Las guaguas Dianas han sido incapaces de resolver el problema de la transportación en Santa Clara. Se trata de la posibilidad real de utilizar una buena parte de las guaguas de la UEB Transmetro, cuyo encargo social es la transportación de los trabajadores del turismo, a lo cual pudieran adicionar de manera legal y organizada, el movimiento de pasajeros en rutas muy puntuales.

Ángel Freddy Pérez Cabrera - Granma - VILLA CLARA.—Mientras miles de villaclareños, en especial los residentes en la capital provincial, se trasladan hoy hacia sus centros de trabajo o estudio, a como sea, utilizando para ello el deficiente transporte urbano disponible u otros medios alternativos, ya sea a través de los puntos de recogida, motonetas y hasta carretones de caballo; decenas de guaguas que deslumbran por su confort y calidad esperan a que las autoridades competentes acaben de ponerse acuerdo sobre la mejor manera de acceder al combustible que necesitan esos equipos para moverse.

 


Y si alguien pudiera pensar que a estas alturas del año resulta cosa de locos solicitar más petróleo o gasolina, fuera de cualquier planificación, sería bueno decirle que ese recurso existe en el territorio, solo se necesita acortar los trámites imprescindibles para paliar uno de los problemas más perentorios que tiene actualmente la población.

Se trata pues, de la posibilidad real de utilizar en Santa Clara y sus municipios adyacentes, una buena parte de las guaguas de la UEB Transmetro radicadas en el territorio, cuyo encargo social es la transportación de los trabajadores del turismo, a lo cual pudieran adicionar de manera legal y organizada, el movimiento de pasajeros en rutas muy puntuales de la capital provincial, e incluso a otros lugares de la geografía villaclareña.

Sobre el particular, Granma entrevistó a varias personas vinculadas al tema, quienes explicaron par­te de los entramados hilos de esa ma­deja, que ha estado dilatando una posible solución y un mejoramiento de la transportación popular en la provincia.

CAUSAS Y AZARES DEL TRANSPORTE EN SANTA CLARA

En los últimos años, en Santa Clara se ha producido un notable crecimiento de las personas que a diario se mueven para asistir al trabajo, los centros hospitalarios, de servicios o a las múltiples escuelas, internas o seminternas existentes; a lo cual debe sumársele la abundante población flotante que acude a esta urbe en cada jornada.

Así por ejemplo, en la ruta que conduce a la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, además de ese prestigioso centro donde estudian hoy más de 6 000 alumnos, radican otras escuelas como la Ciudad Escolar Comandante Ernesto Che Guevara, el Politécnico Lázaro Cárdenas, la Escuela de Profesores de Educación Física Pedro María Rodríguez y una escuela de arte, sin contar otros centros científicos o productivos ubicados en la zona, como la Empresa Textil Desembarco del Granma.

Según Javier Medina Gómez, jefe técnico de la base de ómnibus urbanos de Santa Clara, de los 68 equipos con que cuentan en la actualidad, —la mayoría de los cuales se encuentra paralizado—, con excepción de las Diana, el resto tiene más de 15 años de explotación.

En el caso de las 30 guaguas Diana que ha recibido la provincia, un promedio de diez, y a veces más, se rompen a diario, motivado por desperfectos en la caja de velocidad, el cloche, los frenos o los cranes, entre los problemas más frecuentes, explica el funcionario.

En el caso de las Mercedes Benz, de 18 equipos, solo laboran entre cuatro o cinco cada día, con una respuesta casi nula a las solicitudes de piezas de repuesto por parte de la firma responsabilizada, a cuya adversidad se suma la de los nueve semiómnibus recibidos en los últimos años, de los cuales casi siempre hay cuatro o cinco rotos en el taller.

Otra complejidad, es la crítica situación de las rutas suburbanas, que trasladan a personas hacia lugares más distantes como el Yabú, Manajanabo, la Base Áerea, Suazo o Hatillo, entre otros, adonde solo llegan esos medios de transporte, e incluso, cientos de niños dependen únicamente de esos equipos para poder asistir a sus escuelas, refiere Javier, quien especifica, que aunque tratan de priorizar los referidos destinos, no siempre tienen respuesta para las necesidades.

Un dato revelador aportado por el directivo municipal, es que para satisfacer la demanda de los santaclareños, la entidad debe propiciar unos 840 viajes diarios; sin embargo, en la mayoría de las ocasiones solo pueden dar poco más de 300, en los que transportan entre 300 000 y 350 000 pasajeros del más de un millón 836 000 que tienen como plan cada día.

UN DILEMA SIN SENTIDO

Ante la crítica situación del transporte en la capital villaclareña, son varias las gestiones realizadas por las autoridades del Gobierno en el territorio para atenuar el problema, que como se ha explicado por la máxima dirección del país, por ahora no podrá tener la solución definitiva atendiendo a su complejidad; mas sí puede ser aliviado con iniciativas locales, para las cuales hace falta echar a andar la imaginación y desatar las trabas que impiden su consecución.

