El irrepresentable paseo de Buster Keaton, por Teatro de las Estaciones.

Norge Espinosa Mendoza - Cuba Contemporánea.- Enero de 1980 marcó un punto de giro para los teatristas cubanos. Dejando atrás una década en la que la escena nacional no tuvo sus mejores momentos, la nueva dirección cultural del país proponía un evento que se añadió desde entonces a la imagen de la Isla como punto de encuentro para los creadores de las tablas. 

El primer Festival de Teatro de La Habana se abrió como un abanico que repasó el pasado y el estado de la manifestación en esa fecha, al tiempo que hacía apuestas hacia el futuro de la misma entre nosotros. Montajes como Bodas de sangre, Yerma, Cecilia Valdés, La vitrina y Andoba obtuvieron los principales lauros, y un colectivo como Teatro Estudio fue celebrado por toda su trayectoria. La edición corrió entre el 19 y el 28 de enero, y con motivo del Día del Teatro Cubano, el 22 -en recordación a los sucesos del Teatro Villanueva, que justifican el porqué de esa celebración en tal fecha-, Roberto Blanco dirigió una reconstrucción de aquellos acontecimientos.

Numerosos artistas e intelectuales, no solo ligados al arte teatral, se unieron en un empeño que propuso sanar heridas, replantearse elementos de la tradición nacional y crecer hacia un nuevo estadio de diálogo con lo mejor de nuestro quehacer en los tablados. El libro memoria que publicó la editorial Orbe dos años después de aquella primera cita confirma el proyecto, acumulando fotos, crónicas, reseñas, textos y estadísticas que ratificaron al FTH como una convocatoria de valía. 

Directores como Bertha Martínez, Roberto Blanco, Vicente Revuelta, Armando Suárez del Villar y tantos otros participaron en aquellas jornadas, que incluyeron desde clásicos nuestros del XIX hasta la dramaturgia más reciente en ese período. Presentaciones de libros, coloquios y exposiciones se añadieron a un evento que tuvo carácter competitivo, y que lo fue hasta que nació, en 1983, el Festival Nacional de Teatro, en Camagüey, con lo cual se reformularon los conceptos del FTH quedando este como una muestra con invitados internacionales, de la que se recuerdan ediciones memorables en 1984, 1986 y 1988. Figuras y grupos tan destacados como Dario Fo, Denise Stoklos, El clú del claun, Graciela Duffau, Franklin Caicedo, La Cubana, Teatro en el Blanco, Mini Theater de Eslovenia, el Teatro Máximo Gorki, Álvaro Solar, Malayerba, el Teatro Estatal Académico Evgueni Vagtángov y muchos más han llegado a La Habana para ser parte de estas 16 ediciones en las que los artistas del patio se unen a los visitantes en un arco que incluye teatro para niños, teatro de figuras, teatro para adultos y expresiones como el teatro callejero, el performance y otras intervenciones.

El Festival carece, a diferencia de otros en el mundo, de una infraestructura poderosa que le permita traer a Cuba producciones costosas. Sus participantes llegan a un país que ofrece, a cambio de sus empeños para gestionar la llegada a La Habana, un público fervoroso y facilidades elementales de producción. Y un contacto real con la nación, su circunstancia y por supuesto su teatro. 

En esta ocasión, la muestra se abre como tributo al director británico Peter Brook y a los 30 años del Teatro Buendía. Brook, a sus 90 años, es un creador de intensa carrera, director de cine, ópera y teatro, autor de varios libros esenciales y un verdadero renovador del arte de la escena. Sus puestas shakesperianas, su Marat Sade, sus revisiones de la Carmen de Bizet, su investigación sobre el teatro sagrado del Oriente con montajes como el célebre Mahabharata, lo singularizan como uno de los grandes genios de esta expresión. Filmes como El señor de las moscas y Moderatto cantabile dan fe de su versatilidad. Uno de sus libros, El espacio vacío, contiene conceptos que han sido básicos para la formación de teatristas de todo el orbe. Documentales y otros materiales se mostrarán en su honor durante estos días ya inminentes.

