Prensa Latina.-El gobierno estadounidense aprobó la construcción de un taller para preservar el legado cubano de Ernest Hemingway (1899-1961), informó hoy aquí el museo capitalino erigido a la memoria del Premio Nobel de Literatura 1954.
Esa decisión responde al pedido que realizó la Fundación Finca Vigía, Estados Unidos, a la alta dirección de su país, dijo a Prensa Latina la directora de la institución cultural y presidenta del comité organizador del XV Coloquio Internacional Ernest Hemingway, Ada Rosa Alfonso.
Sin ofrecer más detalles, Alfonso adelantó que en breve comenzarán a llegar a la isla cuatro contenedores con materiales para hacer realidad ese proyecto, que prevé conservar el legado del novelista estadounidense.
Al evaluar las relaciones de colaboración entre el Museo cubano y la Fundación norteamericana, la calificó de altamente positiva y muy valiosa.
"Con ello, se trata de preservar todo lo relacionado con el Premio Pulitzer en Finca Vigía, ubicada en el capitalino municipio de San Miguel del Padrón, donde el también periodista vivió durante 21 años.
Además, añadió, en esa hacienda él escribió una parte numerosa de sus títulos, como su obra cumbre El viejo y el mar.
Alfonso elogió que en la actualidad se restauran documentos originales, y se digitalizan los archivos, pero que todavía es un proceso en marcha.
A propósito de ello, destacó la contribución de expertos de otras naciones en el adiestramiento de los especialistas nacionales en pos de garantizar la calidad del trabajo.
El XV Coloquio Internacional Ernest Hemingway se celebra aquí desde el día 18 y hasta mañana en el capitalino Palacio O'Farril con la participación de estudiosos de la vida y obra del autor de Por quien doblan las campanas, procedentes de seis países.
La cita conmemora el aniversario 80 de la primera publicación de la obra Las verdes colinas de África, así como el 90 de En nuestro tiempo, ambas del novelista estadounidense.
Hemingway tuvo una larga vinculación afectuosa con la mayor isla de las Antillas, adonde llegó por primera vez en 1928. Tanto es así, que el lauro de la Academia sueca se lo dedicó a este país.