teleSUR.- En su último día de visita oficial a Cuba el papa Francisco sostuvo un encuentro con familias de la isla caribeña en la catedral de Santiago. El sumo pontífice celebró una misa en el templo de Nuestra Señora de la Asunción donde agradeció el cariño mostrado por el pueblo durante su estancia.
Mensaje del Papa Francisco al General de Ejército, Raúl Castro Ruz, emitido durante su vuelo hacia EE.UU.
En el mensaje, el Sumo Pontífice expresó su profunda gratitud al presidente Raúl Castro y a todo el pueblo cubano por la calurosa bienvenida
Papa Francisco - Foto: Estudios Revolución
Mensaje desde ALITALIA 4001, para su excelencia Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba, La Habana:
“Tras mi partida de Cuba, quiero expresar mi profunda gratitud a su excelencia y a todo el pueblo cubano por su calurosa bienvenida al país”.
“Invoco la bendición de dios todopoderoso sobre todos ustedes y les prometo mis plegarias por su paz y prosperidad.
“Gracias cubanos por hacerme sentir todos estos días en familia, por hacerme sentir en casa”
Muy agradecido se despidió el Papa Francisco de los cubanos. El General de Ejército Raúl Castro lo despidió en el aeropuerto internacional Antonio Maceo de Santiago de Cuba
Eduardo Palomares Calderón - Diario Granma
SANTIAGO DE CUBA.—Un agradecimiento a todos los cubanos por haberlo hecho sentir todos estos días en familia, por haberlo hecho sentir como en casa, transmitió el Papa Francisco desde esta ciudad, donde al término de su visita a Cuba fue despedido por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, en el aeropuerto internacional Antonio Maceo.
El primer saludo de la memorable jornada entre ambos, tuvo lugar temprano en la mañana en la Basílica Menor del Santuario de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, a donde, como lo había hecho durante las dos primeras en La Habana y Holguín, el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros asistió a la tercera misa oficiada en Cuba por el Jefe de Estado del Vaticano.
Cumpliendo el anhelo expresado en el mensaje enviado con motivo de este viaje, “como un peregrino más, como un hijo que está deseoso de llegar a la casa de la madre”, se dirigió Su Santidad a la Virgen, en palabras que hubiesen bastado para despertar el respeto y cariño que a lo largo de estos cuatro días recibiera.
“La Patria cubana —dijo— nació y creció al calor de la devoción de la Virgen de la Caridad. ‘Ella ha dado una forma propia y especial al alma cubana’ —escribían los Obispos de estas tierras— suscitando los mejores ideales de amor a Dios, a la familia y a la Patria en el corazón de los cubanos”.
“Como María —añadió más adelante—, queremos ser una Iglesia que sirve, que sale de casa, que sale de sus templos, de sus sacristías, para acompañar la vida, sostener la esperanza, ser signo de unidad. (…) Como María, queremos ser una Iglesia que sepa acompañar todas las situaciones ‘embarazosas’ de nuestra gente, comprometidos con la vida, la cultura, la sociedad, no borrándonos, sino caminando con nuestros hermanos”.
En agradecimiento, compartido sin duda por la mayoría de los cubanos dentro y fuera del archipiélago, el Arzobispo de Santiago de Cuba, Monseñor Dionisio García Ibáñez, dio las gracias por la oración del Sumo Pontífice a la Virgen “en nombre de la Iglesia que está en Cuba y de los cubanos que la veneramos como Madre y Patrona”.
“Es también para nosotros motivo de gozo, Santo Padre, que con esta misa que usted ha presidido haya quedado inaugurado el Año Jubilar Mariano con motivo de los 100 años de la proclamación de la Virgen de la Caridad como Patrona de Cuba, por el Papa Benedicto XV, a petición de los mambises y de nuestro pueblo. Este Año Jubilar concluirá el 24 de septiembre de 2016”, destacó.
Una copia del histórico documento enviado por veteranos de la Guerra de Independencia a Benedicto XV, le fue entregada por dos niños al Papa Francisco, poco antes de que al recorrer la Plaza Mariana que circunda el Santuario volviera a saludar a Raúl y otros dirigentes de nuestro país, así como a creyentes y no creyentes congregados en los exteriores.
Con mayor intensidad que el cálido recibimiento tributado a su llegada la víspera, Su Santidad fue saludado durante el trayecto que separa a El Cobre del entronque de Melgarejo en la Carretera Central, y aún más durante el recorrido por esta ciudad de medio millón de habitantes, que prácticamente desbordó las vías tomadas por el vehículo papal.
Sitios tan significativos como hospitales maternos, oncológico, infantil y el clínico quirúrgico provincial Saturnino Lora, como el otrora Cuartel Moncada asaltado por la Generación del Centenario encabezada por Fidel, los bustos de los generales santiagueros de la Guerra de Independencia y la emblemática Plaza de Marte, incluyó el trayecto hasta el céntrico Parque Céspedes.
Visiblemente impresionado penetró el Obispo de Roma en la totalmente restaurada Santa Basílica Metropolitana Iglesia Catedral de Santiago de Cuba, para sostener un memorable encuentro con familias cubanas, donde como en otros sitios visitados fueron los niños los máximos protagonistas del emotivo momento.
