Comisión de atención a la juventud, la niñez y la igualdad de derechos de la mujer. Foto: Juvenal Balán

Cuba Hoy.- La comisión de Atención a la Niñez, la Juventud y la Igualdad de los Derechos de la Mujer analiza temas relacionados con la fecundidad en la adolescencia y el cuidado que requiere, teniendo en cuenta el aumento de la fecundidad en estas edades.

Más educación para prevenir el embarazo en la adolescencia

Amaya Saborit Alfonso - Diario Granma.- Una mirada exhaustiva a los hogares maternos para conocer la atención a las embarazadas, en particular las jóvenes, fue el fundamental tópico de debate de la Comisión de Atención a la niñez, la juventud y la igualdad de derechos de la mujer en su primera jornada de trabajo, hoy en el Palacio de Convenciones de La Habana.

En el informe sobre los resultados de las visitas de control y fiscalización realizadas a estos hogares, en total en once provincias, sobresalió, según informó Aymara Guzmán Carrazana, secretaria de la comisión, que aunque el embarazo constituye un hecho sumamente importante, en las adolescentes es frecuente que se presenten como un hecho no deseado o no planificado, con una relación débil de pareja, lo que determina una actitud de rechazo y ocultamiento de su condición, y por consiguiente, un control prenatal tardío e insuficiente.

Trascendió que en estas instalaciones existe un estado higiénico favorable al igual que en las salas donde se encuentran las gestantes; así como la existencia de una elaboración de alimentos aceptable. Se reconoció también la buena atención de los médicos y enfermeras, y se constató el vínculo de trabajo con las organizaciones de masas y centros educativos para las diferentes actividades de promoción.

En sentido general, se notificó que en la mayoría de los lugares visitados las adolescentes se encuentran ubicadas juntas en cubículos para su atención diferenciada y buscando que se sientan a gusto y se relacionen entre sí. Además, se aprecia la permanencia y estabilidad del personal administrativo.

Aun así, Guzmán Carrazana apuntó que en algunos casos la capacidad del hogar materno no cubre las necesidades por el número de camas. Se debe revisar que las acciones de mantenimiento y reparación necesarias para mejorar la calidad de los locales de los hogares estén incorporadas al plan del presupuesto, así como mejorar en algunos espacios la ventilación.

También sobresalió el hecho de que las adolescentes en gestación en su mayoría han abandonado los estudios, y que muchas embarazadas se van de los hogares maternos sin autorización médica.

Liaena Hernández Martínez, diputada por Guantánamo, expresó la preocupación imperante en las embarazadas de estos hogares maternos respecto a la alimentación: no en lo pertinente a la calidad y variedad, sino en la cantidad.

Sobre ello, sostuvo que “aunque la norma establecida para la alimentación garantiza la variedad y las calorías que se requieren, no satisface las necesidades de las embarazadas y ello ha de revisarse”.

Por su parte, Rosmeris Santiesteban Lago, diputada de la provincia Granma, acotó que debe potenciarse mucho más el papel del médico de la familia con el trabajo de los adolescentes de sus comunidades: “Debemos incrementar nuestras acciones en este sentido, porque es el médico de la familia quien está en nuestras comunidades y cerca de nuestros adolescentes”.

Otro de los tópicos señalados por Santiesteban Lago fue la situación del cáncer en la mujer luego de algunos abortos. “En mi provincia la primera causa de muerte de las féminas es el cáncer. En el caso de las jóvenes, que muchas veces no están preparadas biológicamente para el parto, esto incide en la provocación de esta enfermedad”.

La diputada de la provincia Granma enfatizó en que el trabajo con las adolescentes y jóvenes debe ser multisectorial, pero con un programa único: “La Federación de Mujeres Cubanas, Federación Estudiantil Universitaria, Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media, Ministerio de Salud Pública, entre otros, deben trabajar de manera unificada”.