Gustavo Pérez Bermúdez, vicepresidente del Consejo de la Ad­ministración en Villa Clara, explica que entre las ideas generadas figuró una que atenuaría de manera considerable las dificultades en la transportación en la cabecera provincial y otros lugares del territorio. Se trata, dijo Gustavo, del empleo en determinados momentos y cuando el Coeficiente de Dis­ponibilidad Téc­ni­ca (CDT) lo permita, de las guaguas de la UEB Transmetro, entidad perteneciente al Grupo Empresarial de Transporte Automotor radicado en La Habana, y que cuenta con todas las condiciones legales y técnicas para acometer la tarea.

Para ello existe el combustible necesario, el cual procedería del dejado de emplear por los ómnibus y semiómnibus de la base de transporte de Santa Clara a causa de las constantes roturas, que como se ha explicado, suma cada día una bue­na cantidad de litros, explicó el vicepresidente.

El procedimiento, de acuerdo con Pérez Bermúdez, podría ser bas­tante rápido. Bastaría que Trans­metro se hiciera cliente de FINCIMEX, entidad a la cual el gobierno situaría el combustible que ellos recibirían a través de tarjetas magnéticas.

“Precisamente ahí ha radicado el problema. Se habló con la dirección de la entidad a nivel nacional para proceder de esa manera y no fue aceptado, sugiriendo que se les diera una cuota fija a través del Mi­nisterio de Economía y Plani­fi­ca­ción”.

Según Pérez Bermúdez ello es ilógico porque al provenir ese carburante de las guaguas rotas, nunca se sabría la disponibilidad real en cada jornada y por eso sugirieron que fuera un trámite operativo.

Queda claro que los mecanismos de control tienen que existir y en ese sentido Transmetro está actuando de acuerdo con las normativas establecidas para evitar el desvío de re­cursos como el combustible —uno de los más codiciados—; sin embargo, es imprescindible, en situaciones puntuales como esta, que afecta diariamente la vida y la economía de miles de personas, que las instituciones involucradas encuentren de con­junto soluciones particulares y los mecanismos legales —que existen—, para poder llevarlas a cabo.

La salida que actualmente propone el Gobierno podría ser un camino, pero pensando juntos qui­zá hallen una vía que sea más adecuada para Transmetro y que permita contribuir a paliar los problemas de transporte de los villaclareños. Además, porque económicamente es incluso provechoso para esa entidad.

Al respecto, Nicolay González Herrera, director de la Em­presa de Transporte en Villa Clara, asegura que aunque el objeto social de Trans­metro es el traslado de los trabajadores del turismo, ellos están autorizados a buscar una parte de la moneda nacional en viajes alternativos, algo que pueden hacer porque tienen el número de guaguas requeridas y el horario se los permitiría.

Sobre el tema recurrimos a Eduardo Herrera Muñiz, director en funciones de la UEB de Transmetro en Vila Clara, quien mostró sus argumentos referentes al controversial propósito.

Acerca del asunto, dijo que su entidad puede prestar servicios a otros clientes más allá de su objeto social; sin embargo, para ello tienen orientado no utilizar el combustible de terceros. En la cuestión de marras, la solución que da su OSDE es que a través del Ministerio de Economía y Planificación, Ómnibus Urbanos ha­ga dejación de ese recurso a favor de Transmetro, quien podrá comprarlo para ser utilizado en los viajes planificados por el go­bierno.

Aclaró además, que con la entrada de nuevos ómnibus, mucho más económicos que los anteriores, tienen mayores posibilidades de prestar el servicio que la población espera, en Santa Clara y también hacia otras cabeceras municipales.

Manifestó igualmente, que no solo durante la temporada baja de turismo dispondrán de un número significativo de guaguas en función de la transportación del pueblo, porque también en el momento de mayor demanda pueden ayudar, aunque en menor medida.

Para acometer la tarea, todo de­pende de que el Gobierno de la provincia y la dirección del Grupo Em­presarial nuestro se pongan de acuerdo para normar la obtención del combustible, asegura Eduardo, quien recuerda los grandes beneficios económicos que traería ese proceder para su unidad empresarial de base.

“Esa decisión nos generaría los ingresos requeridos para cumplir los planes económicos, ya que la transportación del personal que labora en el turismo, ya sea en temporada alta o baja, nos cubre solo entre el 53 y 54 % de los gastos, teniendo que buscar el resto del dinero por otras vías, una de las cuales pudiera ser la mencionada”, reconoce el directivo.

Sobre el particular, Tito Javier Bermúdez Hernández, jefe comercial de la referida UEB, explica que en el pasado mes de septiembre, de un plan de ingreso de 860 000 pesos, solo llegaron a unos 320 000 pesos en ambas monedas, lo cual demuestra la necesidad de buscar otras alternativas para mejorar la economía de la entidad, algo en lo que concuerdan Jorge Luis Her­nández y Jorge Luis García, choferes de Transmetro en San­ta Clara.

Entonces, cabría preguntarse: ¿Cómo es posible que una actividad que puede ser acometida de manera legal y ordenada en beneficio del pueblo, la cual resultaría asimismo rentable desde el punto de vista económico para Transmetro, no haya sido emprendida de manera inmediata?

En tiempos como estos, de grandes retos y complejidades para la nación, es imprescindible no amarrarse a soluciones prestablecidas y, dentro de la legalidad, ser más creativos en la búsqueda de alternativas a los problemas.

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