El Buendía, por su parte, es un grupo esencial de la escena cubana. Fundado por la actriz y directora Flora Lauten a partir de su experiencia como profesora del Instituto Superior de Arte, remodeló y reformó el concepto de lo novedoso en nuestros escenarios con puestas tan atrevidas y experimentales como El Lazarillo de Tormes, El pequeño príncipe, su revisión radical de Electra Garrigó y la no menos radical de Lila, la mariposa. 

Concebido como espacio laboratorio, se asentó finalmente en la vieja iglesia ortodoxa de Loma y 39, y allí, junto a la investigadora, poeta y dramaturga Raquel Carrió, Lauten formó a nuevos actores, luego devenidos directores en varios casos, parte hoy del rostro del teatro nacional. Carlos Celdrán, Nelda Castillo, Antonia Fernández, José Antonio Alonso, son rostros en la historia del Buendía, reconocibles en las imágenes de La cándida Eréndira, Safo, Las ruinas circulares, Las perlas de tu boca, Otra tempestad, Bacantes, La vida en rosa, Monigote en la arena, Woyzeck, Charenton y tantas puestas que son la historia de un grupo al que alguna periodista sugirió “guardar algunas imágenes para el próximo espectáculo”, durante uno de los debates que el grupo también ha desatado. Esas imágenes alimentan ahora la nueva edición del Festival de Teatro de La Habana. Son una invitación a repensar y a vivir el teatro nuevamente.

A esta convocatoria, que corre entre el 22 de octubre y el 1 de noviembre, llegan grupos que por primera vez pisan tierra cubana y otros que ya han sido aplaudidos y comentados en pasadas ediciones. La muestra nacional permite reconocer a colectivos que, sobre todo en el teatro para niños, manifiestan su profesionalismo. Teatro de las Estaciones estará en la sala de la Orden Tercera con su Cuento de amor en un barrio barroco, alzado por Rubén Darío Salazar en plena complicidad con el joven cantautor William Vivanco, y en el mismo escenario estará también Teatro Tuyo, firme en su defensa del clown como algo más que un simple provocador de risas, con Gris, una de sus más logradas puestas. La muchachita del mar, versión de Christian Medina con su Proyecto Retablo, se anuncia en el Teatro Nacional de Guiñol. El Grupo Los Cuenteros arribará al mismo tablado para contar Aventura en Pueblo Chiflado, original de Maikel Chávez. La programación para adultos, en este segmento, incluye Mecánica, de Argos Teatro, en su sede de Ayestarán y 20 de mayo; el work in progress de Carlos Díaz titulado Harry Potter o se acabó la magia; Triunfadela, de El Ciervo Encantado, en el espacio de este grupo ubicado en Línea y 18, y Cuban Coffee by Portazo Cooperative (CCPC), del grupo matancero El Portazo que, a modo de cabaret político y pasarela de provocaciones, regresará a la sala Tito Junco del Bertolt Brecht. Teatro de las Estaciones marca doble juego, al proponer El irrepresentable paseo de Buster Keaton, y Teatro del Viento llega desde Camagüey para mostrar su visión de Abdala, ahora comprendido por Freddys Núñez Estenoz como un héroe del siglo XXI. 

Entre las proposiciones que integran la muestra de grupos extranjeros pueden recomendarse varias en particular. Estará, en el cierre del evento, el Ballet de Montecarlo con su producción de la Cenicienta, a verse en la sala Avellaneda del Teatro Nacional. El maestro Eugenio Barba, fundador del Odin Teatret, regresará a Cuba para traer nuevamente una función del unipersonal de Julia Varley Ave María. La actriz cubana Mérida Urquía, radicada en Colombia, propone su monólogo La extranjera, mezcla de memoria, biografía y regresos, en la sala Hubert de Blanck. De Puerto Rico llega Mundo cruel, montaje de Gil René Rodríguez sobre varios cuentos del libro homónimo escrito por Luis Negrón, que se ha convertido en una de las piezas recientes más aplaudidas de ese país, con una mirada humorística y cruda al tema gay y a sus resonancias en la sociedad de esa nación. Cercano a esa cuerda estará el montaje del colectivo brasileño Atelie Voador, a partir de El diario de Genet, que se verá en la sala El Sótano.

