teleSUR.- El Grupo de Danza Contemporánea de Cuba volverá a los escenarios de México con la puesta en escena de Carmina Burana. La agrupación dancística presentará esta obra en el Auditorio Nacional, gracias a la cual ganó en 2009 un reconocimiento a las artes escénicas.


 

Danza Contemporánea de Cuba presentará Carmina Burana en México

La Habana, 5 oct (PL) Danza Contemporánea de Cuba (DCC) partió rumbo a México para representar en el Auditorio Nacional su versión de la obra Carmina Burana, ganadora allí en 2009 del Premio Luna, de las Artes Escénicas.

La obra podrá apreciarse el 8 y 9 de octubre en la más importante plaza de espectáculos de ese país, con capacidad para 12 mil espectadores.

Esta puesta involucra un telón de fondo de pantallas LED y una más pequeña circular en el centro, donde proyectan un video de contenidos diversos, desde el origen del universo y parte del acontecer actual en una calle cualquiera hasta la posible destrucción de todo lo que conocemos.

La comunión entre los planos físico y espiritual parece ineludible en una pieza que apunta a desgarrar el alma de cualquiera, y los bailarines lo asumen con fuerza y convencimiento.

Carmina Burana es una oda a la vida del hombre en este mundo, aseguró a Prensa Latina su coreógrafo Georges Céspedes.

A mí a la hora de crear me atrae el mundo intelectual, porque todo parte de imágenes, a partir de ellas yo voy a la herramienta que necesito, espiritual o física, pero generalmente hay un intelecto que se conecta con una parte emocional y nos lleva a lo físico. El instrumento final es el cuerpo, dilucidó el joven cubano.

Tras un ensayo general de la puesta en Cuba, constatamos que Carmina Burana es un espectáculo colosal al que no le falta nada, contiene solos, dúos, tríos, cuartetos, quintetos, sextetos, septetos, un cuerpo de baile arrollador, un vestuario sobrio con motivos medievales y un diseño de luces en función de catapultar la intensidad.

Para completar el elenco, la producción incluye 68 músicos, un coro de 100 voces, 35 niños cantores y tres cantantes de tesituras específicas: un barítono, una soprano y un contratenor, según puntualizó el director de DCC, Miguel Iglesias.

Este año, como invitado de la compañía, regresó el estelar bailarín estadounidense Rasta Thomas, alguien cuya afabilidad le permite integrarse como uno más.

Al compás de la desgarradora música de Carl Orff, los bailarines disimulan el dramatismo interior para integrarse a la coralidad como un deber, un inevitable para todo habitante de un templo.

En realidad, de templos está lleno el planeta, bajo múltiples denominaciones y estilos, pero a Céspedes le interesan los seres humanos, lo que tienen dentro, así que con sumo placer incursiona en ansiedades internas y plantea escenas con una sensualidad hermosísima.

Una vez más, la compañía derrocha virtuosismo y las ejecuciones técnicas de las mujeres incluyen idénticas secuencias a las de los hombres, cargadas de muy diversos tipos, ejecutadas de manera natural por ellas, con la férrea voluntad de eclipsar cualquier distinción por género.

Otra decisión merecedora de realce en esta coreografía es el diseño en el espacio, porque influye en la dinámica, sufraga el énfasis emocional, la puesta no lograría el mismo efecto sin ese trazado.

La Carmina Burana de DCC es una obra colosal que remoza el prestigio de una compañía de 57 años de fundada, capaz de equilibrar juventud y madurez, y distinguida por un sello propio, mezcla de técnica afilada y carácter, con una mirada felina intimidante, que según el director Iglesias para él deviene esencial en un bailarín.

Danza Contemporánea de Cuba: una clase de arte

José Ernesto González Mosquera - Cuba Contemporánea.- Por cuatro noches Danza Contemporánea de Cuba ofreció funciones en el teatro Mella de La Habana para celebrar su aniversario 57. Al finalizar cada velada no fueron pocos los asistentes que coincidieron en señalar a la compañía, fundada por Ramiro Guerra y desde hace tres décadas dirigida por Miguel Iglesias, como la más estable y segura dentro del panorama danzario nacional.

Sin ese ánimo de absolutismo que muchas veces permea a las audiencias (por aquello de los gustos enfáticos de los fans), sin dudas Danza Contemporánea se ha erigido en escuela y camino a seguir. No se trata de simple chovinismo barato, sino de hechos concretos.

La compañía cubana lleva, en apenas diez meses, siete estrenos coreográficos, repuestos, revisados con madurez y pertinencia por sus creadores y el cuerpo de maîtres. No todas las compañías del país, ni incluso las más prestigiosas, pueden decir lo mismo.

Además, ha mantenido, a lo largo de los años, el mismo altísimo nivel de exigencia y excelencia en sus puestas, con la capacidad técnica y artística para afrontar los más disímiles estilos sin que esto afecte la calidad del producto que se presenta.

Hay que agregar que no se trata de propuestas estancas o lineales. Por el contrario, cada pieza estrenada tiene el sabor del enriquecimiento estilístico, coreográfico y danzario, para un cuerpo de bailarines entrenado, con capacidades y con ansias de trabajar.

