para quienes habían abonado una entrada cuyo costo era importante para el público medio.
Una noche inolvidable para miles de argentinos, que recibieron en su patria chica, en su territorio, en la plaza del barrio a su ídolo y cantaron junto a él las canciones que reflejan la solidaridad, el amor, la paz, la coherencia, la equidad, la justicia de un pueblo que brinda al mundo lo mejor que tiene y comparte lo que tiene, de esa Cuba tan querida, tan respetada y tan ansiada, y Silvio Rodriguez transmitió todo eso y mucho mas. Gracias Silvio.
Grupo Murumba
El grupo Murumba acompañando las reivindicaciones de la mujer originaria
La Colmenita del Sur también dijo presente en el escenario del barrio de Lugano
Desde Matanzas acompañando a Silvio
El poeta y escritor Jorge Boccanera también dijo presente en el barrio Lugano
Silvio canta en el barrio Lugano I y II en Buenos Aires
Toda la magia de Silvio en el escenario de la Plaza Martí en el Barrio Lugano
Un mar de gente se volcó a la Plaza José Martí en el Barrio Lugano para escuchar a Silvio