De Chile, Guillermo Calderón, recordado entre nosotros por sus montajes con Teatro en el Blanco (Neva y Diciembre), llega ahora con Villa, un espectáculo que creó para Teatro Playa, en el que induce otra lectura polémica de la dictadura pinochetista a través de tres mujeres. De Estados Unidos se presentará Broadway Rox, concierto que une varias voces provenientes de la Gran Vía Blanca de Manhattan para interpretar temas de algunos de los más famosos musicales, dirigidos por Rob Evans. FUNDarte propone Writing in the Sand, un espectáculo que vincula a una actriz, una cantante y una bailarina, bajo la conducción de Carlos Miguel Caballero, al que acompaña un performance de Elizabeth Doud. De Alemania llega una versión de La consagración de la primavera, interpretada por She She Pop y sus madres, según advierten las notas del espectáculo, y también Nostalgia-Cuba, creado por el cubano Freddys Núñez Estenoz junto al Meridian Teatro-Landesbühnen Sachsen. España será representada, entre otros, por Las sirenas de Sleepwalk Collective, coproducción entre esa nación y el Reino Unido, y Los nadies, de CTC Producciones, que toma como punto de partida un texto de Eduardo Galeano. Rusia propone una versión del Baal de Bertolt Brecht, ahora rebautizado por el Teatro V. Homissarzhevskaya como Vaal, y dos montajes de la Compañía Stas Namin: La victoria sobre el sol y Beatlemanía. Y desde Australia llega Glory Box, La Revolución, un insólito cabaret de Finucane & Smith, que ocupará el Copa Room del Hotel Riviera.

Añádase a todo ello exposiciones, muestras de trabajo, debates de algunas puestas con el público, presentaciones de libros y revistas. Plazas y espacios abiertos serán invadidos por los miembros de D´Morón Teatro y El Mirón Cubano. Para los espectadores se imprimirá y distribuirá una cartelera en formato tabloide que recoge además la principal información del catálogo. El evento tendrá un noticiero en la televisión. Habrá una mesa dedicada a los 30 años del Buendía con especialistas extranjeros, en la cual creo debió haberse incluido a alguno de los críticos nuestros que han seguido la trayectoria del grupo durante estas tres décadas. Echaré de menos un espectáculo como La panza del caimán, de Teatro del Espacio Interior, que creo bien pudo estar en la muestra.   

Y del mismo modo, afirmo que me parece un tanto excesiva la muestra colateral, que pretendiendo abarcar gran parte de la capital hace caer dentro del mismo arco del evento espectáculos no tan recientes y no siempre de calidad pareja. Siento que en esta ocasión la presencia de la Sección de Críticos de la Asociación de Artistas Escénicos de la UNEAC (en cuya sala Villena ocurrirá el evento teórico) no se ha movilizado con la fuerza de ediciones anteriores para hacerse visible en la cita. Y tengo otros reclamos, que el paso de los días confirmará o dejará en terreno más nítido para todos. La invitación, ahora, es la de irnos a los teatros. Vendrán estas jornadas en las cuales diversos espectáculos nos seducirán o nos dejarán indiferentes, o provocarán la polémica inevitable en el hervor de un evento de este tipo. 

Ojalá queden en la memoria montajes, rostros, sentimientos, que nos permitan recordar este 16 Festival de Teatro de La Habana como un espectáculo mayor, y provechoso. Sobre eso, hacia el final del mismo, espero ofrecer otro comentario.

De teatro se viste La Habana

La 16 edición del principal festival que acoge la capital y honra parte de lo más sobresaliente de las tablas que se ha visto en Cuba y el mundo, se desarrollará del 22 al 31 de octubre y estará dedicado a la dirección escénica

Lourdes M. Benítez Cereijo - Juventud Rebelde.- De teatro se viste La Habana. Se engalana la ciudad como escenario abierto para admirar estilos, tendencias y propuestas que dan fe de la realización escénica contemporánea, del patio y foránea.

La edición 16 del Festival de Teatro de La Habana (FTH) se desarrollará del 22 al 31 de octubre y estará dedicada al arte de la dirección escénica, a la figura de Peter Brook en su aniversario 90; y a los 30 años de la tropa del Buendía, liderada por Flora Lauten, premio nacional de Teatro.

