Lianet Cruz Pareta - Cubahora.- Vivimos en un país que desde 1959 nada a contracorriente. La osadía de imponernos con un modelo político soberano y libre de injerencias no ha sido bien recibida por la mayor potencia mundial y sus naciones aliadas-dependientes. Por eso nuestros errores se magnifican y se buscan sombras donde no las hay. A la vez que se destinan miles de dólares para minar el proyecto de la Revolución Cubana desde dentro y desde fuera.
Nuestra sociedad está lejos de ser perfecta. “Resistir” y “sobrevivir” a las embestidas norteñas nos ha cobrado factura, evidente en la pérdida de valores que sufrimos desde las individualidades. Pero no es ese nuestro proyecto país. ¿Cómo puede ser oscuro un sistema que defiende el derecho a la vida como el primero del ser humano? ¿Si estamos tan errados por qué Cuba ostenta hoy indicadores sociales iguales o superiores a los de países primermundistas?
Resulta más fácil ver la paja en el ojo ajeno, principalmente cuando “el otro” se convierte en un referente regional contra hegemónico con resultados avalados por organismos internacionales. Cuba ha estado por años en la mira de influyentes medios de comunicación de derecha y otros actores políticos, que esperan el menor desliz para armar el show mediático y desacreditarla. A nuestro vecino del Norte y sus aliados la autocrítica les resulta incómoda, mientras contradiga la postura inquisidora que siempre han asumido respecto a la Mayor de las Antillas.
El siguiente Estudio Comparado Sobre el Cumplimiento de los Derechos Humanos en Cuba, EE.UU., la Unión Europea y Otros Aliados introduce datos significativos sobre el ejercicio de nuestro país en aspectos que supuestamente violamos, y el desempeño de sus detractores en los mismos campos. Los invitamos a reflexionar al respecto.
