Silvio junto a Jorge Aragón (piano), Niurka González (flauta y clarinete), Jorge Reyes (bajo), Oliver Valdés (percusión), Emilio Vega (vibráfono) y el trío de cuerdas Trovarroco, integrado por Rachid López, Maykel Elizarde y César Bacaró. Foto: Ivan Soca.
Mónica Rivero - Cubadebate.- “Mucha excelencia artística ha compartido con nosotros el gusto de dar lo que hemos aprendido a hacer”, dijo Silvio Rodríguez hablando de los cinco años de la Gira por los barrios antes de anunciar que este no sería solo un concierto de este proyecto sino que cerraría el festival Las Voces Humanas.
Les voix humaines, nombre original del evento, es convocado por Leo Brouwer, a quien Silvio describiera como “un músico genial, un intelectual de alto calibre que ha dejado su signo personal en la música del mundo por sus aportes como compositor, director y guitarrista”.
Yo –añadió– que lo conozco hace muchos años, puedo decir que sus extraordinarias dotes artísticas han estado arropadas siempre por una vocación humanística y patriótica, que ha mantenido desde su juventud, a veces contra viento y manera. Ese don de persona, esa entereza de cubano digno, agrega un entrañable magisterio a sus virtudes. Por eso esta gira por los barrios se honra especialmente con su presencia”.
Leo, luego de advertir que, a los discursos, prefiere tocar, dirigir y componer, contó que pidieron al trovador cerrar el festival porque ello suponía cerrar “con la voz cubana, con la poesía más alta, casi llegando a 70 conciertos en las calles… (Debíamos cerrar) bajo el signo de Silvio diría yo”.
Además, “porque es un símbolo, un comunicador, a través de la voz y a través de su poesía y su música. Empecé con cubanos, con el gran coro de Digna Guerra –el Coro Nacional– y terminé con un gran cubano”, añadiría luego fuera de escena.
Los invitados esta vez fueron participantes del festival: desde Cataluña, la cantaora Mayte Martín acompañada al piano por la cubana Nelsa Baró; y el grupo vocal Renacer (Cuba), ganador del Certamen de voces a capella del festival.
En entrevista, la cantante de flamenco y bolerista comentó que sus expectativas con este su primer viaje a Cuba ya se han cumplido. “Vine aquí y traje mis boleros con todo respeto y amor a este país y su música. Si cupiera otra expectativa sería la de volver. Y sin tardar”.
Martín reconoce la influencia cubana en su obra. “De hecho, soy gran admiradora de Marta Valdés. Es una mujer muy entrañable, muy sensible. Es como su música, como sus canciones: Marta es igual que sus canciones. Hasta su aspecto: delicado, sobrio, sencillo, elegante, discreto”.
Bajo una constante llovizna se celebró este domingo en la Plaza Roja el concierto 69no de la gira y el último de esta edición de Las Voces Humanas, un festival que por veinte días hizo coincidir en La Habana a músicos de primer nivel y exponentes de géneros diversos, convidados a cantar, a ejecutar su voz, ese instrumento.