El Sumo Pontífice disertó sobre los valores de la familia y el hogar, el cuidado de los ancianos, la formación de niños y jóvenes, y el especial sentido de la maternidad, con un magisterio en sus palabras que las convierten en lecciones de las cuales ninguna generación puede prescindir.
La familia no es un problema. Sin familias, sin el calor del hogar comienzan a faltar redes. La familia es escuela de humanidad, es una bendición, definió, momentos antes de dirigirse al atrio de la Catedral para bendecir a la ciudad por sus recién cumplidos 500 años de existencia.
“Quisiera decir unas palabras de esperanza —dijo a los santiagueros y santiagueras presentes en el Parque Céspedes—. Los abuelos son nuestra memoria viva. Los niños y los jóvenes, son la fuerza de un pueblo. Un pueblo que cuida a sus abuelos, y que cuida a sus niños y a sus jóvenes, tiene el triunfo asegurado”.
Como culminación de la intensa carga de emociones, a lo largo de los casi siete kilómetros que separan la Iglesia del aeropuerto, Su Santidad recibió tan cálida despedida que tal vez haya sido la causante de la llovizna regalada en la tarde.
En la losa de la terminal aérea aguardaba la llegada de la comitiva papal el General de Ejército Raúl Castro, junto al primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel; el presidente del Parlamento cubano, Esteban Lazo; el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, y el Historiador de La Habana, Eusebio Leal.
El adelanto a la hora fijada para la partida hacia la capital de los Estados Unidos de Norteamérica, propició en el salón de protocolo un ameno intercambio, hasta que poco antes del mediodía Raúl y el Papa Francisco se despidieran con un estrechón de manos y muestras de simpatía y agradecimiento al pie de la escalerilla de la aeronave.
Despide Raúl Castro al Papa Francisco
Desde la oriental ciudad de Santiago de Cuba, el jefe de la Iglesia Católica partió hacia Estados Unidos, donde permanecerá hasta el día 27 de septiembre
Enrique Milanés León - Diario Granma.- El presidente cubano, Raúl Castro Ruz, encabezó al mediodía de este martes, en el Aeropuerto internacional Antonio Maceo, de Santiago de Cuba, la despedida oficial al Papa Francisco, quien culminó en esta ciudad su estancia en la Isla, iniciada en La Habana el 19 de septiembre, y partió hacia Washington, capital de Estados Unidos, a continuar la que se considera una misma misión pastoral.
En la ceremonia, efectuada tras la cálida despedida popular de los santiagueros en el camino del Papa a la terminal aérea, se escucharon los himnos nacionales de Cuba y del Vaticano y se le rindieron a Francisco los honores que le corresponden como jefe del Estado Vaticano.
Como había ocurrido en el recibiendo oficial, el presidente cubano saludó a los acompañantes del Santo Padre y este a su vez hizo lo mismo con importantes autoridades y personalidades cubanas y extranjeras que acudieron a la despedida.
Hasta la misma escalerilla del avión de Alitalia que transporta a Francisco, Raúl sostuvo un cálido diálogo con el distinguido visitante, tercer Papa que está en Cuba en apenas 17 años, pues primero lo hicieron Juan Pablo II, en 1998, y Benedicto XVI, en 2012.
Como había anunciado, Raúl Castro asistió, en La Habana, Holguín y El Cobre (Santiago de Cuba) a las tres misas oficiadas por el Sumo Pontífice.
Francisco arribará en la tarde de este 22 de septiembre a Estados Unidos, donde se entrevistará con el presidente Barack Obama y agregará, a sus distinciones como primer Sumo Pontífice latinoamericano y primer jesuita en alcanzarlo, la de ser también el primero que hablará ante el Congreso norteamericano.
Las autoridades estadounidenses han preparado el recibimiento a Francisco, quien desembarcará en la base militar de Andrews, estado de Maryland, en las afueras de Washington D.C., donde el presidente Barack Obama le esperará personalmente, en un gesto reservado a muy pocos visitantes.
El miércoles 23, el presidente Obama dialogará con Francisco en el Despacho Oval de la Casa Blanca y en la tarde el Papa conocerá el Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción.
Un día después, el Sumo Pontífice se reunirá con el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano católico John Boehner, uno de los principales adversarios de la administración Obama. Luego, el Papa intervendrá en una sesión conjunta del Congreso estadounidense.
Se espera que asuntos como las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, el discutido acuerdo sobre el programa nuclear de Irán, el aborto y la lucha contra el cambio climático estén en la agenda de Francisco durante su estancia en Washington.
Analistas consideran que Francisco pudiera erigirse en un potente aliado de Obama, dado su papel en el acercamiento con La Habana y las coincidencias de ambos en temas como las desigualdades económicas, la inmigración y el cambio climático. El día 25, el Sumo Pontífice pronunciará en Nueva York un discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas.
Según lo previsto, Francisco celebrará misa el 26 de septiembre en Filadelfia, el 27, antes de regresar a Roma, participará en el Encuentro Mundial de las Familias, un asunto al que dedica mucho tiempo y energías de su ejercicio pastoral.