Por otro lado insistió en la necesidad de revisar el presupuesto designado a estos hogares, pues “aunque los profesionales y trabajadores de estos centros se desvivan en estos sitios, ha de revisarse el presupuesto y el mantenimiento a los mismos”. Sobre esto último, ejemplificó con casos como un baño para veinte pacientes, el no funcionamiento de algunos de sus utensilios como duchas o tasas de baño, entre otros.

Además, señaló como primordial la urgencia de involucrar mucho más a la familia. “El Ministerio de Salud Pública ha diseñado un programa de charla educativa, pero tenemos que involucrar mucho más al esposo en particular, y a la familia en sentido general. Podemos aportar al elemento natalidad, pero sobre la base de una embarazada educada, preparada, madura y apoyada”.

Yusimy González Herrera, diputada por el municipio Aguada de Pasajeros, en Cienfuegos, dirigió su debate por otra parte, a cómo un por ciento considerable de las adolescentes continúan su embarazo sin esa percepción de riesgo y enfrentándose a una educación de esos niños solas.

“Necesitamos que la natalidad crezca, que haya embarazos, pero estos niños debe crecer en un ambiente familiar adecuado, de madurez. En este sentido, que no solo obtengan cuidado físico sino también el acompañamiento familiar de una figura paterna: que tanto la madre como el padre asuman el mismo nivel de responsabilidad”, refirió.

Reydier Bernal Gómez, diputado de Bayamo, Granma, reconoció también la labor de los trabajadores de estos centros que, muchas veces, no se marchan a sus casas luego de la jornada laboral hasta darle solución a los problemas, o incluso traen condimentos para alcanzar un mejor sabor en las comidas.

Además, ofreció la idea de convertir a estas adolescentes en promotoras en sus comunidades, en las escuelas, y en pos de que ellas mismas expongan sus experiencias, modos de prevención, riesgos a esta edad, entre otros.

Por otra parte, sobre el estado en el que se encuentra Cuba en materia de atención materno-infantil, Roberto Álvarez Fumero, director del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI), conversó con los diputados y aseguró que la atención a las adolescentes se prioriza dentro del Sistema de Salud Cubano.

Expresó que los hogares maternos son una institución comunitaria, y aunque no hayamos sido sus creadores, sí los que les dimos un uso eminentemente eficiente, donde no ha de perderse la premisa de que la calidad es lo fundamental.

“El embarazo en la adolescencia es una problemática internacional, según las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 16 millones de niñas entre 15 y 19 años dan a la luz un hijo, y un millón de niñas menores de 15 años se convierten en madres en el mundo”, expresó el directivo, quien añadió que Cuba tampoco está libre de esta situación, pues persiste una elevada fecundidad en la adolescencia a pesar de los avances logrados en el campo de la salud y la educación.

Por ese motivo, enfatizó, “constituye motivo de preocupación y ocupación para el Ministerio de Salud Pública”.

El directivo también dialogó sobre el aborto en las adolescentes y el consiguiente riesgo de morbilidad y muerte materna, así como el riesgo de infertilidad femenina y prematuridad y bajo peso al nacer.

Álvarez Fumero conversó además sobre cómo el embarazo en edad temprana se asocia a mayor riesgo de salud para la madre y el niño: “más complicaciones durante el parto, riesgo de muerte durante dicho parto que dobla al de las mujeres de 20 años y que se eleva a cuatro veces para las jóvenes menores de 16 años de edad, menor peso del niño al nacimiento, peores condiciones de salud mental y emocional de la joven, y una mayor exclusión social y en consecuencia, mayores niveles de pobreza.

Sobre el tema de la norma en la alimentación, dijo que ello responde a que las mujeres se encuentran en estos centros por necesidades nutricionales, motivo por el cual la dieta es parte del tratamiento médico: “lo que sí ha de controlarse y fiscalizarse es que se le pongan las calorías establecidas y la variedad”.