Desde su creación en 1980, la importante cita no competitiva se ha erigido como plaza imprescindible para conocer y reconocer el teatro como proceso emancipador, vivo y generador de pensamiento. Una vez más, el espectador tendrá la oportunidad de confrontar esa certeza a través de los 81 espectáculos que han preparado las 74 agrupaciones que intervendrán en el evento.

Según la información ofrecida por los organizadores, hasta el momento están confirmados 22 países participantes, 19 de ellos con muestra artística (Brasil, Chile, España, Estados Unidos, Francia, Principado de Mónaco, Reino Unido y Rusia, entre otros) y tres en calidad de invitados internacionales.

La gala de apertura será el día 22 en la sala Covarrubias del Teatro Nacional de Cuba, a las ocho de la noche. Entonces volverá a la escena el recordado y multipremiado espectáculo Charenton, a cargo de Teatro Buendía.

Antes de que se pueda apreciar la transgresora puesta, criolla lectura del original de Peter Weiss, que montara Flora Lauten con dramaturgia de la profesora Raquel Carrió, ocurrirá uno de los momentos más especiales de la jornada, pues se proyectará un mensaje que el homenajeado director británico de teatro mandó especialmente para el festival y para Cuba. Por cierto, Charenton se inspira en la pieza Marat/Sade, a partir de la cual el mismísimo Peter Brook rodó una importante adaptación cinematográfica en 1967.

Algunas rutas escénicas

Carlos Celdrán, quien conduce los pasos de Argos Teatro y ahora dirige artísticamente el evento, devela en sus palabras de bienvenida algunas de las rutas y retos de este nuevo capítulo, cuando afirma: «(…) Aspiramos a una edición del Festival que observe el presente, la actualidad. ¿Qué es teatro hoy? ¿Qué es ser director ahora mismo? ¿Cuánto ha variado ese concepto, ese rol decisivo? ¿Qué permanece? ¿Qué ha caducado? El teatro cambia, parece no ser el mismo. La realidad tampoco es la misma: la velocidad, la ubicuidad, la movilidad definen paisajes que disuelven lo que teníamos por real y crean el espacio donde estrategias y lenguajes teatrales diversos luchan por nuevos relatos, mínimas verdades, otros públicos».

Los espacios para ir en busca de esas respuestas no faltarán. Ya están listas 45 instalaciones culturales y suman 15 las plazas, parques, escuelas y hospitales donde latirá el teatro, en un festival que llegará también a las provincias de Pinar del Río, Artemisa, Mayabeque, Matanzas, Cienfuegos y Villa Clara.

En referencia al tema seleccionado para esta edición, el responsable de aplaudidos montajes como Roberto Zucco, Vida y Muerte de Pier Paolo Pasolini, Stockman, un enemigo del pueblo, Aire frío, Fíchenla si pueden y la muy reciente Mecánica, afirmó que le parece muy afortunado reflexionar en torno a la importancia de la figura de quien lleva adelante el montaje como guía o líder de las poéticas teatrales. Asimismo Celdrán apuntó que, en su opinión, el punto más crítico de nuestro teatro está en saber lo que nos falta en la dirección escénica en Cuba.

Como dato sobresaliente anunció la presencia de Simon Brook, hijo de quien está detrás de significativas piezas teatrales, películas, óperas.., quien viene con el largometraje Tell me lies (Miénteme), filmado por su padre en los años 60 y que se proyectará el viernes 23, en el cine Chaplin, a las diez de la mañana.

Por su parte, Noel Bonilla Chongo, comisionado artístico del evento, precisó que si bien el cierre del festival está previsto para el sábado 31, las obras permanecerán en cartelera hasta el domingo 1ro. de noviembre.

La clausura estará a cargo del Ballet de Montecarlo y su estreno de la pieza Cenicienta, con coreografía de Jean-Christophe Maillot, quien reflexiona «sobre el valor de la memoria en el reordenamiento del presente y del futuro».

