El Grupo Nacional de Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar espera tener una etapa más fructífera para todas las unidades que lo conforman
Sheyla Delgado G di Silvestrelli - Foto: Juan Antonio Borrego - Diario Granma.- La despedida del 2015 trajo consigo la apertura de una etapa que, se espera, sea más fructífera para las unidades que conforman, en todo el país, el Grupo Nacional de Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar.
Entre las convocatorias más acuciantes del último corte evaluativo de ese año para el movimiento en cuestión —el recorrido 71—, sobresale el nítido mensaje de coadyuvar a la oferta de precios módicos —tanto de hortalizas como de vegetales—, que estén en mayor sintonía con el bolsillo de cubanas y cubanos, a partir de la red de organopónicos, huertos intensivos y unidades de cultivos semiprotegidos con que cuenta el Grupo.
Según valoró el jefe de este en la nación, el doctor Adolfo Rodríguez Nodals, “generalmente se reconoce que existen dos importantes factores para que los precios disminuyan: incrementar las producciones y eliminar o disminuir la cadena de intermediarios”.
De manera objetiva, la que se encuentra más al alcance de la gestión del Grupo en la coyuntura actual, resulta la segunda condicionante, “pues apenas se ha crecido en el número de unidades en los últimos tres años y los niveles de producción se han mantenido estables”, mientras las entidades productoras mencionadas poseen el atractivo de no contar con intermediarios en la comercialización de sus producciones, y “por lo tanto, pueden y tienen que vender a precios solidarios con la población, sin afectar el necesario estímulo a los productores”, aseveró Rodríguez Nodals.
De ahí que lo anterior resulte prioridad, en este nuevo ciclo que enero abre, dentro del manual de cabecera de las más de 8 000 unidades de ese movimiento, las cuales están llamadas a autocompararse con el resto de las entidades comercializadoras de productos agropecuarios en su mismo municipio, en el ánimo de que vendan por debajo de las tarifas de los agromercados y puntos de venta que con ellas coexisten en esas locaciones.
Un close-up a los resultados de la evaluación más reciente del Grupo, que visitó todos los municipios y provincias de nuestra geografía, no solo devela los detalles del comportamiento por territorios y demás indicadores, sino permite deslindar en qué medida se han superado señalamientos de los 70 recorridos previos, y cuánto se han aprovechado y consolidado las fortalezas identificadas en ese vasto trayecto.
En la lista que destaca a las provincias con un trabajo más sólido e integral, forman fila La Habana, Pinar del Río, Matanzas, Artemisa y Villa Clara. Y por municipios, son diez los de mejor gestión: La Habana del Este, Güira de Melena, Marianao, Pinar del Río, La Lisa, Guanabacoa, San Cristóbal,
Cumanayagua, Fomento y Abreus. Válido, asimismo, es significar el reconocimiento al municipio especial de Isla de la Juventud por la tendencia ascendente que delineó su trabajo en el 2015.
Por su parte, el análisis que enfocó a las cabeceras provinciales, mostró —de un lado— la preocupación ante el paso “regular” de tres de ellas, que reservaron palco entre las que necesitan ajustarse el cinturón para honrar los compromisos con el Programa: Holguín, Santiago de Cuba y Cienfuegos; lo que desentona con los resultados exhibidos por sus análogas de Pinar del Río, Camagüey y Santa Clara. En estos lugares, atendiendo a la mayor densidad de población y consiguiente demanda de alimentos, urge redoblar esfuerzos y también, frutos a corto plazo.
Vale resaltar, en otro orden, la buena acogida que ha tenido la iniciativa de poner en funcionamiento una serie de jugueras —cuya sumatoria rebasa los 600 establecimientos en ese año—. “Sin embargo, sigue pendiente la aprobación definitiva de las mismas por parte del Ministerio de Comercio Interior, por lo que resulta necesario —a todas luces— acabar de dar solución a este problema”.
Sobre la inquietud frecuente de por qué en la pizarra de ofertas de muchos puntos de venta pertenecientes a organopónicos, aparecen productos que ni siquiera figuran entre los rubros allí producidos, el directivo replicó que este es un asunto sobre el cual cada territorio tiene que pronunciarse, pero también es cierto que en ocasiones resulta útil que algunos los comercialicen, particularmente atendiendo a la ubicación de la unidad. Para el Grupo Nacional lo más importante es que, de ser así, se trabaje porque cada vez participen menos terceras manos y, con ello, evitar que —de un eslabón a otro de esa cadena— se encarezcan los productos.
Entre las novedades que suelen acompañar cada uno de estos recorridos, se ubica la iniciativa capitalina y de la dirección del hospital CIMEQ mediante la cual ha sido posible inaugurar en este recorrido 71 el primer organopónico que ofrecerá servicios a pacientes de determinadas patologías, en base a una estructura adecuada de cultivos.
Quizá esta, y otras experiencias hayan sido cartas adicionales —sin minimizar el trabajo que sustenta el resultado de la provincia en este sentido— para que La Habana acoja, dentro de unos días, el balance nacional correspondiente al 2015, previsto para el próximo 9 de enero.