Entrar a la sede de Danza Contemporánea de Cuba supone todo un suceso de experimentación. Los bailarines trabajan con sus maestros y ensayadores desde bien temprano en la mañana, conviven y son, a pesar de su juventud, uno solo. Como muchos de ellos dicen: la compañía es su familia.

Lo más interesante de esta compañía es que no se regodea en sus éxitos ni piensa que lo ha logrado todo. Por el contrario, estos 57 años han sido de un trabajo evolutivo ininterrumpido bajo una sola premisa: no descansar.

Quedó demostrado en las funciones del teatro Mella. Dos programas diferentes, un estreno y la presentación como bailarín invitado de una súper estrella de la danza mundial.

Volvieron a escena El cristal, de Julio César Iglesias; Matria Etnocentra, de George Céspedes, y Reversible, firmado por la coreógrafa belga-colombiana Annabelle López Ochoa.

Haciendo un balance rápido por estas piezas debemos atender a dos conceptos: armonía y transgresión. Y hay que tener en cuenta que cada obra la presenta a su manera.

En El cristal, Julio César vuelve a mostrarnos sus credenciales como creador, ya reconocibles para quien haya seguido parte de su obra. Julio mueve a sus bailarines según los sienta, no se rige por burdos esquemas o figuras establecidas. Eso y su relación cercana con la creación musical y su trabajo como bailarín en el extranjero, le han permitido enriquecer su cosmovisión coreográfica.

El cristal es una coreografía ruda, asfixiante si se quiere, pero que a la vez ofrece un balance con lo más íntimo de nuestra alma, dejándonos desprovistos de protección, llegando a lo más íntimo de nuestro ser.

Matria Etnocentra, por su parte, es una coreografía de George Céspedes, a quien ya le hemos dedicado espacio en esta publicación. George es un creador polémico y esta pieza no es la excepción, ni pretende serlo. Las simbologías y los paralelismos están claros para un ojo suspicaz.

La pieza es la bendita intención de mostrar nuestra identidad cubana bajo la lupa de su creador, algo que ya venía desarrollando con las piezas anteriores de esta trilogía: Mambo 3XXI e Identidad a la -1.

Esta coreografía vuelve a valerse de las sonoridades populares, o mejor dicho, a fusionarse y servirse de lo popular para adentrarse en lo contemporáneo. Sin embargo, George sí respeta y usa la estructura formal para explotarla y sobredimensionarla.

Nos queda entonces Reversible, de Annabelle López Ochoa, quien volverá en diciembre a La Habana para montar una nueva pieza con la compañía. La coreografía nos muestra un viaje al ser humano, mezclando la danza contemporánea con vestigios de lo clásico y del folclore africano. Intenciones que varían y mutan la línea danzaria para establecer el diálogo con el género, la unión de la humanidad y las formas de relación social que nos caracterizan.

Además, claro está, hubo tiempo para estrenar. No puede pasar un aniversario sin que Danza Contemporánea de Cuba estrene, al menos, una obra. Esta vez la invitada fue la maestra catalana Angels Margarit Viñals, con una pieza basada en los 24 caprichos para violín del maestro Niccolò Paganini.

Otros caprichos es una suerte de rejuego danzario basado en la música de Paganini. La música es alma matriz de los movimientos y las intenciones. Esta y otras fórmulas ofrecen una plasticidad pasmosa y aportan enriquecimiento danzario a los bailarines de la compañía.

Como momento especial de las celebraciones, el Primer Bailarín Internacional Rasta Thomas y el regalo de dos solos interpretados por él para la compañía. Thomas trajo todo su arsenal técnico e interpretativo para prender fuego a la escena del teatro Mella con Gimme All Your Love, de Brandon Russel, en calidad de estreno mundial, y Bumble Bee, de Milton Myers.

Danza Contemporánea de Cuba celebra sus 57 años pero no se duerme en los laureles, como dice el refranero popular cubano. Apenas terminan sus funciones y comienzan los ensayos de la obra Carmina Burana, con la que se presentará en México próximamente.

Cuba
Cubadebate.- El proyecto tiene una sólida vocación social. (Foto: Quisicuaba)....
Betty Beatón Ruiz - trabajadores.cu.-  El reconocimiento a fundadores y el estímulo a quienes por diversas razones ya no estarán en la instalación distinguió el acto de celebración por el aniversario de ...
Canal Caribe Alterno - La Sala Villena de la sede nacional de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) acogió el homenaje a la poeta y ensayista Nancy Morejón, quien este 7 de agosto celebrará su cumplea&ntil...
Lo último
Contribución de UNFPA con Cuba
Canal Caribe Alterno.- Quienes acompañan a UNFPA también experimentan de un crecimiento no solo profesional, sino también personal. Y bien lo saben Dixie Edith Trinquete Díaz, doctora en ciencias demográficas, ...
Ver / Leer más
Hipernormalización
Rosa Miriam Elizalde - Juventud Rebelde.- HyperNormalisation (2016), documental de culto del cineasta británico Adam Curtis, sostiene que los gobiernos, los financieros y los utópicos tecnológicos han renunciado al inte...
Ver / Leer más
La Columna
Hablemos sobre Venezuela
.Normalmente, antes, durante y post, al realizarse un evento electoral en Venezuela, recrudece la jauría mediática nacional e internacional, con mentiras, tergiversaciones, maldad, manipulación, entre otras sobre Venezuela, que e...
La Revista