Para no perderse

Si de recomendaciones se trata, no puede usted perderse, estimado lector, el work in progress que propone Carlos Díaz con Harry Potter: se acabó la magia. El texto de la joven dramaturga Agnieska Hernández sirvió para que seis jóvenes actores desarrollaran, no hace mucho, su ejercicio de graduación junto al más cercano en el tiempo Premio Nacional de Teatro y el reconocido actor Fernando Hechevarría.

Del panorama internacional podremos asomarnos al quehacer de la agrupación germana Teatro Konstanz, que pretende sorprendernos con Ayer dejé de matarme gracias a ti, Heiner Müller, basado en un texto de Rogelio Orizondo que convoca a tres actores alemanes y a una actriz del patio, cada uno hablando su idioma.

Mientras tanto, míticas canciones serán el plato fuerte de Broadway Rox, de Nederlander Worldwide Entertaiment (Estados Unidos), un excepcional concierto que incluye temas de los afamados musicales El fantasma de la ópera, Rent, Jersey Boys, Wicked, Jesus Christ Superstar y Hair, entre otras.

También de Estados Unidos actuará en La Habana, Mary Ellen Childs Company, quien deleitará al público de la Isla con  Crash, drumming in motion, una obra en tiempo de concierto que expresa el concepto de música en movimiento.

Bien avalada por los espectadores y la crítica nos llega Glory Box La Revolución, asumida por Finucane & Smith, de Australia. El Copa Room del Hotel Riviera será el espacio para que esta agrupación nos muestre lo vibrante y exótico de la estética del cabaré.

Glory Box La Revolución ha recorrido el mundo de la mano de algunas de los más singulares y poderosos performers de Australia, se afirma en el programa del festival. Ahora celebra su oncena temporada y continúa siendo «una perfecta mezcla de libertinaje, actos circenses, comedia, danza, música y franca desnudez, un show electrizante, con una gran carga erótica, en el que se mezclan cabaré, circo, burlesque y arte performático».

La danza hecha en la Isla no podía perderse tan significativo encuentro. Por eso junto al Ballet de Montecarlo y su Cenicienta, se presentarán compañías como Danza Teatro Retazos que nos avisa que el título de la obra en esta ocasión es Posible Imposible. Se trata de una coproducción entre la compañía Memory Wax, de Suecia, y el cojunto que dirige la maestra Isabel Bustos. Posible Imposible recibió el Premio Villanueva en el 2014, en la modalidad de espectáculos para adultos.

Ahora bien, si usted se halla entre los que no consiguió tomarse un Café CCPC (The Cuban Coffee by Portazo´s Cooperative), del ya consolidado grupo matancero El Portazo, proyecto que representa a la Asociación Hermanos Saíz (AHS), ahora tiene una nueva oportunidad que no debería pasar por alto. Este ready-made teatral realiza una singular investigación económica, que propone la armonía de los productos artísticos en ambientes de consumo.

Si existe una verdad es que el Festival de Teatro de La Habana tiene para todos los gustos y edades. Tanto es así que los niños podrán acceder a una amplia programación que incluye, entre otros aplaudidos títulos: Cuento de amor en un barrio barroco, de Teatro de las Estaciones; Gris, de Teatro Tuyo; y La muchachita del mar, Teatro de Títeres Retablo.

A las excelentes propuestas escénicas se añaden diversas exposiciones al estilo de Buendía en el tiempo, una muestra fotográfica de Xavier Carvajal, que presenta momentos importantes de la historia del conjunto; Making off: carteles de un Festival, una selección de obras que se presentaron en esta edición 16; y Parecen carteles, donde diseñadores del patio rinden tributo al notable dramaturgo Abelardo Estorino por sus 90 años y desarrollan sus producciones sobre obras del relevante Premio Nacional de Teatro y de Literatura.

Otro momento distintivo será el evento teórico. Ciclos de conferencias magistrales, paneles, talleres, seminarios y proyectos editoriales provocarán que las jornadas sean todavía mucho más intensas.

Para este Festival de Teatro de La Habana se recibieron solicitudes de cientos de espectáculos de diferentes latitudes del mundo. La selección resultó de alto calibre, por tal razones no nos extrañemos si vemos que las propuestas de esta edición 16 ponen a correr a más de uno, en el intento por verlo todo. De seguro valdrán la pena los apuros.